A YunHo las cosas artificiales no le parecían divertidas, es más, le aburrían.
Lo que si le gustaba era encontrar sus ojos con los de aquel chico de esa disco, claro; se miraban pero no se decían nada pero para YunHo era una conversación.
Pero siempre que se iba pareciera que el otro se iba a acercar.
