Salí del camarote y me encontré con mi padre.
- Supe que un chico hizo que tiraras la cámara por la borda –dijo apenado. Lo abracé y él me correspondió- Tranquila hija, encontraremos una buena cámara para ti, pero ya no llores.
- De acuerdo –dije achipilada. Fuimos juntos al restaurante que estaba en el cuarto piso. Mis hermanos ya estaban allí y nos sonreían. Hice media sonrisa y me senté junto a James.
- Hola, ¿estás mejor? –me preguntó.
- Sí –respondí seriamente. Me abrazó y luego tomé un poco de vino blanco. Comimos filete, pues mi padre quería darse el lujo desde el primer día. Después de estar riendo toda la noche, decidimos que era bueno ir a dormir ya. Íbamos caminando por el pasillo cuando nos encontramos con Nash, y el chico del gran cuerpo, un chico de pequeños labios y una chica castaña que venía enganchada del muchacho.
- Buenas noches –dijo Nash. Mi padre sonrió y siguió de largo. Nosotras aún nos quedamos allí paradas- Te presento a Cameron y a su novia Danielle y él guapo de allí es Carter, Jack J., un amigo nuestro se tuvo que quedar en la habitación, se enfermó.
- Es un placer –dijimos ambas.
- También para nosotros –dijo Cameron y Danielle se limitó a sonreír. Carter levantó la cabeza.
- Hola –dije a Carter haciendo una media sonrisa-, lamento haberme puesto así… es solo que… esa cámara era importante para mí.
- Sí lo notamos, no te preocupes. Seguro que a Matthew le agradará saber que ya no lo odias –dijo riendo.
- Aún lo odio, tú no tienes nada que ver con él, por eso me disculpé –dije frunciendo el ceño.
- ¿Fuiste tú a la que le tumbó una cámara? –dijo Nash sorprendido.
- Sí, idiota –susurré para mis adentros.
- No fue su intención, además se siente culpable –dijo Cameron.
- Igual y ya pasó –dijo mi hermana. Yo la fulminé con la mirada y luego les sonreí a ellos.
- Tengo sueño, será mejor que nos vayamos ya a dormir –dije tomando a Chloe del brazo.
- De acuerdo, que descansen –dijo Nash y le dio un beso en la mejilla a mi hermana. Yo caminé y solo me despedí de ellos con la mano.
(Narra Matthew)
Luego de estar en el bar, decidí ir al camarote para dormir un rato. Recordé cada cosa que pasé con Kelly y me di un buen baño en la tina de hidromasaje. Me quedé allí por unos minutos y luego recordé que mi celular estaba en la maleta. Al sacarlo noté que tenía un mensaje allí.
Era un número desconocido.
“Hola, amor. Siento el haberte dicho tantas cosas. Por favor perdóname tú a mí. Lamento que lo nuestro no haya funcionado y… quiero que sepas que siempre estaré a aquí para apoyarte, aunque tú casi no me correspondas a esto tan fuerte que siento”.
Esas palabras me hicieron sentir extrañamente bien. Describieron exactamente el sentimiento que tenía ahora. Me hicieron sentir especial. Pensé en que se habrían equivocado pues… yo no esperaba que alguien me dijera eso. Sabía perfectamente que Kelly no era.
“Hola. Yo también lamento que no haya funcionado. Agradezco estas palabras tan alentadoras tuyas y también el hecho de que estarás allí para apoyarme no importa lo que pase. Sería un tonto si no te correspondiera. Aunque… no creo que sea yo el indicado para decírtelo”.