▶Lyanna Baratheon, hija de Robert y Cersei Lannister, hermana mayor del príncipe Joffrey, es separada de su familia por órdenes de su padre, el Rey.
Robert desea que su hija sea casada con el primogénito de su mejor amigo y compañero de guerra Eddar...
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—Tarde o temprano debes contactar a un septón y pedir la nulidad matrimonial, ella se ha ido hijo, ¿Lo entiendes? Lyanna te abandonó, abandonó el norte y yo te prometí a la casa Frey. Tienes que hacerlo. —Robb no quería escuchar a su madre decir aquello, le amargaba saber que tendría que casarse con alguien más porque su madre lo había negociado así con Walder Frey.
Nunca amaría a nadie más que a Lyanna Baratheon, nunca, pero la guerra había llegado y él había sido declarado Rey en el Norte por sus abanderados, tenía que tomar decisiones, enfrentar situaciones desagradables y dolorosas, le gustará o no su madre tenía razón, debía contactar a un septón y pedir la nulidad matrimonial, sabía que en cuanto la solicitará la tendría.
—Lo haré mañana a primera hora, madre. —dijo para recibir un abrazo de la mujer que le había dado la vida, la mujer que le apoyaba incondicionalmente.
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—Lo sé todo tío. —dijo Lyanna cuando Jaime le beso la frente y la arropó como cuando era pequeña en King’s Landing.
Él desconcertado, se alejó.
—¿Acerca de qué, Anna?
—De mamá y tú. —susurró Lyanna con tiento, pero solo pudo obtener una sonrisa arrogante y un bufido de irritación de parte del hombre.
Algo que nunca había visto de Jaime Lannister.
—Anna, no me digas que creíste las mentiras de Eddard Stark, la gente habla y dice muchas cosas, pero…—la joven lo interrumpió levantándose del catre y abrazándolo con fuerza.
—No importa lo que mamá y tu hayan hecho, los amo, son mi familia y jamás los juzgaría. —Lyanna quería darle todo su apoyo, sabía que su tío estaba pasando por momentos difíciles lejos de su madre.
—Lyanna, no quiero que vuelvas a decir nada sobre esto. Tu madre y yo somos hermanos, amo a Cersei como a una hermana ¿Lo entiendes? Y me duele que creas lo que Eddard Stark y la gente se encargó de difundir en el reino ¡Todas calumnias hacia a tu madre y hacia a mí de parte de un traicionero! —su tío la había empujado, Lyanna jamás lo había visto tan furioso.
Estaba realmente enfadado con ella, envuelto en una total negación.
—Tío, no era mi intención faltarte el respeto…—le pidió disculpas intentando remediar el daño, no quería que su querido tío Jaime se alejase de ella, no después de como la había humillado su abuelo, se sentía usada y sobajada, obligada a hacer de espía.
—Solo hay que olvidarlo, no deseo que sufras más Anna, no después de que Tywin te trató así. —la abrazo y Lyanna se acurrucó en el pecho de su tío mientras él le acariciaba el largo cabello dorado.
Le recordaba a su melliza, pero sin duda sabía que su sobrina era mucho más ingenua que Cersei.
Tanto como para enamorarse del maldito lobo.
—Tío ¿Alguna vez has sentido que amas tanto a alguien que simplemente no puedes respirar? Sientes que esa persona se lleva todos tus suspiros, todas tus sonrisas y todas tus lágrimas, y te deja vacío. —soltó sin poder guardar sus sentimientos mucho más.
