«We will find our way through the dark»
Conoces su pasado, pero 3 años bastan para cambiar quienes fueron.
Esto va más allá de ser solo un amor peligroso.
Si conocieras mi pasado, ¿juzgarías mi presente? Si me atreviera a pronunciar en voz alta mis miedos, mis inquietudes, mis grandes errores, ¿sería digna de otra oportunidad? Si tan solo te dijera que no tenía opción, ¿entenderías quien soy ahora?
Se siente como si todo este tiempo yo hubiera sido un títere, como si las personas a mi alrededor se encargaran de mover los hilos de mi vida a su mejor conveniencia, un objeto sin voluntad propia. Una persona más del montón con la excepción de que pareciera esconder algo extraordinario en mí. Podría ser que fuera de este modo o solo una idea absurda. En algún momento pare de preguntármelo.
Tome las riendas y cree un juego con mis propias reglas del que los demás solo son partícipes. Dangerous Woman pasó a ser un recurrente personaje en mi vida, que con cada situación una nueva faceta surgía. Y así continué, sin ningún tipo de ataduras. Muchos creerían que en el camino me perdí y se que es así, una parte de mi se quedó en un lugar lejano, uno en el que guarde todas mis debilidades. Fui libre. ¿A que costo? Todavía estoy descubriéndolo y sé que no terminará bien, este estilo de vida no me lo permitirá. Pero por el momento soy dueña de mi misma.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
***
Un par de semanas atrás
Clavo mis ojos en el reflejo del espejo, mirándome fijamente durante unos instantes para después recordarme a mi misma porque hago esto. Es algo que suelo hacer antes de cada misión. Es una ayuda para mi, o más bien podría decirse que es un consuelo, la línea que me separa de creerme un monstruo.
Alboroto con mis manos un poco mi cabello haciendo que así se vea con más volumen, luego retoco mis labios. Lo siguiente que hago es reemplazar mi ordinaria ropa interior por dos increíbles piezas de encaje negro y después me coloco sus complementos seguido de los tacones, por último me coloco una bata del mismo color y amarró el nudo del lazo que rodea mi cintura, quedando todo cubierto y en su lugar.
Cuando la media noche marca el reloj recibo la puntual llamada de Elliot.
—Te abrí el paso. Todo está listo.—dice con voz determinante.
—Estoy en camino.
Dando por concluida la llamada, saco mi arma de la cómoda y la escondo entre mi ropa. Estoy casi saliendo de mi habitación cuando estiro mi mano y alcanzo el antifaz que complementa mi vestuario.
Me toma menos de 30 minutos llegar a mi destino donde una deslumbrante casa se asoma. Me resulta sencillo atravesar la nula seguridad (cortesía de Elliot) por lo que pronto estoy dentro. Estacionó mi auto cerca de la programada salida pero no lo suficiente como para levantar sospechas, acto seguido coloco mi antifaz y cargo con mis herramientas necesarias.
Al entrar no encuentro personas cerca, algo que agradezco pues le da más agilidad al asunto. Camino con suma calma mientras me desplazo por el salón principal, al tiempo que observo los excéntricos adornos colocados en cada rincón posible, innumerables joyas se encuentran expuestas a la vista de cualquier persona que ponga un pie sobre esta habitación, y como si no fuera suficientemente pretencioso un enorme retrato del dueño se encuentra colgado en la pared.
