Capítulo 3:
- ¿Porque eres tan mala conmigo?
-No lo se. Me gusta ser mala - Reí-
- Que mona
- Alvaro, que coñ... - Dijo una voz masculina con un tono burlón - Nosotros y tabajando y tu aquí, de cháchara...
El chico era rubio, con el pelo largo, llevaba una toalla colgando por el hombro. La verdad que este chico es muy mono. ¿Míriam que coño te está pasando?. Álvaro se separó inmediatamente cuando escuchó a su amigo y sonrío. Que vergüenza ¿Que hago? ¿Me giro? ¿Le miro? ¿Quedo como una maleducada? ¡No se que hacer! - Ah Carlos, eres tú. - Suspiró - - Por suerte si que soy yo. Nosotros acomodando las cosas y tu aquí de cháchara. - Emm... ya lo aré luego, tranquilo! Me percaté de que el chico rubio, Carlos, me miraba. Que vergüenza. ¿Que hago? ¡Tierra tragame! - Perdón por ser tan maleducado. Soy Carlos... ¿tu eres... - Míriam - Que vergüenza - - Encantado - Sonrió - - Igualmente... Eee, esto. Creo que mejor me voy - Dije mirando a Álvaro - Nos vemos Le di un beso en la mejilla y salí corriendo del agua. Madre mía que vergüenza he pasado. ¿Porque me pasa siempre a mi? No lo entiendo. Me escurro el pelo al llegar a la tumbona, me pongo las gafas y me estiro. - Si que has tardado - Me reprocha Marta - - Lo siento Martu, pero no te imaginas a quien me he encontrado en la piscina . - No me digas que... - Se incorpora y me mira - Jodeme... ¿Enserio? ¿Y que ha pasado? ¡Cuéntame! - Nada Martu.. hemos estado hablando y ... - Se lo expliqué - - Madre mía... ¿Los tenemos al lado? ¿Enserio? - Dijo super emocionada - ¡No me lo puedo creer! - Asentí - Madre mía... Estas serán las mejores vacaciones que he echo en mi vida, sin duda. - ¡Hay Marta! No es para tanto mujer... son unos chicos normales. - Si, si... Normales... Tienen unas voces que vamos, pagaría por ellas. Son super simpáticos, se preocupan por sus fans y encima... - La interrumpí - - Ya ESTA Marta... No hablemos mas de este tema. Aprovechemos lo que Mallorca nos da. - Y te esta dando a Álvaro, tonta. - Es una cosa imposible... Nadie más habló. Mi móvil sonó. Me daba mucho palo cogerlo, pero podía ser un mensaje de mi padre diciéndome si ya había llegado o como estaba. Vete tu a saber. Pero no... estaba equivocada. El mensaje no era de mi padre. Si no de mi ex... - ¿Mimi que te pasa? ¿Y esa cara? - Me cogió el móvil - ¿Pero este tío es gilipollas, o que le pasa? ¿No te puede dejar ni un minuto en paz? ¡Madre mía! - Yo flipo. ¿A que viene esto ahora? ¿Porqué? - Se me cristalizaron los ojos - En el mensaje ponía: Sé que lo que he echo está mal, se que no me vas a perdonar nunca por lo que te hice, pero también se que estoy muy arrepentido por lo que hice, por lo que te dije y de lo que estoy segura es de que te quiero. TE QUIERO. No lo olvides, eres mi gordi. Eres MÍA. - De verdad que este tío es gilipollas. ¿Como que eres suya? Osea, ¿estamos locos? No puede tratarte así. - Marta estaba enfadada. - - Déjale. Paso de él. - Es lo que tienes que hacer, pero no te tienes que poner así Mimi, mira lo que te puede hacer en un segundo. Él sabía que venías aquí y que aprovecharías para olvidarte de él. Esto es injusto. No tiene derecho de hacerte esto. Dame tu teléfono. - Extendió la mano - - ¿Para qué lo quieres? - Pregunté agarrando el móvil con fuerza - - Pues porque voy a decirle un par de cosas a este chalado mental. - No Marta. Déjalo. - Que me lo des y punto. Esto no se discute Se lo dí sin rechistar. Se como se pone Marta con estos temas y se que no le va a decir gilipolleces. Pero también se como es y cuando se enfada saca su mal genio y estaba enfadada. Yo solo tenía ganas de llorar. ¿Porqué me tenia que enviar ese SMS sin venir a cuenta? Hace más de dos semanas que lo dejé con él y la verdad lo estaba llevando muy bien a pesar de todo. Pero quieras o no duele. Era una relación de casi dos años y medio. Miré a Marta, ella tenia una cara que lo expresaba todo y sus dedos golpeaban con brusquedad las teclas de mi BlackBerry. Marta extendió su brazo para darme el móvil, ya le había enviado el mensaje. Lo leí. No se a que viene esto ahora. Tu decidiste cortar, ahora agárrate a las consecuencias Has echado por la borda una