Prólogo

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Prólogo

La tarde estaba fría, Alice se encontraba en el regazo de su padre intentando recibir calor, este la miraba con ojos llenos de ilusión, hace días que la miraba así, como si por su cabeza tuviera la mejor de las ideas, pero ella aún no sabía por qué el brillo tan peculiar en sus ojos, su padre no quería decírselo, «Aún no pequeña, debo estar seguro» decía cada vez que ella le preguntaba porque había tanta dicha en su mirar, en su forma de hablar y su sonrisa, aquella sonrisa que hacía de ella la niña más feliz, no tanto como lo hacían los columpios del parque, de todos modos ella aún no entendía a los adultos, pero lo que sí entendía era su felicidad, la felicidad de aquellos por sus "proyectos" ¿De cuáles proyectos se podría tratar? El único proyecto que ella tenía era ir al parque cada tarde después de sus clases, después de todo apenas contaba con siete años, aún podía columpiarse mientras su padre la miraba desde la alejada banca.

Pero esta vez era diferente. Esta vez él se había negado a llevarla al parque, había dicho que su idea brillaba mucho más, que era más intensa. Alice era una niña inteligente, pero algunas veces no entendía a su padre, no entendía porque le gustaba trabajar en aquella empresa pequeña donde se dedicaba a crear y arreglar aparatos electrónicos; no entendía aquella sonrisa mientras la miraba.

–Alice, vamos a crear un taller, un laboratorio, algo científico; como prefieras llamarle, el caso es que crearemos algo único. Jamás visto–Le dijo mientras tocaba su nariz.

Ella no entendía nada de lo que dijo su padre, lo único que se le vino a la mente al decir "Científico" era su amiga Clarisse diciendo que los científicos estaban locos, pero desde lo que ella sabía su padre no estaba loco.

– ¿A qué te refieres?–dijo con una voz infantil demasiado notable.

–Seremos grandes Alice, ya verás que seré el mejor inventor, el que cambie a este miserable mundo. Crearemos cosas jamás vistas, pequeña, arreglaremos el mundo. Y tú serás la protagonista de mis creaciones–Dijo con una sonrisa aún más amplia.

Alice sabía que su padre tenía sueños, muchas veces lo encontraba feliz ideando algún proyecto para "sacarlos a ambos adelante", como solía decir. Pero a las pocas semanas de haber empezado su proyecto terminaba furioso y se maldecía a si mismo por no haberlo logrado. Pero esta vez parecía ser diferente, esta vez su padre parecía querer entregarlo todo de sí a este sueño, esta vez, Alice estaba segura, él no se rendiría tan fácilmente, no con algo que lo hacía sonreír de aquella manera, y ella creía en él, sabía que esta vez lo lograría, rezaba en sus pensamientos porque así fuera, porque ella como hija no quería ver a su padre sufriendo como otras veces lo había hecho por no conseguir lo que se proponía; ella creía que esta vez ambos podían salir adelante, tener una vida diferente, como siempre lo habían pensado.

Lo único que Alice le era imposible saber y por el momento entender, era que su padre podía cambiar su vida.

«Serás la protagonista de mis creaciones» había dicho, sin saber ella que realmente eso la cambiaría.



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¡Hola! Mi nombre es Juliana.

Primero que todo quiero agradecer a mi amiga Annel, que me apoyó desde el principio con esta historia, y a todos los que me han apoyado con esto y me han subido el animo cuando quise rendirme, gracias :3 

Espero que disfruten mucho esta historia.

 Twitter: Jules22209602

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