Su autoestima baja, mis ganas altas. Sus ojos y mis ojos se cruzan, pero nuestras bocas de esquivan sin razón. Le miro y pienso: "él no se fijará". Pero aún así aquí estamos, en este cuarto lleno pero a la vez tan vacío.
Las ganas nos consumen, la música está tan alta que casi no me oigo ni a mí.
Te acercas, las manos me sudan y el corazón se me acelera. Tus ojos marrones me queman por dentro y no sé cómo evitarlo. Intento que te alejes pero sigues aquí de pie mirándome sin razón, o eso pensaba.
Intentas comenzar una conversación pero yo la esquivo aún que me muera por hablar contigo. Te sientas a mí lado, te acercas más y más, yo no me muevo. Estamos en silencio, me tocas la pierna, me atrevo y te toco la mano tímidamente no sé si se puede llamar milagro pero bueno.
Giras tu cabeza hacia a mí, yo también, me miras y te correspondo. Tu cara cada vez se acerca más y yo me asusto pero a la vez me acerco a ti. Tus labios y los mios están a punto de fundirse en un beso pero no solo nuestros labios se unen sino que también nuestras almas. De fondo suena 'waves' de Dean Lewis, ahora se podría decir que es nuestra canción.
Después de eso siento que el mundo está de nuevo en movimiento pero no del todo, falta que tú y yo nos volvamos uno.
No ocurrirá aún que quiera.