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-nos vemos Javier, ten un buen día- me despedí del adulto mayor y salí del coche para encaminarme a mi hogar.
-Chris, ya llegué!- anuncié entrando a la casa. Un Dodger muy emocionado me recibe de manera que sus patas delanteras se ubican en mi abdomen y lame mis mejillas mientras acaricio su cabeza -hola, chiquito- murmuré besando su cabeza para luego caminar a el sofá y dejar mis bolsos -Chris?- pregunto pero vuelvo a no obtener respuesta.
Subo a la segunda planta y me encamino a nuestra habitación donde la puerta esta entreabierta. Al abrirla del todo me encuentro con Evans durmiendo abrazado de mi almohada y con una pierna sobre ella.
Me acerco sonriente a su lado y me siento a un lado suyo para comenzar a acariciar su cabello.
-Chris- lo llamo suave pero al parecer no me escucha. Acaricio su barba de al menos tres días y sonrio al ver como frunce la nariz al sentir las cosquillas que producen mis caricias -Chris, amor- beso su mejilla derecha para luego besar la izquierda al igual que su frente y barbilla.
-Mhm...-
-ya despierta dormilón- susurro en su oído y obtengo una pequeña sonrisa de su parte mientras sus brazos se entrelazan en mi cintura y me lleva con él a la cama, dejándome bajo su cuerpo somnoliento, causando mi risa.
Besó mi rostro innumerables veces y luego se aproximó a mis labios para dar comienzo a un apasionado beso que estuve esperando por dos largos días.
-por fin llegaste- murmuró sobre mi cuello.
-si- suspiré -por fin-
-te extrañe, bonita- dijo mirándome a los ojos. Me enamoré por millonésima vez de aquellos hermosos ojos y el brillo que éstos poseían, y me sentí más que satisfecha al ser quien miraba con tacto amor y deseo.
-yo más, cariño- lo atraje a mi y nos fundimos en un beso mas dulce y lento que el anterior. Solté un jadeo sobre sus labios al sentirlos nuevamente, no me había dado cuenta de cuánto lo había extrañado hasta que disfruté de su calidez. Sin dudas lo había extrañado.
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Nos encontrábamos acurrucados en la cama, mirando películas y comiendo palomitas.
Veíamos un maratón de películas en donde yo actuaba como la protagonista. Él acariciaba la piel desnuda de mi cintura mientras yo hacía círculos en su pecho.
-ay por Dios!- exclamó asqueado mi novio cubriendo sus ojos en el momento de la película donde los protagonistas se besaban, osea yo y mi compañero Sebastian Stan.
Me fue inevitable no carcajear por la múltiples caras de asco y enojo, claramente actuado, de mi novio. Aunque comprendía su comportamiento, yo me ponía igual cada vez que veía una escena similar como él de protagonista.
-hey! No te rías- exclamó mirándome con regaño.
-perdón, pero me es inevitable. Te ves muy tierno cuando te pones celoso- pellizco su mejilla, logrando que frunza levemente su nariz y me mire serio, pero a la vez divertido.
-admito que estoy celoso- se resignó -pero no se porqué. Es decir, tengo una hermosa novia llamada Denice que es solo mía y la amo mucho-
-mhm, a ella le gustaría que se le demuestres cuanto la quieres, en este momento- seguí su juego. Sonreí socarrona y el captó mi sonrisa al instante en que la vio.
-sus deseos son ordenes- murmuró a centímetros de mi rostro mientras se posicionaba sobre mi.
-ella quiere que le demuestres que la quieres, no que la aplastes- hablé divertida. Sus dedos se colaron bajo mi blusa ignorando mis palabras y comenzaron a moverse rapidamente logrando hacerme sentir cosquillas en el lugar y haciéndome imposible la tarea de no explotar en carcajadas y de moverme como gusano bajo su cuerpo.
-Ya p-para Chris!!- chille como pude intentando alejarlo de mí. Estaba desesperada por un poco de aire, las cosquillas acababan con mis pulmones y mi cordura.
-no hasta que digas que eres solo mía- carcajeo, viéndome retorcer.
-no podré hacerlo- dije cuando quité sus manos de mi cintura, respirando agitadamente -no podré hacerlo con tus cosquillas presentes-
Volvió a ignorarme y unió nuestros labios de una manera muy pasional. Su lengua chupó mi labio inferior y yo abrí más la boca para iniciar un beso hambriento y desesperado. Luego dirigió sus labios a la piel de mi cuello, besándolo lento y suave. Se me hizo imposible no suspirar con esta acción y acaricié sus hombros mientras cerraba los ojos, sintiendo toda las sensaciones del momento.
-deberíamos s-seguir con la película- murmuré aún deseando que no terminara nuestro momento.
-en dos días olvidaste el verdadero significado de mirar películas?- preguntó divertido.
Tenía su cabello despeinado y sus labios hinchados por el anterior beso. Su playera estaba desordenada y sus pupilas estaban levemente dilatadas. Me deleite con aquella hermosa imagen y disfruté su cercanía y atención.
-nunca lo olvidaría- susurré para acto seguido atraerlo a mí y comenzar un beso caluroso lleno de necesidad y pasión.
Con el paso de los minutos la habitación se llenó de gemidos y jadeos por parte de los dos.
Y no fue igual a las veces anteriores, en esta nos demostramos cuanto nos amábamos.
Porque aunque un amor sea complicado, si es verdadero siempre hallará la forma de resistir.
