Capitulo 1: La historia

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Capítulo 1: La historia
“Contare cierta historia de una chica llamada Rebeca, como es su historia pues es diferente a la tuya o a la mía o a la de cualquier otra persona, todo se desarrolla en el planeta Gemun en el cuadrante 6589, del Universo nuestro por no dar un número, cualquiera podría decir que este planeta es idéntico a la tierra donde los humanos habitan bueno entonces les diré”
Gemun es un planeta colorido de gran cantidad de personas, la mayoría de la gente luce como humanos, lo que diferencia a este planeta de la tierra es, en Gemun la gente vive como en la edad media, siendo un planeta bastante calmado, sobre las calles una pareja tomados del guante caminan.
-Hoy es un día bastante agradable es un día para que cualquiera de nosotros salga a visitar el bosque, quiero ir a mi templo recuerda que hoy es un día especial para nosotros.
-Marian no había querido decir, pero el rey me ha pedido ayuda en la corte, creo que algunos guerreros preparan alguna emboscada y no puedo perder tiempo, pero te prometo que de alguna manera compensare este día la próxima semana
- ¿la próxima semana tardaras tanto?
Ante las palabras de su esposo Marian cambia su expresión y se detiene a observar como su esposo no se detiene, ellos no dicen nada, su esposo solo se despide de ella con la mirada y se va, mientras ella simple se quedaba en la calle. Su marido por su parte dirigía su rumbo al castillo, la mañana perfecta para Marian había cambiado, por lo que su única opción fue regresar a su casa y ahí esperar   a que la noche llegara para poder llegar a su templo.
Pasaban las horas y Marian se sentía muy triste, pues últimamente su esposo pasaba menos tiempo con ella, ella pensaba que probablemente ella no era tan bonita para su esposo, pero estaba en un error, su larga cabellera color negra, su cuerpo delgado, sus amplias caderas y su busto la hacían lucir bastante bien, pero eso no era todo, Marian era una hechicera nocturna, una de las mejores del mundo. Si ella sospechara que su Marido la engañaba sus cartas ya se lo hubieran dicho, pero no era así, últimamente las cosas en el reino estaban bastante calmadas en lo que la guerra se refiere, pero si era cierto que el rey estaba bastante revolucionario. No pasaron muchas horas cuando el sol ya estaba ocultándose y su marido regreso con su vestimenta de guerra.
-Marian he regresado, tengo malas noticias para nosotros .
- ¿Querido que te ocurre? Es algo malo, ¿Hay invasores en el reino?
-No es nada de eso, el rey quiere que todos los guerreros debamos estar en el palacio debido al nacimiento de la hija del rey, quiere celebrarle una fiesta, pero teme que alguien trate de agredirle, por lo que solo vine a decirte eso.
El esposo de Marian la toma entre sus brazos, el esposo de Marian era un guerrero bastante destacado, el mejor del reino, ante nueva cuenta Marian volvió a quedarse sola. Ese pequeño instante entre su marido y ella había logrado que ella estuviera más a gusto, porque al menos sabía que el aun la amaba.
El reino estaba bastante contento, pues la hija del rey tenía un mes de nacida y la familia real la había nombrado Kazuri, ella sería le heredera del reino. Marian también quería tener una niña, a Marian le gustaría ponerle el nombre de Rebeca.
Así concluyo ese día con las celebraciones de todo el reino, todos los ciudadanos estaban invitados, pero Marian no había ido a la fiesta, se había quedado en casa para preparar todo para su ritual, el ritual era especial, porque ese sería su cumpleaños número 20, parecía que su esposo lo había olvidado. Al día siguiente Marian salió al centro a comprar algunas cosas para celebrar su ritual de cumpleaños, todos en el pueblo hablaban de la fiesta de celebración de la princesa Kazuri.
-Buenos días Marian, ¿cómo está usted?
-Bien, gracias
-Le doy lo de siempre
-No en realidad, solo venia por unas velas. ¿como estuvo la fiesta de la princesita?
-Bastante bien, aunque dicen que el rey se puso algo loco, bebió bastante y sigue la fiesta, creo que va a seguir hoy hasta la noche.
-Bueno creo que se divirtieron, lo veré después gracias, le encargo mi casa voy a estar fuera por estos días
-Pierda cuidado
Marian salió de la tienda y empacando sus cosas para celebrar su cumpleaños número 20 ese día, Marian siguió su ruta para el bosque, llegando hasta un pequeño altar (donde la mayor parte del tiempo estaba) que ella había hecho para su pequeño ritual de cada año, coloco sus velas y las dejo encendidas.
