Desperté, un día normal como cualquier otro, pero con una gran diferencia, por alguna razón tenía una sonrisa en mi; pues bien, 7:00 a.m. y comienza mi rutina, la monotonía de cada día, un baño para librarme de esta puta pereza, un desayuno con sabor a protocolo, el cepillo chocando contra mis dientes, vestido, peinado y aunque aún con pereza, listo para trabajar, por primera vez en mucho tiempo... puntual. Pasaron un par de horas y suena mi teléfono, un mensaje -"buenos días, hoy te espero en mi casa cariño"-. Tan solo 9 palabras bastaron para agrandar aún más mi sonrisa y para que perdurara el resto del día; terminé, ansioso, y sonriente, con algo de prisa, bañado, vestido, oliendo rico, 7:00 p.m. y salgo a la calle, con ella en mi mente, contento, por primera vez en mucho tiempo saludo a todos mis vecinos con una sonrisa en mi, me pongo mis audífonos mientras camino y siento que estoy en el mejor musical de mi vida. Poco a poco me acerco más a su casa, mi corazón retumba, casi a salir de mi pecho, me acerco a la esquina, desde ahí veo la casa, aprieto camino, con esas ansias no podía más, llego a su casa, siento que me dará un infarto, toco su timbre y al fondo escucho aquella voz angelical -¡voy!-. Salgo hacia la acera y se me deslumbran los ojos al ver tan radiante mujer "¡por fin, tanto tiempo sin verla!", se acerca poco a poco con una sonrisa en su cara y con dos lágrimas en sus ojos, a medida que se acerca todo al fondo se pone tenue; tomó mi mano, me abrazo, me beso, sonrió -me habría gustado estar contigo más tiempo, espero verte pronto. Te amo-. Confundido, antes de poder decir algo dijo adiós mientras se ponía más borrosa. Desperté; 7:00 a.m. y comienza mi rutina...
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El "mejor" día de mi vida
Short Storyhay ocasiones en la vida en la que tan solo un sonido puede darle un giro a todos tus sentimientos.