Canciones desesperadas

26 de abril de 1999

Un día de un invierno decadente

Existes. Soy incapaz de no concebirte en mis pensamientos. Abro los ojos, ahí estás. En mis sueños, estás. No hay lugar donde no te encuentres presente. 

Te conocí una mañana de un invierno decadente, dos semanas antes de primavera. Fueron días templados, equilibrados. El clima era adecuado. El silbido de las aves lo era también. Todo se acomodaba perfectamente. No obstante, gracias a mi falta de perspicacia y a mi carácter poco sensible, no pude prepararme para tu triunfal y gloriosa llegada. 

Luego entraste, te presentaste ante un público que te miraba con los mismos ojos que yo, aunque con diferentes intenciones. Me acerqué y te saludé, usando un pretexto algo tonto para hablarte. Fue así como pude ver tus maravillosos ojos, aquellos ojos que si el poeta más grande de todos los tiempos se atreviera a describir, terminaría fracasando, pues no existen ni serán inventadas palabras suficientes para lograr hacerlo. Algunos dicen que los ojos son la ventana del alma, seguramente por eso cualquier artista sería incapaz de plasmar lo que inspira la belleza que transmite tu tierna y sensual mirada.

Cuando tu esencia se introdujo hasta el más recóndito lugar de mi espíritu, me desvanecí; caí por completo en un abismo de ilusiones y desilusiones, de esperanza y desesperanza, de alegría y tristeza. En ese momento sentí una conexión especial con cada aspecto de mi ser efímero. Cada una de mis neuronas tardaba demasiado en procesar lo que veía; lo que sentía. En ese momento se disipó cualquier pensamiento realista, y comencé a ser escéptico de todo lo que me rodea. Ahora estoy loco, no logro distinguir lo real de lo irreal, sino que vivo absorto en un mundo donde ambas partes de un universo indiferente son posibles.

Han pasado treinta y tres días desde que llegaste a revolucionar los motores de mi cerebro. Y en la locura he decidido escribir este diario para dar testimonio de ello, con la vana esperanza de que un día lo encuentres y leas todo lo que escribo sobre ti.