-Vaya, parece que es un día bastante agradable, parece que va a llover en la noche, sería mejor que celebrara mi cumpleaños con mi esposo, pero no está, bueno no lo culpo, su trabajo le cuesta y debe ser parte de su deber proteger al rey, desde que era niño le han entrenado para servir y ser un buen ninja. Estoy a gusto el día de hoy, no se cumple 20 años todos los días, me gustaría conocer cierto planeta del que he leído en mis libros, igual y le digo que me lleve en mi cumpleaños número 21, eso sería perfecto o que me lleve en el nacimiento de mi hija que debemos tener.
Marian se quedó en ese pequeño altar rezando por sí misma, estaba tan motivada feliz por su cumpleaños que se quedó ahí por unas horas, hasta que llegó la hora de la comida parte de su ritual era hacer ayuno ese día. Marian termino su comida y regreso a su altar pequeño para seguir con la oración. La tarde de ese día era nublada, perfecta para los rituales mágicos de Marian, estaba feliz de agradecer a la diosa de la luna por eso rezaba desde temprano.
Mientras rezaba Marian recordó que ese rezo era parecido al que hacían en honor a un Dios, pero ella creía que ese era falso, puesto que nunca había notado la presencia de ese Dios. Pasaban las horas y ya estaba el sol oculto. Y las gotas de lluvia caían sobre la cabeza y rostro de Marian, que había cerrado su pequeño altar para descansar. El ritual de Marian estaba a punto de terminar, solo tenía que pasar la noche en ese pequeño altar.
En medio de la noche unos gritos alertaron a Marian, eso gritos provenían del bosque y eran los gritos de un hombre.
Ante tales gritos Marian salió a explorar el bosque para ver donde provenían esos ruidos, Marian salió por el bosque y se llevó una sorpresa.
-Rey pero que así aquí tan solitario, ¿creí que estaba de fiesta por el nacimiento de su hija Kazuri?
-¿Quien me habla?
-Rey soy yo Marian
-A Marian querida que sorpresa
-Rey deje llevarlo a mi altar, no es muy lejos de aquí. Mire esta algo golpeado y rasguñado por las espinas y ramas del bosque
Marian llevo al rey a su altar, para curarle las heridas que tenía producto del bosque que había rasgado su piel y ropa. Marian haciendo uso de algunos ungüentos y plantas medicinales había tratado los golpes, rasguños y moretones que tenía el rey
-Rey creo que ya está bien, mire su piel ya no sangra, no era nada grave solo heridas superficiales, quizá producto de la fiesta y parte de todo el licor que ha de haber consumido
-Gracias Marian, dime porque estas tan solita en este lugar
-Bueno estoy celebrando mi ritual de cumpleaños número 20, es hoy
-Cumples años hoy Marian Felicidades, yo también estoy celebrando, mi hija Kazuri tiene un mes de nacida. Mi esposa este muy contenta, yo también, pero no se creó que prefiero que Kazuri sea una princesa normal, mi esposa prefiere que Kazuri sea una princesa científica. Tu esposo es un gran guerrero y ha estado cuidando mi castillo
-Gracias, y felicidades por su hija, dígale a la reina que saludos, bueno mi esposo se esfuerza bastante
-Dime Marian ¿tú no has considerado el tener hijos?
- A decir verdad, sí, quiero tener una niña
-Si no serias una mala madre, después de todo tienes un bonito cuerpo, pero una niña no es la mejor opción, sufren bastante
-rey creo que su gente lo debe estar buscando
-A decir verdad, no lo creo
-Si quiere puedo sacarlo de aquí y llevarlo al camino principal en caso de que no conozca el bosque o tenga miedo de las criaturas
-No por ahora estoy bien, pero Marian te ves muy bonita mojada y con tu pelito suelto y esa hermosa estética que tiene tu cuerpo.
El rey se acercó a Marian quien lo miro de manera extrañada y se alejó de él, el rey se lanzó y puso sus manos sobre el cuello de la pobre de Marian, quien estaba aún débil por qué parte de su ritual consumía energía y poder mágico de Marian. Acto seguido el Rey  saco su espada y colocándola en el cuello de Marian, arranco la ropa de la pobre Marian, quien ante la impotencia de poder hacer algo solo sus gritos y llantos no podía hacer nada solo forcejeaba y trataba de escaparse de los brazos del rey, el cual coloco sus labios en los labios de Marian para silenciar sus gritos cometiendo el rey  un acto salvaje y denigrante arrancando la inocencia de Marian, quien lágrimas en sus ojos solo esperaba recuperar algo de magia para poder escapar.
