Para muchos Alfas, las Omegas solo servían para complacerlos, pero para otros (que son muy pocos) eran su mundo, sus Mates, muchos no podían reprimir sus instintos primitivos. En el linaje Alfa, existen las hembras Alfas, algunas tenían genitales ma...
La habitación donde se encontraban las Alfas, estaba sumergida en un silencio sepulcral, ni siquiera sus respiraciones se escuchaban. Los miembros de la Manada estaban muy tensos, temían perder a las Alfas, pero a pesar de todo lo que estaba pasando, ellos estaban alerta, por si algún extraño se acercaba a la Manada, ninguno dejaría que alguien le hiciera daño a las Lunas, primero tendrían que pasar por toda la Manada y eso, no era cosa fácil.
Ninguna de las Alfa mostraba signos de nada, no tenían ninguna herida, les habían hecho exámenes y ya el acónito había salido de sus sistemas, no entendían el por qué no despertaban aún, durante toda la noche las estuvieron vigilando pero no había cambios, todos deseaban que Lena, Maggie y Shawn llegasen cuanto antes, pero sabían que la trayectoria era muy larga, sabían que ellos estaban haciendo todo lo posible por llegar lo más rápido que podían.
Las Omegas tampoco habían despertado aún, durante toda la noche presentaron fiebre alta, estaban bañadas en sudor y sus garras habían aparecido, aquello también era un poco alarmante, todos le rezaban a la Diosa Luna que los ayudara, que no abandonase a las Alfas y a las Omegas.
Nadie se había acercado a la habitación de las Alfas aquella mañana, los nervios no los dejaban, por lo que decidieron no acercarse, esperarían a que ellas despertaran o a la llegada de Shawn, Maggie y Lena. De un momento a otro, las Alfas abrieron los ojos por fin.
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Todas tenían la respiración agitada, se encontraban un poco aturdidas, confundidas, no recordaban cómo habían llegado allí, fue entonces cuando fueron atacadas violentamente por los recuerdos, desde lo que pasó entre Lauren y Camila, cuando se escaparon, la pelea entre ellas mismas, cuando atacaron a Taylor, ver a sus Betas lanzándose contra ellas e inyectarles el acónito, después de eso todo se volvió negro para ellas. Todas se miraron entre sí, se sentían fatales, avergonzadas, ahora entendían por lo que Taylor había pasado, sólo esperaban que las Omegas no las hubieran visto en ese estado.
Lauren: "Chicas, lo siento" dijo en un susurro, el cual todas habían escuchado, gracias a sus desarrollados oídos.
Normani: "¿Por qué te disculpas?" preguntó mientras la miraba.
Lauren: "Yo las influencié, por mi culpa todas perdieron el control, debí controlarme mejor y no dejarme llevar por lo que sentí" habló con la mirada baja, se sentía muy culpable por todo lo que había pasado.
Cat: "No tienes que disculparte, Lauren. Lo que pasó fue culpa de todas" dijo mientras todas unían sus camas a la de la Jauregui mayor.
Vero: "Así es, todas nos dejamos llevar por el dolor y el temor al rechazo" habló colocando una de sus manos en el hombro de su amiga.
Demi: "No te culpes, todas fallamos" dijo en un suspiro resignado.
