ME GUSTAS, TE AMO. YULLEN

CAPITULO UNICO

 Aun lo recuerda claramente, esa vez que tuvo oportunidad para confesar su amor a ese espadachín malhumorado, tal parece que fue un error hacerlo, antes de que todos abandonaran la sede de la orden oscura para combatir a la extraña horda de akumas, Allen cito a Kanda en un pasillo alejado de todos, ahí le confeso su enamoramiento.

- Me gustas. – dijo Allen mirando al piso lleno de nervios.

Kanda simple no respondió, el ambiente se tornó frio y pesado, la incomodidad fue tanta que dudando en si retractarse, Allen volvió a hablar.

- No te estoy pidiendo que me correspondas, solamente quería confesarlo para seguir adelante. – ajito las manos frente a su rostro, tratando de evitar que las lágrimas se salieran de sus ojos, y salió corriendo a la sala donde se encontraba el arca, dejando al espadachín con una expresión llena de sorpresa.

- Allen, ¿Dónde estuviste? – le pregunto su amiga Lenalee en cuanto lo vio llegar.

- Mmm... Estaba en... la cocina, ya sabes, puede que mi inocencia haya cambiado pero mi apetito no. – bromeo tratando de evitar las preguntas incomodas.

Al poco tiempo, los jóvenes exorcistas abandonaron la orden, para que Allen y Kanda se volvieran a encontrar en una batalla contra Alma Karma y los terceros.

Ahí Allen sintió su corazón romperse por segunda vez, conoció a Alama Karma, el primer y único amor del peli azul.

Con ayuda del arca, logro transportar a los dos a otro lugar, convirtiéndolo en un criminal, un traidor de la orden negra, el único lugar al que pudo llamar hogar ahora lo consideraba un traidor y estaban dispuestos a matarlo, pero algo sorpresivo lo cambio todo, un apócrifo aparece para matar a Allen o, mejor dicho, absorberlo.

Allen logro escapar de la orden y de él conde, ahora se encontraba prófugo y vagando por las calles de Europa, con el corazón destrozado y solo...

- Yuu, soy feliz. – murmuro Alma con el poco aliento que le quedaba.

- Yo también, estando a tu lado siempre lo estaré. – respondió el espadachín.

- Pero yo voy a morir, Yuu, quiero que seas feliz. –

- Quédate a mi lado y lo seré. – abrazo más aquel cuerpo que cada vez se hacía más frio.

- Yuu, quiero que te des la oportunidad de encontrar a alguien a quien amar, alguien que ames y te amé. – pidió acariciando una mejilla de Kanda, este solo pudo abrazarlo más fuerte. – Ya lo encontraste, ¿Verdad?, te has enamorado de alguien. – afirmo con una gran sonrisa.

- Si, de ti. – apretó aún más el abrazo.

- Yuu, ¿También te ama esa persona? – pregunto sin resistirse a su abrazo, - ¿Cómo se llama? –

- ...Allen. – respondió en un susurro. – Pero lo rechacé, cuando me confeso sus sentimientos no le pude contestar, ahora mismo a de pensar que estoy muerto

- Así se llama ese chico que nos trajo, ¿Verdad? – sonrió feliz, solo recibió un asentimiento de cabeza. – Es muy lindo. Pero dime, ¿También te ama? -

- Él, se me confeso antes de que nos reencontráramos, pero lo rechacé, cuando me confeso sus sentimientos no le pude contestar, ahora mismo a de pensar que estoy muerto. – respondió ocultando su rostro.

- Debió formarse una mala idea de lo que está pasando ahora, Yuu, debes regresar. – le ordeno mirándolo seriamente.

- No te dejare. – refuto.

- Si no te vas lo perderás, yo voy a morir te quedes o no, ve y dile lo que sientes Yuu. – le ordeno, Kanda solo pudo responder afirmativo después de mirar los ojos de Alma.