La tortura de Marian duro varios minutos, minutos en los que cada segundo que pasaba era peor y más humillante y al terminar el rey se levantó volviéndose a colocar su ropa de rey dejando a Marian en el suelo quien no dijo nada solo se levantó y volvió a colocarse su ropa, el rey le dio la espalda y ante unas palabras
-Marian por tu bien te recomiendo que no digas nada ya que yo soy el rey y nadie te duda de mi porque he sido un buen gobernante.
Después de las palabras se dio la vuelta y acto seguido Marian con sus fuerzas lanzo un poderoso conjuro que perforo el pecho del rey, quien ante el dolor grito, para suerte del rey algunos de sus caballeros estaban cerca y pudieron escucharlo, iban a toda prisa, Marian escucho el galopar de sus caballos, la intención de ella era terminarlo, pero tenía poca fuerza para completar el acto pues tenía poco tiempo, así que salió de su pequeño altar, corriendo hasta la parte más escondida del bosque, ella conocía el bosque bastante bien.
Los caballeros del rey lo encontraron tirado en el altar de Marian, de manera inmediata lo llevaron con él al palacio, el rey fue atendido por los médicos del pueblo, la herida que Marian había hecho era profunda pero no de mortalidad.
Por otro lado, en casa de Marian su esposo el Ninja Truper, esperaba sentado el regreso de su amada, tenía en sus manos un recado que la propia Marian había dejado, el recado decía lo siguiente “Cariño mío en cuanto llegues y veas este recado quiero decirte que estoy en mi altar celebrando mi cumpleaños número 20, es especial para mí, voy a darte una gran sorpresa, algo que he querido hacer desde que me case contigo, cuando regrese te cuento todo te quiere Marian”.
Truper no podía dar crédito a las palabras escritas por la propia Marian, había olvidado por completo que era el cumpleaños de Marian, se concentró bastante en su empleo que lo olvido. Lo único que tenía que hacer era esperar a que ella regresara.
En las calles los caballeros estaban recorriendo los rincones y haciendo sonar la alarma de ataque contra el rey, Truper sabía que tenía que cumplir una orden y salió a donde estaban los demás guerreros.
-Caballeros ¿decirme que ha pasado?
-Truper, si no hubiera sabido que has estado con nosotros todo el tiempo dudaría de ti
-Pero que ha pasado
-Marian ha intentado matar al rey por la espalda, al parecer era parte de un ritual, le hemos encontrado tirado en lo que parecía ser un altar de sacrificio
- ¿Pero ¿qué dices?
-Lo siento en verdad sé que la amabas demasiado, pero es lo que hay. Incluso podríamos pensar que es una trampa para ella, pero no lo es, el propio rey lo ha dicho, ahora le estamos buscando, incluso la orden es que si alguien la oculta matarlo.
Ante las palabras de su propio compañero de trabajo Truper quedo devastado, solía podía pensar en que esa sería la sorpresa de la que Marian le había dicho, la sangre le hervía sentía que se habían burlado de él, su orgullo de ninja había sido golpeado y el no aceptaría tal acto. Volviendo hacia su casa para tomar su espada con la que daría muerte a la que es su mujer, las alarmas del reino se activaron, todas las personas no daban crédito a lo que escucharon. Truper llego al palacio para disculparse con la reina y para recibir castigo conveniente así que se acercó a hablar con el rey
-Su majestad le pido perdón por los actos de ella, he venido a recibir mi castigo
- ¿Castigo?, tú no tienes la culpa de los actos de Marian, nunca imaginamos que esas serían sus verdaderas intenciones
-En verdad lo siento
-Escucha, sé que quieres venganza, por lo que he decido hacer una cosa, te pondré a cargo de la caza de Marian, sé que nada te hará más feliz que eso
-Sera un honor para mí su alteza, Marian manipulo y aplasto mi orgullo como ninja, así que nada me hará más feliz que recuperarlo y como pues trayéndole la cabeza de Marian a sus pies
-Te lo encargo mucho, solo me preocupe por mi hija Kazuri, que nada le pase a ella
Truper dejo el palacio del rey y emprendió la marcha para buscar a Marian, en todo el pueblo esa noche la prioridad era encontrar a Marian, Truper regreso a su casa para encontrar alguna pista de donde podría estar Marian, todo lo que encontraba era nada, no había pista alguna de donde podría estar Marian.
