Dauyo: Una historia genérica

Parte 6 - La misión

¿¿¿- ¿Hola?

Daniel- No puedo creer que en verdad funcionara. Ya estaba empezando a pensar que era inútil. Mh, me siento como en mi primera misión... *Entablando un tono más profesional que involucra una voz más grave.* ¿Quién eres? y ¿Qué trabajo deseas que hagamos? Espera, me estoy olvidando de un paso... Mh, digo, primero que nada, ¿Con quien tengo el gusto?

¿¿¿- Oh perdón, donde están mis modales... Mi nombre es Guillermo, pero casi todos me dicen Guille, y el trabajo es para recuperar algo de alguien.

Daniel- ¿De alguien? Parece un trabajo perfecto para nosotros. *Volteando a ver a Luna*

Luna- *Suspirando* Otro robo no...

Daniel- Y... *Volteando la mirada hacía el hombre* ¿Quién es ese alguien?

Guillermo- En realidad no se quien me lo robo, no lo pude ver en el momento. Aunque... *Poniendo cara de miedo* Creo que fue un fantasma...

Daniel- Este sujeto está loco... Moon. *Le hace una seña para que se acerque más mientras se agacha un poco*

Luna- ¿Sí? *Se acerca a la oreja de Daniel.*

Daniel- *Susurrando* No crees que hay algo raro con este tipo.

Luna- *Susurrando* Tú solo siguele la corriente... Me esta empezando a dar pena.

Daniel- *Susurrando* Ok... Al cabo que solo queremos el dinero... *Hablando normalmente* Y... ¿En donde fue que el fantasma te lo quitó?

Guillermo- Fue en el hotel Urish, aquí en el centro de la capital. Creo.

Daniel- Ok, solo sería cuestión de que nos llevaras ahí.

Guillermo- Entonces, ¿Sí aceptan el trabajo?

Daniel- Si... *Lo dice con voz dudosa*

Guillermo- Perfecto, entonces síganme, es por...

Daniel- *Poniendo su mano en su hombro para detenerlo* No tan rápido Guille, aún nos falta saber cuál va a ser nuestra recompensa.

Guillermo- ¡Ah, es cierto! Bueno... Ehm.... ¿Cuanto quieren?

Daniel- *Poniendo su mano en la barbilla* Hmmm, ¿Qué tal 100 de silver? Tenemos que aprovechar este pedido todo lo que podamos.

Guillermo- Ehhh, ¿Qué tal 10 de silver? Me quiere estafar, me quiere estafar, me quiere estafar...

Daniel- Bueno, ¿Qué tal 50 de silver? Si no acepta, tendré que utilizar el plan B.

Guillermo- ¿20...? No se que estoy haciendo pero creo que debo regatear.

Daniel- Mira, ni tu ni yo, 25. ¿Qué dices? Todos caen, no importa quien sea. La regla de partir la recompensa a la mitad es demasiado efectiva. Lo aprendí de la conversación de unos comerciantes que hablaban en el mercado hace mucho tiempo y, he de admitir, fue una de las cosas más útiles que he aprendido jamás.

Guillermo- Bueno, esta bien. Espero que no haya sido demasiado. ¡Trato hecho! *Estrecha la mano de Daniel*

Daniel- Es un placer hacer negocios contigo... ¡Claro que es un placer! ¡Acabas de darnos la vida!

[Después de ponerse de acuerdo, Guillermo guío a los tres al hotel en el que se estaba hospedando. El hotel aparentaba ser modesto en el exterior, pero parecía lo suficientemente decente como para albergar a personas de clase media.]