relación de casi tres años solo por un capricho. ¿Y ahora que vengo a Mallorca para olvidarme de ti me haces esto? No te entiendo la verdad Andrés. Olvídate de mi, olvídate de todo, porque yo, lo voy a hace. He venido para no pensar en estúpidos como tú y es lo que voy a hacer. Así que te pido por favor que no me envíes más mensajes ni me mandes Whatsapps porque voy a pasar de tu cara. ¿Me has entendido? Hasta nunca. Tengo que decir que Marta los tiene bien puestos. Yo, en cambio, le hubiera pedido una explicación de porqué ese mensaje y me hubiera pensado si enviarlo a la mierda o no. Mi móvil sonó. No paraba de sonar. Era él. Miré a Marta y ella en seguida se puso al teléfono. - ¿Qué quieres? - le dijo secamente - - Pasame con Míriam. ¡Ya! - A mi no me vengas con exigencias Andrés. ¿Que coño quieres? ¡Déjala en paz! ¿No ves que no quiere saber nada más de ti? - ¡Que me la pases joder! - Marta me miró y yo tragué saliva. No estaba preparada. - - Hola. - Gordita, por favor, escúchame - Miré a Marta y puse el altavoz - - Que quieres - Lo siento. Lo siento. Perdóname. Yo no quise... - Tu no quisiste... eso no cuela Andrés. Tu me dejaste, me hiciste sentir mal y ¿Ahora me dices que te perdone? Esto no se arregla con un simple perdón - Sabes que te quiero. Mimi, hemos pasado momentos increíbles y lo sabes. Yo no quise echar lo nuestro a perder... -No quisiste pero lo hiciste ¿Porqué? ¿Por un simple capricho? Me jodió lo sabes. - Lo se, lo se y lo siento - ¿Cuando vas a decirme la verdad Andrés? ¿Eh? ¿Cuándo? - Dije apunto de llorar - - ¿Que verdad? Si ya la sabes. - Sabes a lo que me refiero. No soy tonta ¿sabes? te he pasado muchas a lo largo de estos años, pero esto, esto no queda así ¿Sabes?. No me llames más, no me envíes mensajes porqué no pienso contestártelos. - Dije llorando - Olvidame para siempre. No quiero saber nada más de ti. - Gordi por favor... - Ni gordi ni ostias - Chille - Déjame en paz ya. Para mi, tu, estás muerto. - Colgué - A lo mejor me pasé en chillar, pero necesitaba hacerlo. Me sequé las lagrimas. Noté como la gente me miraba y sobre todo él. Agarré mis cosas y salí corriendo hacia mi habitación. Necesitaba desconectar. ¿Porqué tenia que joderlo todo? ¿Porqué?. Subí por el ascensor, y abrí rápidamente la puerta. Deje todas las cosas en el suelo de la habitación y me tumbé en la cama. ¿Porque siempre soy yo la que está sufriendo? ¿A caso tengo un cartel que pone 'Hola, me gusta sufrir, enamorarme y déjame'?. Empecé a llorar y llorar, hasta que me quedé dormida. Cuando me levanté, Marta estaba en el salón hablando con alguien, estaba muy emocionada. Tenía un dolor de cabeza impresionante. Odio llorar. Me levanté y fui al salón. Una vez allí me quedé parada. ¿Enserio estaba ahí? ¿Que hora era? Estaba completamente sexy. Iba vestido con unos pantalones largos ajustados, con las bambas de onitsuka tiger y una camiseta blanca y con su sonrisa. Marta y Álvaro estaban sentados en el sofá y miré a Marta con una mirada asesina y ella me respondió levantando los hombros. - ¿Qué haces aquí? - Le pregunté - - Vi lo que pasó abajo, en la piscina. - Ah - Dije seca, mientras me dirigía a la cocina - - ¿Podemos hablar? - No hay nada de que hablar - Venga... - Que no Álvaro, no quiero hablar. - Los ojos se me llenaron de lágrimas - - Va bien para desahogarte. - Miró a Marta - - Yo mejor os dejo solos. Estaré con los demás en la otra habitación. - Se fué - - ¿Me vas a contar que ha sucedido para que estés así de mal? - Se me escapó una lágrima - ¿Qué hago? ¿Voy y se lo cuento? ¿Y si quedo como una tonta? ¿Y si luego se burla de mi? Y lo peor... ¿Y si después se aprovecha?Hola amores!!!
Espero que os haya gustado el nuevo capítulo y espero vuestros comentarios y votos.
Gracias por leer.
Besos, María.
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Pude confiar en ti nada más conocerte - Auryn - Álvaro
Fiksi Penggemar{Novela Terminada} Hola, yo soy Míriam, tengo 18 años, soy morena con las puntas tintadas de rojo. Todo el mundo lleva las californianas esas, pero a mi no me gusta ser una más del montón, siempre me ha gustado ir a mi rollo. Mi mejor amiga se llama...