Compañero, siento decirte que he visto tu mano de cartas.
No lo he hecho en esas millonésimas veces que has girado la baraja señalando tu placer de victoria, no, de hecho voy a explicarlo algo más detallado.Al principio estaba desorientada, como cualquier principio de partida y seguidamente vacilé entre dos palos; me confíe. Resulta que no ibas de tales palos, me di cuenta cuando cogiste la reina de corazones. (Una carta marcada con una esquina desaparecida en combate)
De verdad ahí me dejaste desorientada.Pero lo que no esperaba era el caballero de picas, y dolió; bueno, no deja de ser un juego de estrategia con un gran factor de aletoriedad, sin mucho que variar la verdad...
En el juego empieza a respirarse un aire cargado, imagino que esperas en la siguiente el comodín o el caballero de corazones; ya sé de que vas, me vas a plantar una escalera real.
Pero no está todo perdido, nos queda la baraja en el centro de la mesa, y no, no tengo lo que quieres. Pero una cosa tengo clara, una vez terminada la partida, me voy.
No voy a tolerar que me lances más picas.
Buena suerte.
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Un Poco, Mucho Y Nada
RandomLa vida de una forma más metafórica; quizá alguien se siente igual, peor, mejor o no siente. Pero adelante, leer és gratis.