Cat [MinJoong] (MinGixHongJoong) ATEEZ

Capítulo 18

HongJoong enredó sus piernas alrededor de las caderas de MinGi para evitar caer, y es que el menor era tan listo, con todo el sarcasmo del mundo, que había metido a ambos a una habitación tan pequeña que con mucho esfuerzo apenas entraban ellos.

El espacio era tan reducido, que no era culpa de HongJoong que MinGi tuviera que cargarlo para que ambos pudieran tener más espacio.

MinGi, por otro lado, disfrutaba de los labios de su Hyung y de como este jadeaba por la falta de aire y lo encerrado del lugar.

—Mierda, no debí haber dicho eso...

—No, no debiste. Pero ya eres mío.

HongJoong se odiaba a sí mismo por haberse puesto en esa situación él solito, todo por su mala elección de palabras y el enojo del momento.

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—¡Bajame de tu hombro, Song MinGi! Estamos en la maldita empresa y soy tu jodido Hyung, ten un poco de respeto.

—Dijiste que podía hacer lo que quisiera. Eso estoy haciendo.

—¡Me refería a SooHwa! No a mí, tarado. Bajame en este instante.

—Sucede que hiciste una mala expresión y escogiste las palabras equivocadas a la hora de expresarte, y ahora que yo entendí una cosa, no puedes hacerme cambiar de parecer.

—¡Bajame!

HongJoong siguió pataleando inútilmente en el hombro de MinGi, hasta que una nalgada proporcionada por el menor le hizo chillar, quedándose quieto y rojo hasta las orejas.

—¡Q-Qué haces! ¡no deberías hacer eso!

—Se te está cayendo el celular de tu bolsillo trasero...Veamos que tienes en el.

HongJoong volvió a removerse en el hombro de MinGi cuando este sacó sin su permiso el celular de su bolsillo trasero,palmeando sus nalgas a propósito.

—¡Mira! La clave es el cumpleaños de San...Que casualidad, ¿no? Pero de todos modos, veamos que hay por aquí.

—¡No tienes ningún derecho a revisar mi celular, Song MinGi! Bajeme y devuelveme el aparato ahora mismo.

—Aburrido, aburrido. Oh, mira, Kakao talk, veamos tus chats. Tus padres, los miembros, tus amigos...¡Hey! Este contacto tiene el nombre de JaeBum. ¿Todavía hablas con él? Woah, eso reitera mi teoría de que te gusta.

—¡Sueltame en este maldito instante, MinGi! Si no me bajas te juro que no vuelvo a dirigirte la palabra.

—¿Y si te bajo?

—Haré lo que sea que me pidas, idiota, pero ya bajame.

—Uhm, que buena propuesta. Acepto.

Y HongJoong, en la actualidad, recordó entonces como terminó en lo que parecía ser un armario con MinGi besándolo hasta el cansancio. Cuando HongJoong se refería a que MinGi lo besaba hasta el cansancio, era muy enserio. Por Dios, parecía que MinGi nunca respiraba, porque él no parecía afectado por tantos besos.

—Y-Yah, hay que volver a la sala de baile. Los demás deben estar esperándonos.

—Dijiste que harías lo que quisiera, y que podía hacer lo que me diera la gana. Bueno, yo quiero volver a los dormitorios.

—¿Qué? No no, de ninguna manera, MinGi. Con eso no se juega.

—Eso es lo que quiero, y debes cumplirlo.

—No puedo cumplirlo, debemos cumplir con nuestra agenda del día. Además, ¿por qué quieres ir devuelta a los dormitorios?

—Mira, Hyung, a menos que me digas que milagrosamente instalaron duchas con agua fría en las tuberías, no hay nada que pueda hacer aquí. Debo volver a los dormitorios.