Una mujer que odia a los hombres dura,cruel,malvada,calculadora y temida por todos con un pasado muy doloroso. El destino hará que su pasado vuelva a ella pero un hombre aparecerá en su vida haciendo que su mundo cambie y él se vuelva una irresistib...
Miro detenidamente a Eustaquia. Esta nerviosa, sus manos tiemblan y sus ojos están llenos de lágrimas. Debió ser muy fuerte lo que le ocurrió a Dulce para que se ponga de esa manera. Todo lo que me dijo me dejó boquiabierto. Ella era una niña feliz. Feliz Y por alguna razón ya no lo es.
He tenido suerte en entrar a la casa gracias a Lupita. Ella me ha ayudado a entrar por la puerta de atrás ya que al parecer Dulce a ordenado que me prohíban entrar. Justo vi como Eustaquia entraba a su hábitacion y por simple curiosidad la he espiado, escuchando todo.
Ella sigue mirándome con muchos nervios encima. Hasta que al fin niega con la cabeza.
— Lo siento muchacho. No puedo hacerlo. Le prometí a mi niña que jamás iba a contarle a nadie lo que le ocurrió. Conformate con saber que aunque no me guste su maldad está....justificada. — me dice Eustaquia.
Maldita sea.
— Entiendo que se lo haya prometido pero, por favor. Yo necesito saber, entender porque ella es así...Tal vez pueda ayudarla. — le imploro. Odio no saber la verdad.
— Christopher, nadie puede ayudarla. Nadie. Ese dolor lo lleva por dentro. Tiene pesadillas, vive atormentada. Si yo que conozco todo lo que pasó y lo vi con estos ojos que se han de comer los gusanos, no pude, dudo mucho que lo hagas tú. — Me dice ella tristemente. Suspiro frustrado.
— Dicen que el amor es la salvación en muchas ocasiones. — le digo. Ella sonríe triste.
— También pensé lo mismo pero en este caso es muy difícil que el amor logré aunque sea calmar la decepción que mi niña siente contra la vida. — dice ella.
— En el cumpleaños de Ana, no se mostraba muy contenta que digamos. Es su hija. Deberia alegrarse. — le digo confuso. Ella niega con la cabeza lentamente.
— Ella tiene tantas penas marcadas en su corazón que hasta las alegrías le duelen ¿Lo entiendes?
— Creo que sí. — le digo simplemente.
— Ella hace 10 años decidió marcharse, perderse en ese mundo de soledad porque sabía que ahí jamás podrian hacerle daño. Ten paciencia, tengo dudas pero tal vez tu si logres más que nosotros que hemos estado con ella siempre. Al final nos hemos acostumbrado a su oscuridad.— me dice ella sincera.
Abrazo a Eustaquia y de pronto veo unas fotos que me llaman la atención. Agarro las fotos y las miro detenidamente.
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