En el palacio la reina hablaba con el rey acerca de lo sucedido, ella se preocupaba por su marido, creía realmente la historia contada por el mismo, su historia fue que él estaba perdido en el bosque debido a que la fiesta se había excedido entonces una voz le había pedido ayuda y esa voz era Marian, el la había ayudado llevándola al altar, donde ella había conjurado algunas cosas y había obligado al rey a beberlas, pero su intención había sido arrancarle el corazón para reemplazar su identidad y de esa manera sacrificar a Kazuri.
La historia del rey había sido creída por todos los ciudadanos que querían bastante al rey, al ser un rey todos los ciudadanos que lo admiraban se habían preocupado por él y habían decidido cooperar con él para encontrar a Marian, solo un habitante del pueblo aun confiaba en la prófuga. La reina con la pequeña Kazuri en sus brazos la arrullaba y le contaba historias porque todo el pueblo estaba en alboroto, ella aun creía en Marian, no dudaba de su esposo, pero pensaba que alguien más había planeado eso, Marian era amiga de la reina, pero como podía dudar de su marido si todas las pruebas estaban en contra de Marian

Marian estaba en un cenote, limpiando su cuerpo con el agua que corre por ese sendero, las lágrimas de Marian aun recorrían su joven rostro, aún estaba cansada, dolida, humillada y maltratada era lo que ella sentía, en ese momento su cumpleaños y el mejor día de su vida se había convertido en lo peor que pudo haberle sucedido, en su mente aún tenía una idea, ella confiaba en que su marido le apoyaría y escaparían juntos, ese cenote daba a la luna que iluminaba todo, Marian la observaba fijamente, su bello rostro se iluminaba y solo pensaba en que ella necesitaba escapar de ese pueblo, pero estaba bastante débil y no podía hacer nada, esa era la razón por la que quería que su marido la acompañase, como ella era una hechicera su ritual de cumpleaños le desgastaría bastante su energía vital y mágica, por lo que apenas podía estar en pie y de ninguna manera podía regresar al pueblo o su muerte estaría garantizada.
Marian se decía a sí misma “creo que mi vida ha cambiado no me arrepiento de lo que le hice al rey, me consideré una persona buena pero mi vida es primero”. Cuando se sintió más limpia por el agua del cenote salió y de acomodo unas cuantas hojas para dormir, su ropa estaba rota, así que lo único que pudo hacer era coserla para usarla y no ir desnuda por el bosque.
Al día siguiente Marian camino por el bosque con el fin de encontrar algo que comer de manera extraña esa mañana sentía más hambre de lo usual, cuando exploraba el bosque escucho a los caballeros del rey, ella ya se imaginaba que la buscarían para matarla o al menos para llevarla a juicio donde la matarían, Marian quería llegar a su casa para tomar ciertos objetos de su casa y dejarle alguna nota a su marido donde pudiera encontrarla. Ella sabía que jamás encontrarían el cenote donde se encontraba, pero no podía hacer ruido si no quería ser descubierta, durante su exploración solo encontró algunas frutas que no satisfacían su apetito que ese día era anormal, alguien en su posición que podía hacer, no podía reclamar al rey porque quien podría creerle.
Marian regreso a su cenote, las cosas estaban bastante alborotadas en la mañana así que sabía que no podía hacer exploraciones, sus pocos recursos debía limitarlos para esa noche, cuando las cosas estuvieran más calmadas podría regresar a su casa para recuperar algunas cosas. También quería regresar a su altar por cierto objeto valioso para ella.
Truper estaba en su casa destruyendo los objetos que algunas pertenecieron a Marian, pero aquello que pudieran llevarla a ella los conservaba, su anillo de bodas lo había destrozado y colocado veneno en un pequeño cristal.
-Truper, no hemos encontrado rastro de ella
-Lo sé, Marian se ocultó bastante bien, parece que aprendió mis técnicas para ocultarse
-Voy a explorar el altar para ver si encuentro algo que nos lleva a ella.
