❝Las palabras se deshacen con tan solo tocar el agua❞
Las promesas puestas en aquel pedazo de papel se deshacen lentamente, quedando como único testigo el río que transporta sus sentimientos en un pequeño barco de papel.
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➛ No...
Declaimer: Yakusoku no Neverland/The Promised Neverland (約束のネバーランド) Historia escrita por Kaiu Shirai e ilustrada por Posuka Demizu.
Parejas: Noremma (Norman x Emma).
Palabras: 2935.
Nota: ¡Buenas! Este fue mi primer aporte que realicé al fandom del fanfic de "The Promised Neverland" y sin duda, mi favorito.
Hice unas pequeñas correcciones minúsculas y sin importancia, además de que añadí separadores.
Sin más, espero que les guste.
Advertencias: Ninguna, pero hay leves menciones de personajes del manga, sin embargo, al ser un AU (universo alternativo) no hay spoilers.
¡Disfruten la corta lectura!
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Una día más, nuestra protagonista de nombre Emma esperaba pacientemente aquel pequeño barco de papel que debía estar flotando por el riachuelo cercano a su hogar.
Pero, ¿por qué esperaba con tantas ansias un barquito de papel que se puede deshacer con tan solo tocar el agua?
Pues, no era un simple juego por parte de ella, era parte de su rutina diaria esperar respuestas de sus cartas que le enviaba a su mejor amigo, Norman. Aquellos simples barcos de papel transmitían palabras de uno a otro, y dichas oraciones plasmadas quedaban entre ellos pues después, con la ayuda del agua, deshacían la carta para que así no quedara rastro de ella.
Pero ahora a Emma le extrañaba bastante el hecho de que Norman no conteste el último barco enviado, han pasado tres días y él siempre había sido puntual con la respuesta. Algo raro estaba sucediendo en su hogar.
Suspiro con pesadez al mismo tiempo que se sentaba bajo el la sombra del enorme árbol. El aire movía con suavidad las verdes hojas del árbol que estaba tan lleno de vida, dando lo mejor de si para mantener en equilibrio el planeta, eso le alegraba a la joven de cabellos naranjas, le alegraba vivir y ser parte de este mundo donde habitaba.
Cerró los ojos por un momento, tanto silencio y tanta paz al rededor suyo le tranquilizaba, se sentía en total armonía. A Emma siempre le ha gustado estar en paz cuando la situación lo amerite y cuando estaba con Norman siempre lo estaba, como si él le transmitiera la calma que necesita en sus días tan difíciles. La amable sonrisa que este le proporcionaba la llenaba de felicidad pues ella sabía una cosa: A nadie más le ha sonreído de una manera tan llena de tranquilidad. Se sentía afortunada.
Aún recuerda la vez que se dio cuenta que el cariño que le tenía al niño de cabellos blancos se fortaleció, convirtiéndose en amor romántico.
Lo quería, lo quería tanto que en ese momento estalló en lágrimas, preguntándose tantas cosas, algunas incoherentes y otras, aún más. Pero la que más le sorprendió fue la pregunta que inició su batalla de sentimientos "¿Desde cuándo?".
