Un lugar

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Ahí, en ese pequeño rincón de aquella casa (que era la más famosa de todo el pequeño pueblo) ahí había una puerta, claro, había demasiadas. Puertas en las pequeñas casas dentro de la casa, puerta de entrada y hacia todas las habitaciones, que ahora eran talleres recreativos. Pero habia otra puerta, una especial, una que nadie tomaba en cuenta aunque estuviera justo a lado de la dirección de aquellos talleres. Estaba arrinconada y la aseguraba un enorme candado del cual nadie sabía. Ni siquiera los gatos que, descaradamente entraban y salían del cuarto al que pertenecía la puerta.
Cuánto quisiera saber que hay detrás, pero ese cuarto tiene una sola ventana cubierta por una polvorienta cortina que no deja ver nada de nada. Como quisiera ser un gato, pero ellos parecen ser celosos con su hogar, siempre se escapan de mí y de mis libros, aunque a veces los descubro viéndome mientras leo y otras cuántas se acuestan en mis piernas.
Que gatos tan bipolares, a veces me odian, a veces me quieren, yo solo quiero saber que hay detrás de la puerta

CuentísticamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora