Fruto del destino que lo sella

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Mata el dolor la voluntad, mata el deseo la cordura. Cuál es la esperanza de este mundo en el que apenas pensé vivir uno o dos días... el remordimiento cayó sobre mí. 

Desde la más alta torre, cuchillos vestidos de diablo atravesaron mi alma dejándome preso al caos. Mi corazón late cada día más lento, mis venas se pudren por cada sol caído. 

Fingir estar bien, es decir que la vida es mi amiga para ahuyentar la muerte. 

¿Será ésta la última jugada de mis pesadillas?

El InterrogatorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora