— ¿Estás seguro de esto Yoon? Ni siquiera sabes si el chico es gay.
El mayor levantó la mirada intimidando a su amigo cómo siempre. No era su culpa, su mirada era así y no podía hacer nada para cambiarla. Se aclaró la garganta y con su profunda y ronca voz, respondió.
— No lo sé lo que pueda suceder hoseok, pero enserio me gusta. Y siento que yo le gusto a él.
Hoseok le dió una rápida mirada a su mejor amigo y solo le dió la razón junto con una media sonrisa.
— Si te refieres a que el pequeño se pone nervioso cada que te ve, de seguro es porque siempre tienes esa mirada de lobo sobre él. Se siente intimidado.
— ¿Estás diciendo que todo esto es estúpido y debería rendirme?— preguntó el pálido con sus pequeños ojos un poco aguados.
Al ver esa mirada de cordero a medio morir Hoseok supo que había metido la pata. Porque, cómo era posible que el prometedor luchador de las ligas mayores a sus cortos 22 años, con una estatura superior a los 1.80 metros y con contextura completamente musculosa, se ponga sentimental y casi al punto de llorar solo por decirle que el chico del que está enamorado, posiblemente no lo quiera.
— Está bien, está bien Yoongi, sabes que igual te apoyaré si nada sale como lo planeas.
El mayor sonrió, esa particular y tierna sonrisilla donde salen sus encías mostrándose a pocas personas. Y hoseok pensó que si, si estaba bien que su amigo estuviera ilusionado, solo esperaba que no le rompieran su pequeño, tierno y musculoso corazón.
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¿Se imaginan a un enorme chico musculoso, con moretes en la cara y diversos tatuajes por todo el cuerpo sosteniendo un pequeño cartel rosa con brillos y un ramo enormes de tulipanes, totalmente sonrojado y tartamudeando a más no poder frente a un chico bajito y peli rosa? ¿No?
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Pues era justamente lo que todos dentro del enorme pasillo de uno de los edificios de la universidad, veían con demasiado asombro.
— e-esto es p-para ti, jiminie...
Las grandes mejillas del más bajo se encendieron en un tierno sonrojo. Porque, por dios, Min Yoongi le estaba hablando. Y más que eso, le estaba declarando su amor frente casi toda la universidad. Tomó las flores con sumo cuidado y con un poco de timidez, levantó la vista para ver al enorme chico. No pudo evitar soltar un suspiro al ver que Min se encontraba igual o peor que él.
— Gracias... Yoonnie.
Y Min de sintió el hombre más feliz del mundo, su pequeño le había dicho yoonnie, ni en sus mejores sueños lo hubiera imaginado.
— t-tambien, q-queria decirte q-que eres her-hermoso... y si t-te gustaría s-salir, umm....
Jimin sonrió, sus ojitos brillosos ocultándose con gracia, se levantó de puntitas y dejó un pequeño beso en la comisura de los delgados labios del mayor.
— Si quiero salir contigo.
Yoongi sonrió enormemente y sin importarle nada, levantó al pequeño como si de una pluma se tratara, dejando pequeños besos en los tiernos mofletes del peli rosa.
— ¡hOSEOK, DIJO QUE SI!
{Lol, esto está súper súper corto, pero me gustó, bai.}
