Colorless. [*Rubegetta*]

PARTE ÚNICA

COLORLESS

-N. O.-

¿Te imaginas un mundo sin color?
¿Un mundo en el que sólo puedes ver tonos grises ó marrones?
¿En el que no puedes distinguir el verde del amarillo? ¿O el rosa del rojo? ¿En el que el morado tampoco es visible?

¿Imaginas un mundo así...?

Pues, para Rubén Doblas, su mundo se veía así.

Los colores para él, tan soló variaban en distintas tonalidades de amarillo y azul, no había rojo, no había morado, no había rosa ni anaranjado.

Su visión del mundo, era diferente a lo que la mayoría de personas veían.

Rubén se había acostumbrado a eso, y llevaba una vida normal, una vida sin variedad de colores.

El chico había aprendido a sobrellevar su condición, y de hecho, las personas a su alrededor habían influido mucho en ello, pues Samuel de Luque, su mejor amigo y de quien estaba enamorado, siempre había estado a su lado.

De Luque había sido su amigo desde preparatoria, y a partir de ahí, no habían perdido contacto.

Samuel nunca se había burlado de su incapacidad para distinguir los colores, al contrario, siempre estaba al pendiente de si necesitaba diferenciarlos por algo en especial, y era por ese tipo de cosas, que Rubén había terminado enamorándose del chico.

Para Rubén, el no ver los colores, era algo que en ocasiones le hacía deprimirse... Pues sentía que se estaba perdiendo de mucho... Y era ahí, cuando Samuel le recordaba que estaba bien... Que lo escucharía y le consolaría el tiempo que fuera necesario.

El chico, a diferencia de la mayoría, tan sólo veía en tonalidades grises, azules y amarillas... Los demás colores no existían ante sus ojos.

Samuel sabía que Rubén, en ocasiones, lo pasaba mal al no poder ver otros colores, incluso para él, era difícil el hecho de que su amigo no pudiera ver el mundo tal y como es... De Luque gustaba de aquél chico, y siempre estaba a su lado para protegerle y apoyarle en lo que necesitara, por lo que de tan sólo pensar en lo frustrante que debía ser en ocasiones no ser capaz de diferenciar un color de otro, sentía la necesidad de querer abrazarlo.

El cumpleaños de Rubén se acercaba, y Samuel tenía planeada una sorpresa para el chico.

Durante años, había estado ahorrando dinero por si alguna ocasión especial lo requería, y un tiempo después de conocer a Doblas, supo al instante en qué usaría ese dinero.

No había hablado de la sorpresa con nadie, tan sólo él estaba consciente de lo mucho que podría cambiar la vida del chico y de tan sólo pensar en cuál sería su reacción, se sentía nervioso y emocionado.