El campo de batalla era sin duda un lugar al que no pertenecían los débiles. Hacía más de diez años del inicio de esa guerra.
Ya nadie de ambos bandos recordaba cómo es que se había dado inicio. Solo sabían que para cuando hicieron conciencia ya era demasiado tarde.
Demasiadas muertes sin propósito. Nada podía pararlos hasta que saliera un vencedor.
— ¿Qué sucede Bakagami?—
Aomine hacía rato que le veía con insistencia, el ceño fruncido del pelirrojo se notaba más por sus extrañas; y secretamente admiradas, cejas.
—Siento que cada que vengo a visitarte tu madre me ve raro ¿Estás seguro que no le molesta lo nuestro?—
El día que Kagami conoció a los padres del moreno fue... extrañamente memorable. No fue malo, para nada.
Al contrario, la bella mujer de tez ligeramente más clara que su hijo le recibió; después del momentáneo shock que la invadió, o así fue como lo interpreto, con un fuerte abrazo.
Hoy como en tantos otros días sintió un deje de nostalgia en su mirada que le inquietaba.
Aomine Katsumi nunca se consideró alguien supersticiosa y mucho menos creyó que algún día se vería en la posición de ver que su hijo seria homosexual, pero; después de conocer a su ahora también hijo; porque así lo sentía, Kagami pensó que las cosas sucedían por algo.
Caminaba en dirección a su recamara mientras sonreía, abrió la puerta con lentitud y después de abrir su guardarropa y sacar un baúl antiguo de bonita madera tallada, suspiro.
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SEMANARIO AOKAGA #Wattys2019
FanfictionConjunto de historias que escribi para un reto en el Grupo AOKAGA 5 X 10 en Facebook