Capítulo 28 || ¿Traición o verdad?

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Todos los jóvenes estaban amontonados en el marco de las puertas que daban al salón comedor y miraban entre desconcertados y bastante desconfiados toda la secuencia que sucedía justo frente a sus ojos, pero, aunque estaban siguiendo hasta el más mínimo movimiento que Hasgard y Aldebarán daban, sentía que estaban perdiéndose de una parte muy, demasiado, grande en toda esta historia y eso los frustró demasiado rápido y el enojo no tardó en hacerse notar.

-Dijeron que nos habían dicho absolutamente toda la verdad y ahora resulta que nos han estado mintiendo todo el tiempo.- Las palabras de Aioria salieron con remarcado resentimiento, pero Dohko simplemente lo ignoró y pasó por su lado, decidiendo ignorar su pregunta tal y como los menores habían ignorado la suya de "que estaban haciendo allí husmeando".

-No pueden guardar silencio para toda la vida.

-No pretendemos hacer eso, Ángelo, pero si no le contamos acerca de Hasgard, fue porque él nos lo pidió así, pero por otras cuestiones, no como lo es con Kardia, ya que no teníamos ni la más mínima idea sobre él, así que no quieran acusarnos de cosas que no son ciertas.

-Nos mintieron.

-No les mentimos. Los protegimos que es distinto, aunque lo hayamos hecho de una persona que quería protegerlos tanto o más de lo que nosotros lo hicimos. Admitimos nuestro error para con Degel y tratamos de enmendarlo dándole ayuda y evitando que se suicide, pero eso no quiere decir que nos arrepentimos de haber hecho todo lo que hicimos en un primer momento. En ningún momento les mentimos y tampoco les estamos mintiendo ahora, así que no vengan de ofendidos porque el primero que se vuelva a quejar, con o sin su herencia, se va de esta casa y no regresa ni rogando perdón.

-A Mettaxas lo han metido aquí, rogando perdón.

-Ya les dije que con él es diferente. Él nos ha jodido a todos y tenemos que descubrir la razón por la que lo hizo, y apenas si lo sepamos, les juro que se va a ir de aquí tan rápido como llegó. Ahora ya no quiero hablar más con ustedes, así que se dan media vuelta y se van, se van fuera o se encierran o lo que sea que quieran hacer, pero se me desaparecen de la vista.

-¿Dónde está Lord Belier?- Inquirió con enojo Saga

-Con resaca. Saben que él no es de beber y lo que pasó ayer lo dejó más que mal, así que por el día de hoy no van a verlo. Así que con más razón los quiero, tranquilos aquí o lejos hasta que todo recobre un mínimo de calma. ¿Podrían entender y conceder eso? Les hemos dado una educación digna de reyes, sin hacer diferencia con nuestro propio hijo, así que mínimo, deberían ser capaces de seguir una simple orden el día de hoy.

Los herederos se quedaron mirando al chino con mucha molestia, pero no fue hasta que Dohko les dio la espalda y se alejó de ellos, que no se fueron de ese lugar, cada uno con un destino diferente uno del otro.

Saga, Kanon, Aioros y Aioria salieron a comer, mientras que Dite convenció a su pareja de salir, dándole la opción que mejor resultado le daría, que era la de ir a una cata de vino, cosa que el peliplata aceptó sin pensarlo un segundo.

Shura simplemente se encerró en su cuarto y se metió en una larga conversación telefónica con su abuelo Izo, que, aunque había mejorado notablemente en su enfermedad, eso no lo dejaba tranquilo al español y quería saber todo el tiempo como se encontraba esa única familia que le quedaba y la situación que se presentaba en la casa, le daba la excusa perfecta para poder ponerse en contacto con su abuelo y hablar cuanto se le antojara.

Por su lado, Mu y Shaka simplemente se sentaron en el jardín, a pasar la tarde y tomar el té mientras hablaban de todo lo que les faltaba preparar para la llegada de su hija, que, aunque faltaban unos meses y ellos ya tenían casi todo listo, no podían negar que estaban muy emocionados y un poco asustados por todo lo que inevitablemente les caería encima, pero eso no quitaba que se sintieran felices y orgullosos con su decisión.

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