Del Otro lado del Muro

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15 de Noviembre

Por mucho tiempo solía decir que mi vida era una basura, que vivía en un vertedero, que no era nada más que una jaula de oro, por mucho tiempo viví rodeado de lujos, de atenciones, de verdaderos cariños, no de estas aberraciones que no han dejado de hacerme desde ese día, siempre disfrutando de lo mejor, pero la verdad es que....... Vivía en el lado correcto del muro, me tocó vivir del lado bueno, lleno de riquezas, abundante comida, de un techo, con un futuro.
Si tú que estás leyendo esto, sigues creyendo que vives del lado "malo" déjame decirte que estas totalmente equivocado, dudo que alguien como tu haya vivió todo lo que yo en la última semana, si sigues pensando que estoy exagerando, déjame contarte mi historia, de cómo lo perdí todo, mis riquezas, mi vida y futuro, del día en que vi el mundo desde los zapatos o mejor dicho.............. Desde los tacones de Wendy



sábado 5 de Noviembre (diez días atrás)

Desperté como cualquier día normal, eran las 10:00 a.m. algo temprano considerando que usualmente mi hora de despertar es al medio día, abrí mis ojos y..... lo mismo de siempre, ese aburrido cuarto en la casa de mis padres, el mismo techo saludándome, a duras penas pude incorporarme, aun sentía la mirada borrosa, el cuerpo cansado y agotado, una respuesta natural si consideramos que la noche anterior ingerí toda esa porquería en mi cuerpo hasta el amanecer

- Da igual-

Me decía a mi mismo al sentir como las consecuencias de la noche anterior surtían efecto en mi, el día de hoy mi madre tenia un asunto importante en su trabajo, la misma mierda de siempre, ella encuentra y cataloga algo "importante" y todo el mundo escribe su nombre en un museo, sea como sea la basura que desenterrara no tenia elección, tenia que hacer un viaje desde la miseria de cuarto que me han limitado a una aun mas misera casa de vacaciones (si es que se puede vacacionar en esa podredumbre) en Nueva Orleans.
Minutos mas tarde me encontraba sumamente irritado a bordo de nuestro avión privado

-Por que tenemos que venir en esta basura?-
- Thomas Tristan Hemsworth!, muestra tus modales jovencito
muchas personas de tu edad quisieran poder asistir a una fiesta como...-
- A ESO LE LLAMAS FIESTA?-

interrumpí en tono burlesco

-solo son un montón de viejos excéntricos hablando sobre un montón
de rocas y piedras oxidadas-


el color de mi Madre cambio de un pálido rosa a un furioso rojo

-ESCUCHA MUCHACHITO ARAGAN!, NO HACES NADA EN TODO EL DÍA
ABANDONAS CADA ESCUELA A LA QUE TE ENVIÓ, ENCIMA DE ESO
PAGO TODOS TUS DESTROZOS Y BORRACHERAS, NO VENGAS
A HABLAR CONMIGO SOBRE BASURA, SI ES JUSTO LO QUE TENGO ENFRENTE!-


añadió mientras me señalaba directamente

-Solo muestra algo de respeto mientras estemos allí, este trabajo
paga todas tus estupideces, al volver a casa
puedes seguir desperdiciando tu vida-

- Como sea, mi vida ya es una basura gracias a ustedes-

Dije mientras miraba a otro lado

Al llegar a aquel lúgubre lugar todo lo que podía ver eran casas viejas y un enorme rio pantanoso que rodeaba la región,

-Apropiado para un chiquero como este-


Decía mientras miraba sin gran expectativa el lugar
Nuestra estadía concluyo de la manera mas lenta y larga, me sentía como los sabuesos del tío Jhon, encerrados en una pocilga deseosos de salir, pero no podía hacerlo, puesto la vieja me nego rotundamente toda salida hasta pasada su exposición, si bien la ciudad parecía un asco, almenos podría probar un poco de ella, y con probar me refiero a montar una o dos chicas de por aquí, algo bueno tiene que salir de esta mierda.



Sábado 12 de Noviembre ( tres días atrás)

Por fin el día llego, la gran presentación de mi madre llego, todo concluyo al parecer bien, almenos 50 vejetes gordos y bien vestidos se reunieron en ese lugar, todos aplaudían a mi Madre, se le veía feliz

-je, la vieja si que sabe hacer su trabajo-

De vuelta en nuestro montón de mierda y madera le comente que el día de mañana saldría a pasear por allí, contesto un sonido aprobatorio cual animal de corral,

(solo eso sabes decir verdad vaca?)
decía para mi mismo, da igual con permiso o no solo me quedaba un día para salir y ver que se puede rescatar de este asqueroso trozo de fango, me recosté sobre el incomodo mueble,

-Aghh almenos en aquella jaula tenia un colchón especial-


Di un ultimo vistazo a los puntos de interés en mi teléfono y me dispuse a dormir


aun recuerdo bien esa sensación, esa seria la ultima noche, en la que dormiría en una cálida cama.


En los Tacones de una ProstitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora