¡JUNGKOOK!
¡JUNGKOOK!
¡AYÚDAME!
¡CORRE!
¡VIENEN POR TI!
¡TE VAN A LASTIMAR!
¡CORRE!
-¡NO!
-Jeon, solo fue una pesadilla, cálmate y cámbiate, nos vamos en 15 minutos.
Wooseok salió de la habitación, había escuchado unos ruidos y al verlo se quedó a su lado esperando a que despertara de esa pesadilla.
Jungkook estaba asustado, muy asustado, ya no sufría pesadillas a menudo, puesto a que no dormía, pero no podía acostumbrarse, cargaba su infancia sobre sus hombros la cual causaba todo eso.
También causaba un terror a los hombres mayores, un miedo a las mujeres y un sentimiento de aislamiento, por eso era muy tímido y corría de cualquier extraño.
Sus pesadillas solo eran gritos, gritos de diferentes personas, todas pidiéndole ayuda y diciéndole que alguien le va a hacer daño, no sabía de quien eran y de donde venían, pero era simplemente traumatizante.
Tomó aire y después de unos segundos se levantó, miró su ropa por unos momentos, estaba limpia y seca, no había tierra y no olía a perro mojado, se la puso, y aunque tenía frío pues nada le cubría las piernas, se sentía limpio.
Salió del cuarto y cuando fue a la sala donde estaba Wooseok este le lanzó su mochila casi vacía y una cajita de leche de fresa.
-¿Qué es esto?
-Una bebida que calmará tu hambre por un rato, ahora, vámonos.
Antes de que Jungkook pudiera decir una palabra, Wooseok lo agarró del brazo y lo metió al auto, al parecer tenía prisa.
No le molestó en lo absoluto que le haya tratado de una manera tan brusca, estaba algo acostumbrado a que lo jalaran a todas partes, y se convenció de que no importaba porque, al fin y al cabo, él no era frágil, no era de porcelana, solo era un niño que le tocó ser tratado físicamente así.
El cielo era gris y pequeñas gotas caían y se estrellaban contra la ventanilla, al parecer era día de trabajo, pues había mucha gente caminando y muchos coches pasando, lo típico de las grandes ciudades.
De pronto se acordó de la leche que le había dado, sin decir nada la abrió y comenzó a tomar.
Nueva obsesión desbloqueada: la leche de fresa.
Después de unos minutos de trayecto llegaron a una casa, la casa que se convertiría en la base de muchos recuerdos de Jungkook.
Ambos bajaron del coche y después de unos segundos, un chico de cabellos rizados, unos lentes redondos y cara de niña apareció por la puerta.
-Oh... Hola.
Wooseok jaló al chico hacia él para luego decirle cosas en susurro, el menor no escuchó mucho, solo unas palabras como "¿por qué te metes en estas cosas?" "¿un regalo?" "medio muerto".
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Learn To Live; JK Bottom.
FanfictionA los cinco años llegó y empezó, a los nueve años lo perdió, y a los quince años escapó. Un pasado que no quería recordar, donde todo era sufrimiento y una depresión que lo seguiría por mucho tiempo. Después de casi morir en medio del frío, del mied...