Together (Gochi)

capítulos 12

Bueno aquí el capítulo el próximo sera dedicado a alguien por lo que significa que deben darle una 🌟 si les gusto el capítulo.

Poco a poco se va sabiendo más la vida de nuestra protagonista.

Sin más preámbulos el capítulo...

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-Estara bien no te preocupes, se recuperará en unas cuantas horas - aquellas palabras dichas por su compañero habían sido tomadas con alivio.

Por alguna extraña razón sentía que su mundo se caía ha pedazos sin la pelinegra; habían pasado por mucho ellos juntos que era inevitable no pensar en ella todo el tiempo.

- Capitán - de nuevo la voz de liam - lo necesitamos en la cabina - esto último dejo desconcertado a kakarotto.

Cuando ambos iban llegando a la cabina, se fijo en el estado en el que estaba.

- Que paso aquí - No quería perder los estribos y terminar arruinandolo más de lo que ya estaba  todo.

Soyla fijo su vista a su compañero que estaba junto de su capitán, buscaba apoyo de él pero solo consiguió una frenética expresión de ~ Tú hazlo ~.

- Lo que pasó fue que... Yo - y lo último que salieron fueron sollozos de la chica.

El pelinegro estaba más que irritado por la situación y comenzó a dar vueltas por toda la cabina fijándose en cada rincón, paneles para la función de la nave todos destruidos y lo demás; liam que también estaba a los cojones tuvo que reunir todo su valor y hablar al respecto.

- Hubo un altercado después de que fueran secuestrados - y su mirada fue dirigida a soyla que había dejado de sollozar pero al instante apartó su mirada algo avergonzada - Mi compañera dejó por accidente la nave abierta; mientras que yo iba hacer mis rondas de búsqueda. Al llegar unos sujetos estaban desmontando cada lugar de la nave - kakarotto había dejado de andar quedando a espaldas de los demás pero estaba atento a cada palabra que decía el chico - En resumen tuve que deshacerme de cada uno que por lo ve el resultado fue este.

- ¿Los daños son muy graves? - pregunto alternando la mirada a cada uno.

- Los propulsores funcionan un ochenta porciento - respondió el otro joven que veía preocupado a su capitán - pero lo que son los controles para el manejo y las pantallas están afectados un cincuenta porciento. Y sin hablar de las reservas de alimento se  agotaron totalmente, se prevenía que el viaje no iba ser más de una semana.

La preocupación de saber que tarde o temprano la comida se agoto hizo que al azabache dejara el enojo y se disponía de pensar en alguna alternativa viable para que eso no sucediera.

- Antes del despegue, necesito que te encargues de buscar comida y busca combustible lo suficientemente - señalando así a la pelinegra muy conmocionada por lo dicho - y no te tardes necesitamos esto para hoy.

Asintió con la cabeza y salió lo más rápido que pudo. Había pasado unas cuantas horas del escape y aún seguian dentro del planeta, por desgracia las comunicaciones eran pésimas y debían aguardar para surtir de reservas y tener la nave lista para el viaje de regreso.

- Iré a descansar para el viaje - dijo con gran cansancio el pelinegro  - Avísame de algún problema en particular y trata de limpiar este desastre - fueron las últimas palabras dichas antes de irse.

Liam limpió por más que pudo la cabina seguía siendo un desastre así que fue ha asesorarse de que milk estaba bien.

Al llegar notó que la chica se había recuperado lo bastante bien pero aún seguía dentro de la cápsula de recuperación, seguía inconsiente. Tenia que admitir que también estaba preocupado por ella era inevitable. Se acercó lo más cerca de la cápsula separados únicamente por en vidrio. Estaban cara a cara; casi la pierde por culpa suya y no era la primera vez y ahora el destino los había juntado de nuevo después de muchos años.

- Si tan solo lo supieras - dijo en un susurro - las cosas serian diferente, nunca debí separarme de ti - no quería romperse a llorar aquí ni mucho menos que los demás supieran.

Y fue así que poco a poco se iba separando de allí, su rostro desprendía tristeza y ciertamente temor al dejarla de nuevo pero no era el momento, ni tampoco el lugar adecuado.

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Ya habían terminado de agregar el combustible para la nave y Guardado las reservas, todo ya estaba en su lugar; kakarotto se había levantado con ánimo quería volver a su hogar y ver a su familia de nuevo así como todos anhelaban el reconocimiento del príncipe vegeta en su llegada. La esfera estaba resguardada en un cofre de muy alta seguridad. Todo pintaba de maravilla, milk había despertado por un largo tiempo, la nave ya había despegado desde ese entonces y se había unido a la cena.

- Espero que ya te hallas recuperado al máximo- su compañera la veía desde la otra punta de la mesa ; había optado por una cara amigable.

- Gracias también espero lo mismo - dijo algo extrañada ya que ella nunca era así con ella, había pasado algo en su ausencia dijo entre sus adentro.

Sin embargo la mesa no estaba completa, al parecer sin motivo alguno liam no hizo parte de la cena y no lo había visto desde hace mucho. Luego de la cena y limpiar los trastes que por cierto lo había hecho soyla con mala gana; ya habían trazado camino vuelta a su planeta natal en la espera de llegar en menos de unos días.

- Hoy el turno de guardia le corresponde a liam - dijo alegremente mientras rebasaba a los demás en el camino a sus cuartos - Podre dormir plácidamente sabiendo que pronto llegaremos.

Milk vio como su compañera daba una último vistazo al azabache y luego perderse el la habitación;no supo como sentirse si derrotada o enojada por tal acto pero eran sentimientos absurdos que debía controlar. Al cruzar por la cabina  notó una figura; liam seguía sentado en su puesto dando por entendido que hoy era su turno de vigilancia, su cuerpo no respondía había parado en seco y no sabia el porqué, tenia unas ganas inmensas de charlar con el y saber que lo atormentaba en esos momentos pero sintió a su lado como en el otro extremo se acercaba alguien.

- Te quiero mostrar algo - su voz era ronca casi siempre lo era pero esta vez era diferente.

Fijo su vista al cuerpo descomunal que tenía a su extremo supo al instante de quién se trataba.

- Sígueme -fue lo último que le dijo para luego dirigirse  a su  habitación.