I'll Love You Forever ||707 Y Tú||

Capítulo 24

Acaricio suavemente la pequeña gatita que se encontraba acurrucada en sus piernas ronroneando, luego de haber desaparecido un tiempo había regresado cual hijo prodigo y aceptado su lugar como el heredero de la multimillonaria compañía C & R.

Una joven lo observo atentamente desde la puerta, sus cabellos cafés caían suavemente por sus hombros mientras que las puntas azules bailaban suavemente debido a la fría brisa que entraba por la ventana abierta.

Estaban en silencio, aquello ya era normal, sabia que su pareja no era de muchas palabras ni tampoco demasiado cariñoso. Pero aun así se acerco a ella y paso su brazo por encima de sus hombros abrazándolo suavemente, el pelinegro se sorprendió ante aquello, su novia solía ser tímida normalmente.

-¿Shodan? ¿Ocurre algo?

Preguntó el pelinegro recibiendo solamente una negación de cabeza de parte de ella.

-No es nada.. Solo, te vi aquí tan pensativo... ¿Y me empece a preguntar que estaría pasando por tu cabeza ahora?

Preguntó con suavidad mientras que apoyaba su barbilla en el hombro de querido pelinegro, hace un par de años que ambos habían empezado a salir, y aquello le había sorprendido de sobremanera.

-Siento si te preocupe, en realidad lamento ser tan pésimo novio... Normalmente te dejo sola y preocupada, espero que puedas perdonarme algún día.

Sintió como el hombre tomaba sus manos con su suavidad, haciéndola sonreír con suavidad.

-Jumin, has sido un novio increíble, ¡no tienes por que disculparte! Pero la verdad es que si me preocupas...

Se separo para caminar hasta quedar frente a el, lo único que la cubría era la camisa larga que el había usado aquella mañana, se sentó suavemente en sus piernas y se apoyo en su pecho.

-A veces veo tus ojos, y puedo notar que cargas una gran tristeza en ellos.. Dime Jumin, ¿que te hace tan infeliz?

Aquello sorprendió al pelinegro, el cual solo atino a abrazarla con fuerza contra el ocultando su cabeza en el hueco entre su cuello y su hombro, respirando suavemente el aroma que ella desprendía.

-No soy infeliz, solo... Es complicado, no encuentro las palabras para explicártelo, pero prometo que algún día lo haré. Nunca mas pienses que soy infeliz, eres mas de lo que merezco Shodan...

Dijo antes de morder con suavidad el cuello de su mujer, haciéndola estremecer, sin embargo no dijo nada. Ella sabia bien lo que pasaría si se sentaba en sus piernas solo vistiendo aquella camisa suya.

Jumin, para disculparse, la cargo en brazos y la llevo a su habitación, y se quedo con ella toda la noche.