1-. Inicio...

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Que extraño es ir sentada en este autobús de regreso... el ver este paisaje tan tranquilo, ver a la gente tranquila... absolutamente no tiene nada que ver de donde vengo... presiento que esto si será algo difícil, pero tendré que asimilar que no estaré en el campo de batalla por un tiempo...

En verdad no puedo creer que dejará que me hirieran, pero en fin, gracias a eso pudimos derrotar al enemigo... Con un demonio cómo duele la herida y en verdad no puedo creer que gracias a esto me manden a la academia a enseñar en lo que me recupero, aún puedo ser útil haya... Maldito Hollow sí que me dejó muy mal, en fin eso me lo merezco por temeraria... tss, tendré que ver el lado bueno a esto, creo que no me sentaría mal el de supervisar las prácticas de los nuevos. Necesitamos gente competente, estamos en un tiempo difícil nosotros los shinigamis somos guerreros que establecemos el orden en el mundo. Y últimamente no a estado muy bien que digamos, han aparecido seres algo extraños que tenemos que combatir. Como odio a esos malditos demonios cada vez se hacen más fuertes ¿cómo lo harán? Quién sabe.

Será mejor que trate de descansar un poco antes de llegar a mi destino...

Conforme pasa el tiempo el camión empieza a disminuir su velocidad, tal parece que ya estamos por llegar... al parar medio abro los ojos y noto como todos empiezan a bajar, será mejor que sea la última y vuelvo a cerrar los ojos, pasados casi nada de tiempo siento como alguien me toca el hombro con cuidado

- Kuchiki taicho llegamos a la academia-. Me dice el chofer con un tono de mucho respeto pero animado yo solo abro mis ojos y me quito los audífonos que en verdad tenían un volumen bajo así que pude escucharlo claramente.

- Muchas gracias-. Me levanto del asiento y le dedico una sonrisa en agradecimiento ya que como estaba asta el final él fue asta ahí para avisarme.

Caminó por el pasillo del camión ya la mayoria había bajado, solo quedaba uno que otro, solo me hacen una ligera reverencia y continúan alistando sus cosas para bajar también.

Si que es un día muy resplandeciente, se siente agradable además de que se nota un aire de tranquilidad, no puedo decir que de paz ya que eso no existe por el momento. Cuando bajo, los que venían conmigo en el camión se ponen frente a mí y me hacen una reverencia y se dispersan, la mayoría habían pedido permiso para regresar para ver a sus familias, otros los habían regresado como a mí que estaban muy mal heridos y otros no aguantaron y pidieron su cambio a trabajar en la academia. En fin no los culpo, estar haya es muy duro no cualquiera puede soportarlo. En cambio yo, fui entrenada para soportarlo, para arriesgar mi vida a beneficio de lograr un mejor lugar. Todo el clan Kuchiki pasa por un entrenamiento especial para pertenecer a los shinigamis y servir con honor.

Será mejor ir de una vez a reportar mi llegada. Conforme voy caminando noto que llamo algo la atención y no precisamente por mi puesto ya que vengo de civil y con la capucha puesta nadie me reconoce y eso es bueno ya que no tengo ganas de interactuar con los demás, pero si le a de ser extraño que un desconocido ande caminando por estos pasillos... después de una larga caminata por fin llegó a esta gran puerta, tenía años que no pisaba este despacho, empiezo a tocar y escucho un adelante, al entrar me quito la capucha.

- Buenas tardes Kuchiki taicho-. Me saluda muy amablemente Nanao fukutaicho, la cual sigue viéndose igual a cuando me fui, con su cabello recogido y sus lentes- ¿Que tal su viajen?

- Buenas Tardes.- le respondo su saludo mientras me indica que me siente.- algo agotador pero tranquilo

- Me alegro escuchar eso.- dice mientras se aleja.- En un momento la anunció, solo que termine la reunión

Yo asiento y me recargo en el respaldo del sofá sin decir palabra alguna, en verdad estoy agotada y teniendo mi herida en el brazo y agregando el largo viaje ya quiero irme a descansar un poco. Escucho como se vuelve acercar, al abrir los ojos veo a La teniente que me arrima una taza de té.

