Superando el odio [Tobirama]

Capitulo 9: Izuna y Hashi

Izuna despertó tarde. Le había costado mucho dormirse, a parte de que cuando llegó a su tienda eran ya altas horas de la madrugada, antes de dormir, había tomado dos decisiones. La primera que no volvería a lamentarse por el matrimonio que ella misma había decidido llevar a cabo. Puede que no fuese el futuro que imaginaba, pero tampoco imaginó nunca que pudiese llegar un día en el que hubiese paz. Ya se había prometido a sí misma que haría todo lo que pudiese por proteger la villa y su matrimonio con el Hyuga traería estabilidad a la aldea y la fortalecería. No volvería a dudar. La segunda decisión que había tomado la noche anterior era no volver a acercarse a Tobirama. Aun estaba profundamente confusa con todo lo sucedido la noche anterior , no podía dejar que algo así ocurriese de nuevo. No con él.

 Se puso su uniforme de combate y salió de la tienda dispuesta a hablar con Hashirama. Le diría que ya se encontraba perfectamente y que no era necesario que su hermano menor estuviese pendiente de ella. Estaba segura de que no se negaría, había tanto trabajo por hacer en la aldea que era ridículo tener a un buen soldado como el Senju cuidando de una enferma. Se sorprendió de no encontrar a albino rondando por su tienda como solía hacer. Sólo Kagami Uchiha, al que su hermano siempre le ordenaba cuidarla, esperaba junto a la carpa a que ella despertase. 

-Buenos días Izuna-sama- le dijo nada más salir- Su hermano quiere verla.

-¿Cómo no me has despertado antes?- preguntó incómoda.

Podía ver cómo comenzaban a prepararlo todo para la comida. Debía de ser casi medio día.

-Bueno quería que descansase un poco más- reconoció el Uchiha con una sonrisa.

-Ya estoy bien no te preocupes.

Kagami siempre le había caído bien. Era más o menos de su edad, ella recordaba de niña cómo jugaban juntos cuando su hermano salía. Confiaba ciegamente en él, era un ninja leal y honesto. Fueron juntos hacia la carpa donde se encontraba su hermano con Hashirama revisando documentos como era ya su costumbre. Los dos le dedicaron una sonrisa cuando entró. Ella hizo lo mismo y revisó la carpa con disimulo. Allí tampoco estaba. No había ni rastro de Tobirama. Pensó que era lo mejor y se sentó con los adultos.

-Te pondré al día- dijo Madara- Hemos decidido que Hashirama será el líder. El señor feudal quiere tener una entrevista con él la semana que viene.

Izuna tenía sentimientos encontrados. Obviamente ella prefería que el líder de la aldea fuese su hermano, pero era increíble que hasta el señor feudal se hubiese interesado por la pequeña villa que estaban montando. Madara notó el malestar en el rostro de su hermana y rió.

-Sabes que yo no podría tomar ese puesto- dijo con una sonrisa- Hasta los niños Uchiha se asustan cuando me ven. Este idiota en cambio se lleva bien con todo el mundo.

Hashirama soltó una carcajada a pesar del insulto de su hermano y ella sonrió. Eso era cierto, Madara era fuerte e inteligente. Había sido un buen líder para los Uchiha, todos le respetaban pero también le temían. Eso podía valer para la guerra pero la era de paz que querían crear necesitaba un líder como el Senju.  Alguien afable y simpático. Suspiró y después asintió con la cabeza.

-Si a mi hermano le parece bien, no tengo pegas.

-En tal caso- intervino el Senju con una gran sonrisa- ¿Querrías escoltarme hasta el palacio del señor feudal? Si yo salgo Madara tendrá que quedarse a cuidar de la villa y necesito ninjas fuertes conmigo para dar una buena impresión.

 -Por supuesto.

Izuna se animó en seguida, necesitaba algo de acción.

-Saldremos en tres días- concluyó él.