.Marinette.
"Hasta el corazón más enamorado se cansa de ser lastimado"
Era pleno otoño en París y las hojas de distintos colores adoraban los árboles de cada avenida, dándole una belleza distinta a las calles parisinas.
Marinette apreciaba ese bello arte de las hojas caer, mirando desde un banco ubicado en la Place de la Bastille.
Se encontraba un poco lejos de su hogar pero amaba ese lugar, tan verde y a la vez, tan tranquilo para ella.
Recurría a el casi todos los días. Este le brindaba inspiración para lograr hacer sus bocetos de moda para el trabajo.Buenos días Marinette.- Un chico rubio se ubicaba a su lado. Los nervios eran claros en ella y en cuanto logró calmarse, le respondió.
Buenos días Adrien.- sonrió.
Estaba enamorada de él. Desde el primer día que lo vio en esa pasarela de su trabajo, era el modelo más deseado de París y en cuanto él le había dirigido la palabra, no se separaron nunca.El día está realmente frío. - suspiró mirando su propio vaho salir de su boca. Se nota la presencia del otoño en París.-
Cierto era que el frío era realmente insoportable, ella creía que, más que otoño, era un notable invierno.Durante días, había estado buscando la manera de confesarle su amor a Adrien sin sonar desesperada. ¿Pero cómo no estarlo? Ella se había enamorado de él desde hace ya un par de años atrás y cada vez que intentaba mandarle señales de su amor, él no le prestaba gran atención.
¿Marinette?.- la voz de Adrien sonaba lejana para ella, pero a pesar de ser un pequeño eco en su mente, distinguió que él sonaba preocupado. Marinette, ¿Me escuchas?.-
Sin saberlo, ella había quedado en una especie de burbuja pensando en el cómo de su dilema diario y cuando la voz del rubio la había despertado de ese pequeño coma, le prestó el cien de sus sentidos.
Que despistada eres Marinette. - reía Adrien Agreste al comprender el estado de su amiga. Debemos ir a trabajar.-
Y como si el trabajo se hubiera salido de su rutina, miró la hora y con unos ojos de asombro, tomó su pequeña cartera y corrió. Vamos Adrien. ¡Llegaremos tarde!.-
En ocasiones, Marinette resultaba algo torpe y despistada pero dentro de esas cosas, residía una chica inteligente y muy creativa. Gracias a ello, tenía un puesto muy ventajoso en su trabajo, dándole más oportunidades a ella de estar con el modelo Adrien Agreste.
Debes ser más puntual, Marinette.- reía el chico que la acompañaba.
Adrien era encantador, inteligente y muy sutil con sus movimientos. A pesar de su corta edad de veinte años, era el más profesional de la agencia de modelos. No se cómo la compañía te aceptó de practicante en esos años, si eres muy torpe.-Ella bufó en respuesta a las bromas de su amigo.
No podía enfadarse con él, le era imposible.Mis bocetos impresionaron a la agencia, tengo talento.- destacando la última frase, le dio un golpe en el brazo y entró en el gran edificio. Alya debe estar esperándome en la portería. Nos vemos mañana.- se despidió mientras le dedicaba una tierna sonrisa.
Adiós Marinette.- la chica dejo de sonreír al ver la despedida de Adrien. Sólo le dedicó unas palabras y se volteó para no verla más.
Deberías dejar de suspirar por Agreste.- La voz a sus espaldas la trajo de vuelta al mundo. Alya la miraba en desaprobación pero con una sonrisa sincera. Mereces más que estar atrás de la sombra de un chico que no se molesta en entender tus sentimientos. -
Marinette volvió a sonreír ante la presencia de su mejor amiga.
Algún día, se lo diré. - comentó orgullosa luego de comenzar a camina hacia el ascensor. ¿Cómo has estado Alya? .-
La chica le sonrió para luego apretar el botón y así llamar al ascensor. Muy bien, gracias.- con sus manos, peinó su cabello rizado y miró con ternura a su mejor amiga. ¿Y tú Marinette?
El ascensor abrió sus puertas para dejar pasar a ambas chicas. Presionaron el botón al séptimo piso y las puertas se cerraron.
Bueno, ya sabes. Lo de siempre. - suspirando, agarró con fuerza la correa de su bolso y unas lágrimas traicioneras se encaminaron por sus rosadas mejillas. No sé cómo debo declararme a Adrien. Soy tan torpe que arruinaria todo y el corazón ya comienza a oprimirse.-
Alya limpio cuidadosamente las lágrimas de su mejor amiga y la abrazó. Un abrazo lleno de amor y amistad que llenaba de alegría el ambiente.
Cuando se separó de ella, le regaló un beso en su mejilla y decidida le hablo.Ya te lo dije querida. Mereces más que estar a la sombra de un chico.- La castaña busco entre sus cosas y sacó un pequeño chocolate. Toma Marinette y endulza la vida.-
Sin duda alguna, su mejor amiga era el regalo que la vida le había dado. Un regalo de lo más hermoso que podía tocarle.
Eres la mejor...- Marinette se abrazó a ella y susurraba mil gracias. Te quiero mucho. -
Alya correspondió el abrazo y le respondió un tierno "Yo también te quiero" para luego abrirse las puertas del ascensor y dar paso a su adorado trabajo.
Esta noche, le diré a Adrien lo que siento. Sin rodeos y directo al grano. - con una pose de decisión total, le dio un último abrazo a su amiga y se despidió, para luego ir cada una a su respectiva oficina.
Ese día sería el paso para su nueva felicidad.
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Eres mi inspiración 🎶
Fanfiction"Eres una chica increíble, clara como una nota musical, sincera como una melodía. Eres la canción que he estado escuchando en mi cabeza desde que nos conocimos por primera vez" ¤ Lukanette ¤ Historia creada por mi ¤ Créditos ¤ No va de mano con l...