- Esto la relajara un poco, supongo que aún está algo adolorida

- Si, supone muy bien.- con cuidado tomo la taza.- Gracias.-, le doy un sorbo mientras la observo volver a su escritorio con sus múltiples papeles, al verla así me entro una duda y sin pensarlo mucho...- No extraña estar en el campo de batalla Nanao-san?

- No me gusta la pelea.- la veo con mucha curiosidad.- así que extrañar el campo de batalla, no, no lo extraño, lo que extraño es el poder defender a mis compañeros, pero de cierto modo lo hago desde aquí.

- Desde aquí?

- Si Kuchiki-san a veces no sólo es puro papeleo, es también una batalla para conseguir que nos aprueben más suministros y que acepten peticiones, llegar a acuerdos.

Me le quedé viendo, no había pensado en ello y solo me limité a decir

- Gracias por todo-. Con una sonrisa

- No hay de qué, me alegro que esté bien y tenerla de vuelta, de seguro será de mucha ayuda aquí entrenando a los nuevos

- Eso espero-. Ambas volvemos a estar en silencio, no por qué no tuviéramos tema de conversación pero ella sabe que no estaba para eso en ese momento y eso se lo agradecía mucho.

No pasó más de 15 minutos y me dejaron pasar al despacho.

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- Ei tú el de la cabeza de zanahoria-. Voltee disgustado y con mi semblante de enojado, golpearía el que me dijo así, cuando vi a lo lejos un teniente de cabello demasiado rojo y con muchos tatuajes- que bien que volteaste Ichigo - me dijo sonriendo

- Que quieres cabeza de piña?-. Le dije molesto

- A quien le dices así? Acuérdate que soy tu superior inútil-. contestó con una vena saltándole de la frente y nos empezamos a mirar desafiantemente.- tsss, lo dejaré pasar por esta vez, solo por que te están buscando en la entrada, todavía que me tomo la molestia de avisarte mal agradecido- solo dijo eso y se marchó

- Quien me busca?-. El solo me ignoro y se fue. Me dirigí a la entrada y cuál fue mi sorpresa que ver a mis hermanas ahí.

- Onii-Chan-. Corrió a mi encuentro Yuzzu, tan linda ella tan cariñosa y atrás de ella su melliza Karin. Tan diferentes, la primera castaña y con aura maternal mientras que la otra tenía su cabello negro y con un Aura como la mía, sarcástica y desafiante.

- Que hacen aquí?-. Me sorprendió que estuvieran aquí y no encontraba cuál era la razón- algo malo paso?

- Claro que no Ichi-nii, solo que andábamos cerca y Yuzzu quería verte un rato- dijo algo indiferente ella al igual que a mí nos cuesta ser sentimentales

- Pero Karin- volteo a verla- Si tú también querías verlo no sólo yo.

No eran horas de visitas pero como soy de los mejores no creo haya problemas si me tardo un poco en ir a las clases, así que estuve con ellas media hora, me contaron que todo va bien en la casa, en la escuela, ellas van a una escuela normal además de que aún son menores, les pregunte por el viejo y dijeron que seguía igual de loco. Así pasamos el rato ya cuando se tenían que ir y yo entrar a clases me pidieron que las visitará pronto.

Fue un día normal y como cualquiera, las clases pasaron tranquilas, por las ventanas vi como llegaba un camión, no cualquier camión si no uno que traía a unos shinigamis de Vuelta del campo de batalla, solo vi como los que ya estaban abajo le hacían reverencia al último que bajo y se marcharon, se me hizo raro, por qué hacerle reverencia a un ¿enano?, continúe con mi andar. Tenía clases y si quería que me eligieran para ir a la batalla tenía que esforzarme. Tenía que cumplir con algo y eso estaba en la batalla.
Una venganza que tenía que realizar para poder estar en paz.

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Mi camino... serás tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora