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Tayler Cooper

Observó el brazo de aquel chico y dudó por bastante.

—No estás en condiciones de hacerlo... Creo que debería llevarte al médico.

Dijo y torpemente buscó su billetera, tenía lo suficiente para pagar el seguro por emergencia. Sin embargo, el chico desconocido y alto tomó su brazo, con la mano sana y lo detuvo.

—No es necesario. Creo que ya me salvaste la vida.

Dice apuntando con su mirada la venda de su brazo que paró de sangrar hace unos segundos.

—Es lo más que puedo hacer por ti.

Sonrió y a Tay le dolió el cuello por un segundo por alzar la vista ¿Cuánto medía ese chico? Tay notó que su frente a penas le llegaba al pecho de ese chico.

Terminó por ceder y fueron hasta su auto. El resto de los chicos en esa mesa los miraban mientras se iban ¿Serán sus amigos?

Tayler se había metido en el auto mientras se colocaba el cinturón de seguridad. Ese chico también lo hizo y encendió la luz de dentro por un momento.
Le preguntó la dirección a Tayler y este se quedó en blanco, hizo una pausa y recordó las palabras para decírselo.

«Qué idiota. Cómo se te va a olvidar dónde está tu casa»

Se dijo para sí y se mantuvo en silencio, pero aparecer ese chico era bastante social. Le sacó conversación durante todo el trayecto y poco a poco Tay fue sintiéndose cómodo.
Una vez empezaron a llegar a su calle, el chico acomodó sus cosas para poder salir de inmediato, era tarde y a estas horas podía pasar cualquier cosa... Era la desventaja de vivir en un vecindario costoso.

—Gracias por el aventón, ahm...

Quiso decir algo más pero notó que en todo el transcurso de la noche ni siquiera sabía su nombre.

—Dime Chris.

Sonrió y colocó su brazo apoyado en el recuadro de la ventana.

—¿Y tú eres...?

—Dime Tay, por favor.

—Muy bien Tay, gracias por salvarme la vida.

Agitó el brazo con su venda y le guiñó el ojo.

—No agradezcas.

Sonrió.

—Te debo una grande, ten mi número. Si necesitas que te salve sólo llama.

Extendió la mano y Tayler de inmediato sacó su celular dándoselo torpemente. Tenía miedo de usarlo a esta hora. Chris le había anotado su contacto como: Chris Miller.

Tay le agradeció y se despidió con la mano. Corrió para subir las escaleras y abrir la puerta del edificio. Se metió en este y al cerrarlo escuchó al auto irse.

Christopher Miller

Subió el volumen de la música mientras pisaba el acelerador, el viaje hasta su casa era un poco largo desde esa zona. Ese chico Tayler parecía tener mucho dinero, Chris no se esperaba menos cuando trabajaba en ese lujoso restaurantes.

Toxic Love CCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora