Tardamos aproximadamente una hora en llegar al lugar, era a las afueras de la ciudad, donde un barrio con mucha delincuencia organizada estaba, era bastante escalofriante a decir verdad o quizás sólo eran mis nervios por saber la verdad de mi familia. Bajamos del auto y Tamia miró el edificio de arriba a abajo.
- ¿Y ahora? - Ella simplemente me miró y levantó sus hombros en un rápido movimiento
- Yo te dije que sabía cuál era el edificio, no el departamento -
- ¿Es broma? - Ella simplemente se quedó callada - ¿Qué esperas que haga? ¿Qué toque puerta por puerta esperando que alguien sepa donde unos hombres lobos ancianos guardan papeles? -
- No sería una terrible idea -
- ¿Y cómo piensas que entremos? -
- Calmate, lo tengo todo controlado, sólo hay que esperar - Ella se en el piso apoyada en la pared
- ¿Esperar que? -
- Tengo dos opciones, ninguna que te pueda agradar - Decidí no contestar - Y también hay que esperar que no intenten robarnos - Ambos reímosEl rato pasó en silencio, hacia mucho frío, de a ratos alguno de nosotros comenzaba a temblar. Mire mi brazo y vi que una pequeña bola blanca estaba sobre el, brillando con gran intensidad derritiendose poco a poco, era una linda metáfora, algo tan hermoso que se deshace poco a poco mientras brilla cada ves más, como si en cuanto más hermoso fuera más cerca estuviera el final. Unos pasos acercándose me sustrajeron de mis pensamientos, mire a mi izquierda y un chico alto y de cabello oscuro venía hacia nosotros, con una chaqueta negra de cuero y jeans rotos, sabía perfectamente quien era, lo reconocería en cualquier lado, su forma de caminar, su cabello perfectamente despeinado que le daba un aire malvado, su olor a alguna mezcla de naturaleza con jabón, era inconfundible para mi, sentí una pequeña cólera hacia Tamia por llamarlo, pero, evidentemente el tampoco sabía que estaría ahí, pues el verme se frenó y miró a Tamia.
- Lo siento - Dijo ella y se puso de pie, la copié - Pero no tenemos mucho tiempo -
- ¿Qué hace el aquí? - Dijo Blake interrumpiendola
- Es una larga historia -
- Ya tendrán tiempo para contarmela - Dijo y se acercó a la puerta del edificio
- No tenemos llaves - Dije con la si fuera obvio, pero el me mostró unas llaves tintineantes que colgaban de sus dedos - Ah -
- Adelante - Dijo con un gesto caballeroso luego de abrir la puerta, Tamia pasó primero y luego nosotros dos
- Es en el tercer piso - Entramos al viejo ascensor y apreté el botón indicado y esperamos a que subiera - ¿Qué haces tu aquí? -
- Lo mismo me pregunto yo - El río ligeramente
- Digo, de ella puedo esperarme que rompan las regalas por alguna razón totalmente racional que francamente no me importaría mucho, pero tú, no eres de romper reglas -
- Quizás ninguno de nosotros era como el otro pensaba - Escuche un suave ruido que Tamia emitió, demostrando que estaba sorprendida por mi respuesta
- Quizás no - El parecía querer pero se calló por unos segundos lo mire esperando la parte final de oración - Pero eso no significa nada -
- O lo puede significar todo - El me miró y pude notar que no estaba teniendo un buen día, tenía una mirada muy triste, y Blake no era de las personas que dejan que veas sus sentimientos con facilidad, por lo tanto debía estar tan mal pera que dejara que se notara
- Quien sabe - Dijo justo cuando la puerta se abrió
- Tamia - Dije y la tome del brazo antes de que saliera del ascensor - ¿Has hablado con el estos días? -
- Si ¿Por qué? -
- ¿Está bien? -
- Christian, se que te cuesta creerlo, pero el te quiere, aunque le cueste aceptarlo estaba empezando a sentir algo por ti, y perderte lo está comiendo por dentro -
- ¿Van a entrar? - Dijo el unas puertas adelante
- Si - Dije y ambos entramos al departamentoEra un lugar lleno de estantes y ficheros con años en cada cajón y un cartel grande con el nombre de la manada. Todo estaba lleno de polvo y algunas arañas, había una pequeña cocina y un baño, las demás habitaciones sólo eran como la primera. Pase por el pasillo y vi a Blake dentro de una habitación parado frente a un librero, sólo mirandolo.
