Mi padre murió hace años y me dejó una herencia bastante grande con la que pude cumplir mis sueños y comprar mi propia empresa de ropa, de la cual soy dueña. Selene, mi "madre", vive con su marido, vivo en el centro de la ciudad con Cristian, en un lujoso y moderno apartamento, a Cris lo conocí en segundo de infantil.
Yo estaba comiendo un beagle cuando un estúpido niño me lo tiró.
- Hey mi beagle - dije enfadada- Le miré para saber quien fue.
-Ten más cuidado gilipollas- Dijo el chico.
Quería pegarle. Cerré mis manos en puños. Pero alguien se me adelantó, me giré para ver bien quien era. Fue un niño algo más alto que yo, de ojos castaños y con tonos verdes y pelo oscuro con puntas algo rubias naturales.
-Hola, me llamo Zoe y creo que nos vamos a llevar bien- Le di mi mano con una amplia sonrisa.
- Yo Christian- Dijo extrechandome la mano.
Y los dos nos llevaron al despacho del director, y desde aquello hemos sido inseparables.
En primaria todas querían ser novias de Chris y fingian ser su marido. Un día un chico trató de ser mi esposo y Rubén lo pegó. Al despacho del director.
En segundo de la eso, un niño trató de invitarme a una cita y Chris lo pegó. Al despacho del director.
En bachillerato (preparatoria), un chico trató de charlar conmigo y Christian lo pegó. Fuimos al despacho del director. Ya teníamos nuestros nombres escritos en la pared.
En la universidad un adolescente bien mono trato de besarme en un descanso entre clases. Y Chris lo pegó. Era una rutina y me empezaba a molestar bastante.
Acabé la uni sin llegar a dar mi primer beso, ni un piquito. No es que no me gustara la idea pero era la monja de la universidad. Y claro que Chris era de todo menos virgen, y creo que yo fuí la puta excepción. La única a la que no se tiró entre bachiller y la uni.
A los años nos mudamos juntos a un apartamento de un rascacielos muy bonito y grande. Con cocina salón enormes y un duplex con nuestros cuartos y uno de invitados, un gimnasio y poca cosa más.
La verdad es que si Chris no estaba en el pub o con alguna "zorra", estaba en el gimnasio. La verdad es que me encantaba tener un amigo como él. Es bastante alto, casi 190cm, y bastante guapo, por eso le gustaba a todas las chicas.
Y luego estoy yo, pelo castaño con toques rubios, ojos entre verdes y grises, y tengo un buen cuerpo en mi opinión, pero nada que no se haya visto ya. Y bueno, esta es mi vida. No me llevo con mi madre Selene, creo que es algo sicopata. Mi mejor amiga se llama Marta y es algo así como mi hermana de otra madre. Es una chica algo más bajita que yo, de pelo poco largo de ojos verdes y algo tímida. Nos conocimos en Secundaria, vive con su novio Daniel el cual me cae muy bien, como a Christian.
Y aquí, es cuando comienza mi singular historia...
Os dejo esta imagen nuestra, aunque del salto parezco un poco loca:
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