—Perdona, ya me muevo.
Me quedé callada mientras Ana desplazaba su cuerpo hacia el asiento de al lado, dándome espacio para sentarme.
Y en aquél momento lamenté un poco el haber bebido vino; porque si mi mente no hubiese estado envuelta en esa agradable niebla, rápidamente hubiese deducido que había un número de posibilidades reducidas en cuanto a las personas con las que Aitana podía haber ido a cenar y a tomar algo al Spice.
Y evidentemente, había ido con Ana.
—¿Qué, primi? Le has dado a la botella, ¿no?
Joder, Aitana. Qué oportuna.
—Tampoco he bebido tanto —dije, sin ni siquiera haber sido capaz de decirle un "hola" a la morena que tenía al lado. —Pero llevo mucho cansancio y... se me ha subido un poco.
—Ya, ya... —respondió mi prima, mirándome a través del retrovisor.
—Que no ha bebido tanto, dice.
—Nerea, cállate anda —entre las dos me estaban poniendo de los nervios. —Y tú arranca el coche que tengo sueño.
Aitana y Nerea compartieron una mirada cómplice y se echaron a reír.
—Qué mala leche, la leona.
Rodé los ojos y dejé chocar mi espalda contra el asiento como si no hubiese escuchado a Ana llamándome por aquél mote. Como si no se me hubiese removido todo por dentro. Pero la verdad es que los ojos no eran lo único que hacía rodar, porque en cuanto el coche se puso en marcha, empecé a marearme de una forma notable.
—¿Estás bien, Miri?
Ay, Ana.
Tenerla al lado, con aquél perfume que me traía los mejores recuerdos, y después de haber bebido vino, era una combinación bastante peligrosa.
Hice un esfuerzo por abrir los ojos y mirarla. Su pelo ligeramente ondulado, sus pequeños pendientes y una blusa clara que incluso en la penumbra resaltaba su piel morena.
Es que había cambiado hasta en la forma de vestir. Ahora era mucho más elegante, más madura, más adulta, más...
—¿Quieres que paremos el coche? —me preguntó de nuevo, con dulzura.
—No, no. No lo paremos, no.
Solo me faltaba alargar más el viajecito hasta mi casa. Me negaba a ello.
Ana intentó reprimir una sonrisa, y no pasé ese detalle por alto.
—¿Qué te pasa? —pregunté, sin rodeos. —¿De qué te ríes?
—Nada —dijo, cabeceando.
—Aprovecha ahora que tienes mi atención, en cualquier momento voy a abrir esa ventana para vomitar.
Ana puso cara de horror y acortó la distancia entre las dos.
—¿Miriam, te encuentras muy mal? De verdad que paramos si lo necesitas.
Me reí ante su reacción.
—Que no, que era broma, chica —aclaré.
Ana chasqueó su lengua negando con la cabeza.
—No tienes remedio.
Podía haber contestado muchas cosas pero decidí callarme ya que mis filtros no estaban en su mejor estado después de todo lo que había bebido. Sin embargo, seguí mirándola para hacerla hablar.
—A ver, nada, que estás muy graciosa cuando bebes.
El nivel de la situación era que me puse hasta roja, y agradecí que fuera de noche para que Ana no pudiese percibirlo.
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Aún me tienes. QLBEPL2 🦋 || WARIAM
Fanfic❧ Segunda parte del fanfic "Que lo bueno está por llegar 🦋" {https://my.w.tt/VuYfbP2vOU}. Han pasado cuatro años desde que Ana abandonó el pueblo de su tía para estudiar en Barcelona, y dos desde que su relación con Miriam acabó. Ahora que ha termi...