matryoshka ꒱ stray kids [ PAUSASA ]

- ̗̀ O2 - ✧

~

Mientras iba hacia la puerta de la tienda para salir Jisung se dio cuenta de que había olvidado su mochila en el desván. Cuando entró otra vez a aquella poca iluminada y fría habitación la ancianita ya no estaba y, ahí en el suelo estaba la mochila.
Se agachó a recogerla sin ni siquiera acordarse de cómo había acabado en el suelo. Después de eso Han volvió, ahora sí, para dirigirse a la salida.

Para su suerte otra vez había algo que se lo impedía, oyó el sonido de cuando una cerradura se desbloquea, lo típico de las películas, pero solo pudo percatarse de que la enorme muñeca de madera que tanto le había sorprendido antes ahora era diferente. Había cambiado de color, y el diseño del rostro de la mujer pintada en la madera no era el mismo.
Se frotó los ojos varias veces seguidas para comprobar que no estaba teniendo alucinaciones, pues el mareo que le estaba empezando a entrar era insoportable.

― Parece ser que no has logrado entender la nota...

Definitivamente debería de estar alucinando, ¿una muñeca de madera le acababa de hablar?

― ¿No querías volver al pasado? — adivinó la muñeca interrumpiendo una vez más los pensamientos del chico.

― ¿Cómo lo sabes? ― preguntó alamardo.

― Eso no es lo importante...yo fui quien escribió aquella nota la cual tú te has atrevido a romper sin ninguna razón. Te trataba de dar un consejo: vive el presente y no el pasado. Jisung, deberías de dejar de preocuparte por el pasado, vive el presente, te vas a acabar atormentando tú mismo más de lo que lo hacían tus antiguos compañeros ― dijo aquella voz.

Genial, una matryoshka le estaba hablando y encima sabía su nombre...sí, estaba alucinando.

― Haz lo que consideres adecuado, yo te he dado mi consejo. ― estas fueron las últimas palabras que pudo oír a la muñeca pronunciar.

Jisung se despertó por una molesta música que provenía de su móvil, lo cual pudo deducir que alguien le estaba llamando.

— ¿Sí? — preguntó con voz de dormido.

— Jisung, ¿dónde estás?

— ¿Changbin? ¿Por qué me llamas? ¿Qué hora es?

— Son las once y media de la mañana, idiota. Estoy en el centro comercial ya, no te acordabas de que habiamos quedado, ¿verdad?

— Sí, sí, de hecho estoy saliendo de casa...

— ¡Llevo media hora esperándote, habiamos quedado a las once!

— Vale, ahora voy. — dijo con un tono de desprecio terminando la llamada.

¿Había quedado hoy con Changbin en el centro comercial? Ya ni se acordaba...
Se vistió rápidamente, se peinó un poco el pelo, cogió las llaves y el móvil y salió de casa dirigiéndose hacia el centro comercial que estaba a unos diez minutos andando de su casa.