- ¿Qué hay? - Dije
- Este es el año de cuando me sacaron de la manada - Mire y era una manada que no conocía era de las que están fuera del bosque
- No lo hagas - Dije cuando el estaba por tomar un libro, colocando mi mano sobre la suya - Sólo te harás daño -
- Christian, no recuerdo porque me sacaron - El me miró y pude notar que estaba apunto de romperse - ¿Puedes entender lo que se siente? ¿El no saber porque tu familia dejó que te echaran, no saber que hiciste para merecer eso? -
- No - Dije y tome su mano suavemente - Pero se lo que es la incertidumbre, y créeme, a veces la verdad duele más -
- ¡Christian! - Oímos a Tamia en otra habitación - ¿En qué año fue el accidente? -
- Hace siete años, en 2013 -
- Lo encontré - Solté a Blake y fui a donde estaba Tamia, el me siguió - Toma - Me dio una carpeta roja que decía "clasificado" en rojoLa abrí y vi dos fichas pequeñas con los datos de mi padre y mi hermano, pero no decía nada sobre si eran o no lobos, pase la hoja y no había nada.
- Está vacía -
- ¿Qué? - Dijeron los dos al unísono y tomaron la carpeta
- ¿Cómo es posible? - Dijo la pelirroja
- Alguien debió llegar antes que nosotros y robar los documentos -
- Pero no es reciente muy reciente - Dije - Miren la tierra en la carpeta y en el fichero, definitivamente no tiene siete años, pero si varios meses -
- ¿Dices que la sacaron antes de que la organización te buscara? -
- No - Dijo Blake - La sacaron cuando entraste a la manada y yo se quien fue, pero no te va a gustar -
- ¿Puedes ser más claro? -
- No mucho después de que entraras Nicholas me pidió que lo acompañara aquí - Sentí como se me formaba un nudo en el estómago - Realmente no preste mucha atención a lo que hacía, sólo estaba vigilando que no hiciera nada que nos pusiera en problemas, el vino aquí y tomo papeles de una carpeta como esta -
- ¿Se los llevo? - Pregunté con un hilo de voz
- Los quemó - Dijo el y señaló un tarro de metal, Tamia la tomo y sacó unos trozos de papel quemado
- Lo lamento, Christian - Se escuchó como la puerta se abría y entraban personas, rápidamente dejamos todo en su lugarTamia se escondió detrás de unos libreros, tapada por cajas y Blake y yo nos metimos en el armario más cercano que vimos. Debíamos estar pegados para entrar, estábamos a tan poco sentimientos que sentía su respiración en mi rostro. Por la pequeña ranura del armario vimos como algunos del Consejo se sentaban en una mesa redonda.
- Entonces - Dijo el más anciano - ¿Qué haremos con el chico? -
- ¿Qué podemos hacer? Ya intentamos eso una ves, y no funcionó -
- Pero Marcus tiene razón, ahora tenemos mejores métodos -
- Y la organización también -
- Yo voto porque lo entreguemos - Sentí como Blake tomo mi mano, la apreté con fuerza
- ¿Entregar al último lobo blanco de la historia? No lo creo -
- ¿Y cuantos lobos deberemos perder para salvarlo? -
- Los necesarios - Por lo menos había alguien que me defendía, era un hombre que no conocía, pero no era del Consejo
- El ni siquiera es de tu manada, Jordan -
- Debería serlo - Dijo el desconocido - Si me lo dan lo haré desaparecer del radar de la organización, nunca lo encontrarán -
- ¿Y tú crees que aceptará irse así como nada? Ese niño tiene un espíritu muy fuerte, de luchador -
- Es un descendiente de Blas, pero quizás pueda convencerlo, y sino, me lo llevaré de todos modos -
- El intentará volver siempre que pueda, terminará siendo un problema, créeme, Jordan, no te conviene -
- Quizás no, pero es un lobo blanco, su hogar es conmigo -
- Su hogar es donde su corazón está, y ahora mismo, su corazón está con Blake Dunkel -
- Si, investigue sobre el señor Dunkel, pronto se alejaran - Hizo una pausa - Christian es una persona con un corazón noble y puro, todo lo opuesto al señor Dunkel -
- ¿Y crees que es razón para que lo deje ir? -
- Creo que es razón suficiente para que cuando Christian se de cuenta de que lo están guiando por el camino de la oscuridad, se aleje -
- O para que aprenda a verle lo bueno, se puede enamorar de la oscuridad -
- Me asegurare de que eso no pase, me lo llevaré antes - Mire a Blake, el ya tenía su mirada fija en mi, ambos apretados un poco nuestras manos y yo me apoye en su pecho con los ojos cerrados- Quizás no todo este perdido para nosotros - Susurro a mi oído
- Y francamente no me importa si lo está - El sólo me miró lo que pareció una eternidad
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Little Wolf
Werewolf¿Que harías si te dijera que un par de ojos pueden cambiar tu vida? ¿Qué harías si te dijera que el simplemente hecho de que tu auto se quedó sin gasolina en el bosque cambiaría todas tus creencias? ¿Qué harías si te digo que una noche cualquiera de...