—Siempre fue un chupapollas — Hablo SeHun, vertiendo lo último de la cerveza de la jarra en su grueso vaso de plástico. En la punta de sus labios el recipiente de su cerveza, el solto un suspiró y dirigió su mirada a aquellos ojos que reflejaban una melancolía — Siento habértelo presentado, _______.....
—Sí — Kai se irguió, se llevó dos dedos a los labios y silbó. Cuando el barman miró en nuestra dirección, señaló la jarra vacía, luego levantó dos dedos. Estiró un largo brazo y agarró el último trozo de salchicha y aceitunas—Lanza como una chica.... Byun es un marica.
Aquello me hizo reír.
—Baekhyun no es del tipo atlético —expliqué con exagerada paciencia, apartando el salvamanteles de cartón que se había mojado con mi última bebida— Es del tipo de entrenamiento
¡Y lo era! Abdominales bonitos y apretados, brazos fuertes y firmes, un pecho que sólo tenía que ser admirado y un culo tan redondo y perfecto que a veces no parecía real. Pero todo eso estaba trabajado en el gimnasio. No era verdad para todos los hombres, lo sabía, pero era verdad para Baekhyun. Triste, realmente. Ver a un espécimen de tan maravillosa virilidad parecer tan ridículo en el campo de juego.
—Un chico bastante fornido. —Kai bajó las negras cejas, su mirada tan seria como podía estar después de habernos terminado una jarra cada uno— Verdad, ______. Era un pésimo follador, ¿verdad?
Le fulminé con la mirada.
—Lo hacía bien.
—¡No me digas! — Kai meneó esas mismas cejas. Sonriendo, estiró la mano para darle la vuelta a la gorra y que la visera le tapara la nuca, y se inclinó hacia mí— ¿Probaste a ver si podías botar sobre sus abdominales como si fueras una moneda de cuarto de dólar? Vamos, suéltalo. Estaba construido como un hámster, ¿verdad?
Kai era un hombre de piel morena, que obviamente no lo dejaba pasar desapercibido, con una voz profunda y expresivos ojos castaños, Kai tenía más oportunidades de sexo que cualquiera del resto de nosotros en la mesa, pero nunca rechazaba una oportunidad de enterarse de ello. Chanyeol le pateó por debajo de la mesa.
—Sí, burro, eso es de lo que quiere hablar después de que el imbécil la largara.
—Eh, jódete —Kai le lanzó una servilleta arrugada— Estoy tratando de levantarle el ánimo —Levantó su jarra por encima de la cabeza— Que le vaya bonito, de todos modos.
SeHun, SuHo, y el tranquilo y divertido Chanyeol levantaron sus jarras sobre mi cabeza, brindando por las palabras de Kai. Torcí la boca en una parodia débil de sonrisa. Realmente deseé que Kai no lo hubiera mencionado. El sexo con Baekhyun había sido fabuloso, por no decir otra cosa. Baekhyun había follado larga y lentamente con muchos preliminares. Un follar largo y lento, con unos preliminares que ahora no conseguiría experimentar otra vez. Me había llevado veinticinco años encontrar un hombre con quien tener sexo en primer lugar,
¿qué iba hacer ahora?
La presión de la palma de SuHo en mi brazo, me provocó mirarlo y al ver su rostro tuve la ligera sensación de las futuras palabras que iban a salir de sus labios.