Frases

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Tantas veces me he puesto a pensar en las cosas que callo cuando estoy frente a ti, y me pregunto cuales son aquellas que tú te abstienes de decirme. Es esa sensación de saber que hay algo más entre los dos, pero que tenemos miedo de descubrir porque nos cuesta hacerle frente al cambio. Ójala pudiera encontrar el valor para dar el primer paso, de manera definitiva, pero no logró hacerlo porque en el fondo, soy cobarde.

Hay tanto que me gustaría decirte, ya no solo para confesarte mis sentimientos, sino para liberar todo lo que me aprisiona por dentro. Es complicado vivir de esta manera. Tengo el presentimiento de que a veces sabes lo que me sucede y que no es tan indiferente. Y siempre deseo no equivocarme.

Hemos vivido tantos momentos tan especiales y que son solo nuestros, que en otras ocasiones trato de convencerme de que no son necesarias las palabras. Estamos juntos y es lo que importa. Sin embargo, sé que siempre permanecerá en mí esa inquietud de comunícartelo, de escuchar los mismo salir de tus labios. No puedo hacer nada contra los deseos de mi corazón, porque el mejor que nadie es experto en hacer a un lado las razones.

Y no puedo pedirle que actúe de manera distinta. Tal vez uno de estos días encuentre el valor para contartélo todo, o quizá tenga que resignarme a fingir para siempre. No tengo idea que lo que sucederá el día de mañana.

Lo único que sé, es que sea de la manera que sea, quiero estar a tu lado. En los buenos y en los malos momentos. Me gustaría estar ahí para tomar tu mano cada vez que lo necesites, y perderme una y otra vez en la inmensidad de tu mirada. Escucharte reír por los mismos chistes que compartimos y hasta secar tus lágrimas, cada vez que suceda una de esas situaciones que jamás podemos cambiar en la vida. Y es que me es tan fácil imaginarme acompañándote hasta que se pierdan mis fuerzas.

Permanecer ahí para ti puede ser tan sencillo, como transformarse en la tarea más complicada. Soy una persona llena de contradicciones cuando se trata de quedarme cerca de ti. Tienes una influencia tan extraordinaria, que simplemente pierdo la noción de todas mis acciones y me convierto en alguien capaz de seguirte hasta el fin del mundo, sin importar cuanto tenga que sacrificar para ello.

Pero a estas alturas, probablemente ya te haya quedado claro todo lo que he pensado en silencio, por tanto tiempo. Es curioso que hasta hace tan solo unas líneas, me culpara de no afrontarlo y me preguntará si tendría la capacidad.

Creo que ya no siento miedo, o al menos sé que estaré bien después de todo esto. Solo me quedará esperar por saber que es lo que tú tienes que decir. No te mentiré; tiemblo de pies a cabeza al aguardar esa respuesta. Así como me haces sentir lo más grande en el universo, también provocas que me imagine como lo más pequeño que existe en el mundo.

A pesar de ello, quisiera que sepas que si me dieran a escoger, jamás elegiría a alguien más para vivir plenamente eso que llamamos amor. Te acepto y me encantas tal como eres, con tus imperfecciones y esa forma que tienes de ser, que provoca que todo se ilumine a mi alrededor. Tú me haces querer ser una mejor persona y llegar tan alto, como la vida misma me lo permita.

Hoy quiero dejar de temer por las cosas de las que no hablamos. Hoy quiero aceptarlas y hacerte saber, que eres lo más hermoso que me ha sucedido.