La tarde siguiente, con las chicas nos dirigimos en el auto de Rachel hacia lago, a las afueras de la ciudad. Durante la media hora que llevamos en el auto, Taylor no ha hecho más que repasar la lista de cosas que llevamos al campamento, queriendo asegurarse de que todo sea de acuerdo a lo planeado.
― ¿Trajeron sus linternas? ―Pregunta, y todas respondemos en tono aburrido "sí".
― ¿Cobijas, almohadas, calcetines? ―La misma respuesta―. ¿Repelente para mosquitos?
―Amiga, eso fue lo primero que empaqué. Pero no pude encontrar repelentes para los osos ―dice Franceska, y todas rodamos los ojos.
―Franck, no habrán osos en el lago ―le dice Rachel.
―Eso no lo sabes con seguridad ―responde esta.
―Bueno, mejor volvamos a la lista, chicas ―vuelve a decir Ty, y todas dejamos escapar suspiros―. ¿En qué íbamos? Ah, sí. ¿Trajeron sus tiendas?
―Sí, Tay ―responde Franceska por ambas. Yo no tengo tienda, así que Franck me aseguró que la suya era lo suficientemente grande para las dos. Taylor y Rachel, por otro lado, dormirán muy a gusto con sus novios esta noche.
―Bueno, chicas, entonces creo que estamos bien.
―Uh, creo que no del todo ―empiezo a decir―, Franck se está comiendo los malvaviscos.
―Oye, no puedes culparme ―dice ella, con la boca llena―, de tanto repasar la lista me aburrí, cuando me aburro me da ansiedad, y cuando tengo ansiedad me da hambre. ―Se encoge de hombros.
―En ese caso, esperemos que la noche sea entretenida, porque de lo contrario, te acabarás la comida tu solita ―dice Rachel, con expresión divertida.
Cuando llegamos al lugar y ya hay varios de los chicos del equipo de fútbol con algunas otras chicas del equipo de porristas, a excepción de Brithney y Meghan.
― ¿No viene la copia barata de Mean Girls? ―Pregunta Rachel.
Taylor niega.
―No. Dijeron que ni locas venían a ensuciarse. ―Se encoge de hombros―. Y tampoco iba a tratar de convencerlas de hacerlo, solo se los mencioné porque son del equipo, pero me alegra que declinaran.
―Concuerdo, la noche será mucho más agradable sin serpientes cerca de las tiendas ―comenta Franck toda sonrisas justamente cuando llegamos al lugar.
Josh se acerca cuando nos ve salir del auto, regalándonos esa envidiable sonrisa alegre y amable, la cual se suaviza cuando ve a Taylor. La toma por la cintura y la besa profundamente frente a todos.
― ¡Puaj! No demostraciones de afecto en público, chicos ―se queja Franck, fingiendo tener arcadas, pero como si estuvieran en su propio mundo, solo sonríen sin separarse del todo.
Son bastante lindos juntos.
Josh es un chico guapo, de piel morena, ojos caramelo y tiene un físico envidiable por todo el fútbol. Pero lo que más les atrae a las personas de él es lo divertido y amable que es con todos, su popularidad no se le ha subido a la cabeza como a muchos otros chicos.
―Brandon llegará pronto ―anuncia Rachel, sin despegar sus dedos del teléfono―, y traerá a David con él ―agrega, compartiendo una mirada con Franck, lo que provoca que un ligero sonrojo aparezca en sus mejillas.
―Nada serio, ¿eh? ―Bromeo, repitiendo las palabras que nos dijo después de invitarlo al baile. Dijo que solo le gustaba su aura nerd, pero que nunca pasaría algo serio entre ellos. Sin embargo, los hechos hablan más que las palabras, y Franceska ha pasado mucho tiempo en la biblioteca "estudiando". Pero cuando Taylor y yo pasamos el viernes para hacer una tarea de español, ellos no se veían en plan de estudio en el rincón más oscuro de la habitación, sino en plan de cita; riéndose y haciéndose ojitos, con las manos y la boca en el otro. Sorprendentemente la bibliotecaria no escucho los ruiditos de Franck, y eso debido a que es mayor y con problemas de audición.
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I Hate Loving You©
Novela Juvenil[EN EDICIÓN] Las primeras impresiones no siempre son las correctas... ¿o sí? Samantha Ryan no tiene tiempo para distracciones del futuro que su padre tiene planeado para ella. Mucho menos si viene en un paquete de ojos azules, hoyuelos, y quien pued...