"Yo necesito de sangre así como otros necesitan de alcohol" Peter Kürten
―Eres tan linda ―Dijo mientras miraba a la joven con lujuria y le recorría discretamente las caderas
―No vuelva a acercarse a mí asqueroso ―Estaba molesta y se jalo para alejarse de él
―No tienes idea de con quien estás hablando maldita zorra ―susurro en tono amenazante
Arqueo una sonrisa―Usted tampoco ―Se soltó del agarre y comenzó a caminar hacia la otra mesa que tenia que atender.
En su otra mesa estaba un hombre atractivo de ojos grises, cabello negro, quien miraba a aquella joven de manera interesada, le sorprendía como una mujer así se ponía al tú por tú con un senador como Mike al tipo que acaba de enfrentar ―¿Esta listo para que tome su orden? ―Pregunto la bella mesera sacándolo de sus pensamientos
―Claro, quiero una ensalada César con carne blanca y una copa de vino tinto
―En un momento le traigo su pedido ―Se retiro del lugar, él no la miro más, saco su celular y marco un número de teléfono mientras esperaba.
Al poco rato la chica volvió con la orden ―¿Algo más que desee?
―Es todo por el momento.
Se fue rumbo a la barra, su amiga Margaret se acercó a ella
―Pero mira que hombre tan guapo te ha tocado atender Natt
―Si... es atractivo
―Olvídalo! nunca se fijaría en ti ―Espeto secamente Jane
―¿Eso crees? digo si tu amado Beck se fijó en mí ¡Oh! ¿ya lo olvidaste?
―Cierra la boca maldita
―Oh! Cierto... Corina lo olvidaba, también es tu amado verdad y díganme chicas ¿Qué días se lo turnan? ―Respondió sonriendo
―Por favor vuelvan al trabajo ―Ordeno Isabelle ―Natalie vuelve a la mesa del Senador Ivanov, tal vez se le ofrezca algo más ―Sugirió
―Si claro ―camino mientras hablaba consigo misma― Se le puede ofrecer cogerme al cabrón ―Comento por lo bajo
―¿Se le ofrece algo más querido Senador?
―Solo la cuenta preciosa ―La acerco a él para susurrarle ―A la salida de tu turno te estaré esperando
―Pues no se vaya a cansar... ya le dije que no me interesa nada de usted... En un momento le traigo su cuenta
Posteriormente de que el Senador se retirará el día fue tranquilo, su turno de Natalie terminaba a las 11 de la noche. Al salir un hombre mucho más alto que ella la tomo del brazo.
―Camina el señor te espera
―Le dije que no me interesaba
En ese momento un hombre de 1.90 de estatura se acercó a las dos personas ―Querida que alegría que te alcance la ciudad es peligrosa para que regreses sola
Inmediatamente Natalie lo reconoció fue el cliente que pidió la ensalada Cesar ―Si... acaba de terminar mi turno ―Dio un paso al frente pero el sujeto que la agarraba del brazo no la soltaba
―Lo lamento pero ella viene conmigo ―Exclamó en tono autoritario
―Esta vez te salvaste ―murmuro aquel hombre mientras se iba
―Vamos te pueden seguir ―La llevo hasta su auto, le abrió la puerta del lado del copiloto y en seguida subió él, arranco sin rumbo fijo, después de conducir por un rato y de que se aseguro que no los siguieran aparco el auto, ella estaba a punto de bajar cuando él la detuvo
―Espera, no me detuve para que te bajarás
―¿Entonces?
―No me has dado tu dirección y bueno adivino no soy, ¿para donde te llevo?
―No es necesario de aquí puedo ir sola
―Vamos... ya te han molestado mucho el día de hoy, permíteme llevarte, puedes estar tranquila no te haré nada, no es mi estilo
Sin mas remedio le dio la dirección de su departamento. Por fin llegaron al gran edificio ubicado en West End cerca del parque Stanley.
―Wow! ¿Aquí vives? ―Cuestiono sorprendido al encontrarse en una zona lujosa
―Así es ¿por qué? ¿Crees que una mesera no puede pagar algo así? ―Contesto en tono molesto
Él no sabia que responder―Perdona no quise ofenderte ―fue lo único que pudo decir
Ella se soltó a reír de forma divertida ―Era un chiste es obvio que yo no podría pagar un lugar así, vivo en el departamento de una amiga.
―Que bien ―Estaba algo apenado por la situación aunque no lo demostraba.
―¿Deseas pasar?
―Te lo agradezco pero ya es algo tarde debo retirarme
―Bueno... gracias por la ayuda, fue algo muy amable de tu parte
―No tienes nada que agradecer, por cierto me llamo Liam Smith
―Un gusto Liam yo soy Natalie Hoffman
―Un placer
Estaban estrechando sus manos cuando ella reacciono ―Bien entonces adiós!
Bajo del auto y se despidió con un movimiento de mano que Liam correspondió. Cuando la vio entrar en su edificio arranco de allí.
Natalie entro a su depa, y saludo a su compañera ―Hola Rachell ya llegué
―Naty al fin, tardaste en llegar
―Mi turno se alargo
―Me imagine, oye no te tengo buenas noticias
―Hay no ―exclamó con pesar ―Ahora ¿Qué pasa?
―Grace me encontró en el parque cuando venía de la universidad
(Grace era una conocida de Natalie una mujer de 25 años, piel blanca, cabello corto y rosado, de ojos verdes)
Se enderezo del sillón donde acababa de dejarse caer ―¿Le has dicho algo?
―Obvio no Natt, sabes que jamás diría nada
―¿Que quería? ―Cuestiono mientras caminaba a la cocina
―Saber de ti y de mí, de donde vivimos, y de que vivimos
―Es algo que a ella no le interesa
―Sabia tu reacción así que he viajado a Victoria Drive en tren para asegurarme que no me seguía
―Has hecho bien, mañana cambia tu ruta de regreso
―Y si te llega a ver a ti
―Grace jamás comería en un restaurant como en el que trabajo no te preocupes
―Bien, ¿Quieres cenar?
―No, estoy cansada tomaré un baño y me iré a la cama
―¿Mañana trabajaras?
―No es mi día de descanso y tengo algunas cosas que hacer
―Espero no sea de... ―Natalie no la dejo terminar
―Quedamos que no preguntarías nada de eso ―Se dio media vuelta y entro a su habitación.
YOU ARE READING
Sacrificio 😈
Random"Yo, Yo estuve alguna vez aquí... Ustedes asemejan algo frágil... Aquí estas solo conmigo nosotros arderemos vivos aquí" Vancouver es un desbordante puerto marítimo en la costa oeste de la Columbia Británica de Canadá, es una ciudad tranquila y muy...