I Hate Loving You©

11. UNA OPORTUNIDAD

―Sam teclas Ryan. ―Es lo primero que dice mi amigo Daniel Damon, con una hermosa y seductora sonrisa característica suya.

―Dan cuerdas Damon. ―Le respondo con la misma emoción. A pesar que ha estropeado mi beso con Sheppard, estoy sorprendida de que esté aquí.

―Te ves más hermosa de lo que recordaba. ―Toma mi mano en la suya y se inclina para depositar un beso en ella antes de guiñarme el ojo. Creo escuchar a Erick hacer un sonido molesto a mi lado, pero decido no mencionarlo.

―No puedo creer que estés aquí. Me dijiste que no podían venir por compromisos.

―Hicimos el tiempo. Las cosas importantes lo valen, además como que te lo debía por tocar en el cumpleaños de mi abuela ―bromea, y sonrío en agradecimiento.

Siento a Erick acercarse más a mi costado y llevar su mirada a Daniel, quien lo mira con curiosidad, antes de enarcar una ceja y observarme interrogante.

―Eh, Daniel, te presento a Erick. ―Señalo al chico trajeado a mi lado y Erick asiente en modo de saludo al chico vestido de manera relajada: con jeans desgastados, botas de motero y una camiseta de Metálica―. Erick, él es Daniel Damon; vocalista, cantante principal de "Reprieve", y mi amigo.

―Sean se divertirá cuando venga de visita. ―Los ojos marrones de Daniel brillan con picardía. Me dirige una mirada antes de extenderle la mano a Erick―. Es un placer en conocer a un amigo de teclas ―dice, pero a juzgar el tono duro de su voz, parece todo menos encantado.

―Lo mismo digo. ―Erick toma su mano, y juro que el apretón dura más de lo debido. Me remuevo incomoda en el sitio mientras tienen una silenciosa conversación.

―Eh... bueno ―interrumpo, aclarándome―. Por qué no vamos y te muestro donde puedes poner tus cosas. ―tomo el brazo de Daniel para guiarlo, pero no sin antes girarme y mirar a Sheppard―. ¿Nos vemos en un rato? ―Asiente, ofreciéndome una sonrisa tensa antes de inclinarse para susurrar en mi oído:

―En un rato hablamos, Sam.

Luego se va.

―El príncipe encantador lo tiene mal ―comenta Daniel a mi lado―. ¿Y desde cuando sales con deportistas? Creí yo era más de tu tipo, no músculos gruesos y esteroides.

Ruedo los ojos ante su descripción exagerada.

―Solo somos amigos, Dan.

―No es eso lo que vi. ―Abre los ojos excesivamente, fingiendo estar espantado―. Parece que la pequeña Ryan ya no es tan pequeña.

Ignorándolo, lo guio hasta detrás del escenario, donde su banda ya se encargó de arreglar los instrumentos y ajustar el sonido. Conozco a la mayoría de los integrantes de la banda porque también estudiaron en Reimon, excepto por Tanner, el nuevo baterista. Después de hacer las presentaciones toman su lugar en el escenario y mientras los chicos preparan los micrófonos, aprovecho la oportunidad para hablar con Daniel. He extrañado a este chico casi tanto como extraño a mi hermano, y hablando de este último, no se ha reportado en las últimas semanas, por lo que le pregunto a Daniel si se ha podido comunicarse con Sean.

―No he hablado mucho con Sean, supongo que está ocupado con la escuela y esparciendo sus gérmenes por ahí.

―No quiero saberlo. ―El solo pensamiento de las posibles actividades nocturnas de mi hermano, me hace estremecer y hacer una mueca de asco, provocándole a Dan una risa. ―Aunque tú no te quedas atrás, tus admiradoras están fuera de control ―digo, mirando alrededor. Tuvimos que pedirle ayuda a Cris y a Josh para mantener a raya a la horda de chicas. Antes de tener una banda, Daniel era solicitado, ahora esa palabra es un eufemismo, porque lo persiguen más que a Shawn Mendes, y tiene un puñado de chicas haciéndole ojitos en cada esquina del salón. Me atrevo a decir que el solo hecho de estar hablando con él me pone en peligro, he recibido más miradas de muerte hoy que en toda mi corta vida.