APOCALYPSIS ϟ ᴄɪɴᴄᴏ ʜᴀʀɢʀᴇᴇᴠᴇs

II

ᴘᴀsᴀᴅᴏ.

Karen esperaba a Cinco en el jardín, su mente estaba despejada, cuando sintio ese pensamiento. Si me esta esperando, demonios aquel pensamiento vino de la mente de Cinco, quien se encontraba caminando hacía ella.

-- ¿Short? ¿Otra vez? --preguntó Cinco confundido-- ¿Sabes? Creo que ya sé porqué tu y Klaus se llevan bien, a él le gusta tus faldas y a tí sus pantalones.

-- Eso se escucho mal, como tu pensamiento --dijo Karen observandolo--. Si no querías, ¿por qué aceptaste?

Cinco la observo, para luego sonreír.

-- Deberías de usar tu don en el entrenamiento en vez de usarlo como si nada, contra mí --comentó para luego ponerse enfrente de ella con los puños en alto.

-- ¿Qué haces? --preguntó Karen confundida.

-- ¿Qué no querías entrenar? Vamos a ver si en verdad te sirve aquellos shorts --se burló Cinco.

Entonces sin previo aviso, Karen le dio una patada en el estomago, Cinco se agacho para levantar el rostro y verla, Karen sonrió. No iba a dejar pisar por un niño con demasiado ego y exigente, entonces Cinco ya no estaba donde se suponía que debía estar, Karen cayo al suelo, Cinco la había golpeado por atrás, eso provoco que Karen se golpeara el rostro con el suelo.

-- ¡Me golpeaste! --exclamó Karen sin creerlo.

-- ¿Qué pensabas? --preguntó Cinco burlón-- ¿Qué no golpearía a una niñita que se comporta como niño?

-- Vaya, no sabía que eras machista --dijo Karen levantadose del suelo, para golpear a Cinco, pero no funciono, se teletransporto atrás de Karen--. Y para acabarla, haces trampa.

-- Tu empezaste, Karen --dijo Cinco, para darle una patada, patada cual Karen detuvo con su mano, para torcer la pierna de Cinco y hacerlo caer--. ¡Suelta mi pierna!

-- Vaya, creí que los niños eran más fuertes, NÚMERO CINCO --dijo burlona, para soltarlo.

Cinco rápidamente se levanto del suelo para golpearla, haciendo caer al suelo, Karen empezo a quejarse, mientras tenía su mano puesta en su nariz. Cinco se le acerco preocupado, lo que provoco que Karen lo pateara a una pierna para que cayera.

-- Vaya, Cinco --dijo Karen--. Al parecer caes fácilmente con solo que una mujer finga que la dañaste --dicho eso le golpeo el rostro con el puño.

-- Haces trampa, tramposa --gruñó Cinco.

Ambos siguieron peleando, alguno golpes eran esquivados, otro no, y eso hacía que Karen y Cinco quisieran seguir peleando hasta que uno cayera al suelo rendido, no paso. Ambos se detuvieron, para descansar, pues ambos se encontraban cansados, Karen leía un libro que Ben le regalo "Orgullo y Prejuicio". Cinco se le acerco, con una toalla secando sus sudor y otra para darsela a Karen.

-- ¿Qué lees? --preguntó.

-- Un libro, duh --soltó Karen, cerrando el libro para agarrar la toalla y dejar el libro a lado de los dos.

Cinco ya seco, agarro el libro para abrir una pagina alazar y leer. Entonces sonrió, y luego se puso serio, Cinco hacía expresiones que Ben a veces hacía, igual que Karen cuando lee algo. Karen lo miro detenidamente, ¿por qué nunca se dio cuenta que Cinco se ve guapo? Es lindo y Karen apenas se daba cuenta.

-- “He luchado en vano y no puedo hacerlo más. Mis sentimientos no serán reprimidos. Permítame decirle cuan ardientemente la admiro y la amo.” --Cinco recinto, para sonreír-- Vaya, Karen... Esta frase me gusto.

-- Es bella --dijo Karen, acercandose a él--. Si llegaran a pedirme ser novia de alguien o casarme, lo cual dudo, quisiera que me dijeran eso... ¡Sería hermoso!

-- ¿Por qué dudas? --preguntó Cinco volteando a verla, la chica de ojos avellana lo observo fijamente.

-- ¿Qué no es obvio, Cinco? --dijo Karen, con un nudo en la garganta--. Somos producto para eliminar y combatir, arriesgar nuestra vida por otros. En cualquier momento moriremos, quizas mañana yo muera, o quizas en dos meses muera Ben, o Klaus... Y nunca viviremos para esto, para tener una vida normal, porque si no morimos, significa que nos quedaremos a combatir para siempre, hasta que lleguemos a la tercera edad o... Cuando uno tenga el valor para irse de aquí.

-- Vaya --soltó Cinco, observando como la chica pensaba--. Pues prometo, que cuando seamos adultos o cuando tengamos la oportunidad, tu y yo nos iremos.

-- ¿Y Klaus? ¿Ben? --preguntó Karen-- Klaus sufre aquí, Ben no quiere esta vida, quiere ser libre como yo, no quiere trabajar, no quiere combatir ni sus poderes.

-- Nos iremos con ellos, lo prometo.

Karen sonrió.

Esa noche, Karen se encontraba en su habitación con Klaus que le contaba algo sobre como le fue en aquel lugar negro que Sir Reginald lo había encerrado. Pero obvio que dejo de hacerlo al ver a su hermana con mirada perdida, entonces la llamo tres veces, haciendo que Karen reaccionará.

-- ¿Cómo te fue con Cinco, enamorada? --preguntó con una sonrisa.

-- Bien, y no estoy enamorada --dijo Karen con una sonrisa, al recordar a Cinco--. De hecho, te tengo una noticia.

-- ¿Cuál?

-- Nos iremos de aquí, escaparemos. Cuando tengamos nuestra primera oportunidad, Cinco, Ben, tu y yo, juntos.

-- ¿En serio? --preguntó Klaus emocionado, dejando ver una sonrisa verdadera.

-- Si, lo prometo --dijo Karen.