Ｄｅｅｐ Ｖｏｉｃｅ [ᴛᴀᴇᴊɪɴ] [2sʜᴏᴛ]

하나

-Joon -habló el pelirosa después de un largo rato de silencio.

Los dos adolescentes se hallaban tumbados bocarriba sobre el corto césped, el papá del menor por fin había hecho caso a su mujer.

Era una tarde de domingo tranquila, aspirando el dulce aroma característico de las hebras esmeralda, viendo las nubes moverse y perder su curiosa forma.

NamJoon hizo un ruido para que el dueño de aquella morada continuará hablando.

-Encontré algo en YouTube hace unos días... -su voz se volvió tímida, pero ¿Por qué? Ni siquiera se trataba de algo que lo ameritara.

El chico de a lado giro su cabeza y le dedicó una mirada coqueta.

-¡Ahhh! ¡Nada de eso NamJoon! -chilló SeokJin frunciendo el ceño y abultando sus labios.

-¿Entonces?

Las estrellas estaban despertándose, llenando de a poco el cielo nocturno de Busan.

Kim se sentó en forma de indio y sintiendo su rostro caliente se acercó a su mejor amigo -¿Has oído hablar del ASMR? -preguntó al peliplata, recibiendo una negación.

De esa manera el menor comenzó a relatarle como había dado con los curiosos videos.

« ☽ »

Cuando la vieja chicharra sonó, aquellos pasillos desolados se llenaron de jóvenes ansiando llegar a sus casas y poder despojarse del incómodo y para nada fresco uniforme que le exigían sus mayores. SeokJin se despidió de su viejo amigo Min y partió hacia el carro que lo esperaba en la cera del instituto.

Esta bella amistad data desde el jardín de niños.

Trece años antes...

-Mami... -el pequeño de cabello azabache jaló la falda de su mamá.

-¿Qué sucede Jinie? -cogió su mano y le dio un apretón.

Hoy era su primer día de clases.

-Ese niño parece un fantasma...-musitó señalando a un pequeño infante que yacía sentado sobre una banca, balanceando sus piececitos al compás de la melodía que viajaba por su cuerpo, su hermano mayor le había regalado este pequeño pero poderoso aparato.

Llevaba una chamarra negra, su cabello era cubierto por un gorro con peluchín café, algunos pelitos eran mas oscuros y otros eran color caramelo. Este dejaba ver solo sus ojitos, su botoncito con la punta coloreada y unos labios rosados que se abrían y cerraban, tarareando la canción.

Pero aunque Kim SeokJin haya utilizado un tono bajito, el niño del cual hablaba giro en su dirección y le frunció el ceño provocando que el aperlado se escondiera detrás de su madre e hiciera presión con sus manitas en las naguas de la joven mujer.

-¡Jin! -Se giró para después ponerse en cuclillas-. Ese es su color de piel, mi vida.

El moreno se asomo para volver a ver al niño no fantasma, pero este ¡Ya no estaba!

-Mami ¡Ya no esta! -gritó moviendo su cabeza para localizarlo.

De pronto sintió un ligero toque en su hombro derecho, ocasionando que sus hombros se sacudieran solo por unos instantes, volteo encontrándose con el niño -no fantasma- delante de él, su cabello rubio estaba algo desordenada a causa del gorro.