—¡ERES UN PERVERTIDO!
El grito de Hinata fue el que me despertó. La sentí tomar mis manos y quitarlas de algún sitio que mis ojos adormilados captaron como... Sus pechos.
¿La estaba abrazando de ahí mientras dormía? Sin más me eché a reír, mientras ella me golpeaba con una almohada.
—¡Te juro que no me dí cuenta!
Pero ella no me escuchaba, estaba demasiado ocupada tratando de asfixiarme.
—Eres un atrevido hasta cuando duermes.
—¿Qué? ¿No te gustó?
—¡Pervertido!
Luego de un momento dejé de reír. Acababa de recordar que estaba enojado con ella, y despertaba en la misma cama abrazándola. Maldito alcohol. Pero siendo sincero, no podía estar mucho tiempo sin hablarle, el claro ejemplo había sido la noche anterior.
Hinata comenzó a buscar sus zapatos, y después de ponérselos me miró frunciendo el ceño.
—¿Tú me trajiste?
—Sí — musité.
—Dime que no hice algo embarazoso...
Su semblante parecía preocupado, así que decidí jugar un poco con ella.
—Dijiste que me amabas.
Abrió los ojos de par en par, yo trataba de permanecer serio. Hinata se sonrojó hasta las orejas y yo me solté a reír nuevamente.
—¡Te odio, Uzumaki! — gritó al darse cuenta — Dios... Me duele la cabeza — dijo poniendo una mano en su frente.
Iba a contestarle una estupidez, cuando tocaron la puerta de la habitación, imaginé que era el servicio, pero la voz de Shikamaru se oyó del otro lado.
—¿Ya puedo entrar a la habitación que yo pagué? — recalcó las últimas palabras.
—Entra, senpai — le dije rodando los ojos.
Shikamaru entró, todavía llevaba la ropa de la noche anterior.
—¿Dónde dormiste? — le pregunté.
—Abrazado a Gaara, que fastidio.
Hinata y yo soltamos una sonora carcajada al mismo tiempo.
—¡No es gracioso! No sé cómo terminé ahí...
—Le fuiste infiel a Temari — me burlé.
—Y con su hermano — secundó Hinata.
—¿Desde cuándo se burlan juntos de la desgracia de la gente? ¿Ya se llevan? — dijo mi amigo con cierto tono sugerente.
—No sé de qué hablas — espeté.
Hinata sonrió y se dirigió a la puerta.
—Iré a prepararme para el desayuno — anunció antes de irse.
—Sabía que ésto terminaría así — dijo Shika en cuanto ella cerró la puerta.
—¿Qué?
—Olvídalo, date prisa o gano el baño yo — se fue hacia nuestras maletas mientras negaba levemente con la cabeza.
Fruncí el entrecejo, pero no dije nada.
..
[...]
.
.
Después de una buena ducha con agua fría, y tomarme una Aspirina para el malestar, estuve listo. Vestí un conjunto deportivo, no sabía que tipo de actividades se realizarían. Shikamaru imitó mi atuendo, y ambos fuimos hacia el restaurante donde nos indicaron que se iba a desayunar.
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¡Y es que odio amarte!
Teen FictionNaruto Uzumaki juró no enamorarse de la cínica Hinata Hyuga, quien además es su prometida, pero ¿podrá lograrlo siendo ella la única que puede pagarle con la misma moneda?