Truper salió de su casa para hablar con el rey para ver si él sabía algo de donde pudo haber ido Marian, quizá entre su ataque ella hubiera mencionado algo más, como algún otro templo que tuviera preparado. Truper llego al palacio del rey, pero solo encontró las puertas principales abiertas y en la entrada a los jardines estaba la reina con la pequeña Kazuri en sus brazos, Truper se acercó a ella para preguntar si el rey estaba en condiciones para responder algunas dudas
-Su alteza, he venido para hablar con el rey
-Lo siento el rey no quiere responder preguntas, ordeno cerrar las puertas del palacio
-Solo quería preguntar si algo mas podía sugerir para encontrar a Marian
-Lo sé, pero realmente crees que Marian cometió el acto para asesinar a mi marido. Yo no sé qué creer
-Reina, la verdad yo no dudo del rey, la razón fue cierta nota que Marian me dejo
-Quizá alguien la reemplazo para poder cometer ese acto
Las palabras de la reina no hicieron eco sobre Truper, debido a que él era un experimentado guerrero hubiera sospechado de alguna manera que ella no era Marian. La reina contaba a Truper sus sospechas de que ella no era Marian, aún tenía una pequeña esperanza en que así fuera, pero cada vez se desvanecía más y más.
Truper seguía con la reina, pero no decía nada solo estaba en el patio sentado, si su plática con el rey era cierta probablemente Marian atacaría esa noche o en ese momento en el que la pequeña princesa Kazuri estaba en los brazos de su madre, era un blanco perfecto para morir.
Truper estuvo alerta durante bastante tiempo, incluso sugirió a la reina quedarse esa noche en su palacio, en caso de que Marian atacara a su hija esa noche. Cosa que la reina ya empezaba a temer, porque incluso su propio esposo que la conocía bastante bien dudaba de ella, las esperanzas de que su amiga fuera inocente se habían desplomado casi por completo.
Al pasar las horas y llegar la noche Marian estaba hambrienta pero no podía hacer nada por salir de su cenote, las cosas no estaban del todo bien así que, aunque sintiera más hambre que otros días se mantuvo callada por varias horas hasta que el cansancio la rindió al caer dormida

En el palacio en la habitación de la pequeña Kazuri, Truper caminaba por su pequeña habitación con su espada en mano por si alguien atacara el palacio, al no sentir ningún peligro guardo su espada y se acercó donde descansaba la pequeña princesa para decirle algunas palabras
-“Pequeña princesa, yo me encargare de que Marian no te haga daño mi deber es proteger a la familia real nadie te hará daño en especial si fue alguien que se burló de mi”.
La reina estaba más tranquila al saber que Truper cuidaría de su hija, eso la tranquilizaba más, Truper al igual que el rey eran personas en quien podías confiar. Aun en esa noche la búsqueda no cesaba contra la pobre Marian

El rey estaba recostado en su habitación, pensaba en lo que había hecho, no se arrepentía de lo que había hecho, pero quizá si en lo que dijo, quizá pudo pedirle perdón o que hicieran un trato para que no dijera nada, nunca se había imaginado que Marian se ocultaría tanto. Eso se estaba descontrolando, en su mente solo pensaba una cosa, “Marian podría estar hablando y convenciendo a los ciudadanos a los que contara lo que paso y eso provocara una revuelta”.
Pasaron los minutos y se convenció de que nadie sospechaba de el por ser el rey además,  él ha sido el mejor rey que llego y ella pues solo era una simple hechicera.


Capítulo 2: Sorpresa
A la mañana siguiente Marian despertó de prisa un dolor en el estómago acompañado con náuseas y vomito la despertaron, esa mañana tenía algo diferente, sus piernas se acalambraban, su sed parecía no tener fin, su enorme apetito estaba presente en todas partes, pero carecía de alimento no tenía nada y las búsquedas aún estaban presentes, cada vez estaban más cerca, ella tenía que llegar a su casa para recoger algunas cosas que había ocultado, su mañana diferente llamó su atención cuando escucho que los caballos ya no estaban salió para conseguir alimento, camino por varios minutos hasta recoger más frutas, raíces y granos para consumir, tenía esperanzas de que los caballeros ya estuvieran cesando las búsquedas, pero no, todos los caballeros y habitantes del pueblo continuaban con la búsqueda de Marian.
Marian recogió alimentos del bosque, no podía recoger muchos, puesto que si duraba bastante los caballeros podrían encontrarla, al estar de vuelta en su escondite recordó algo muy importante, por el momento los únicos que la buscaban eran los guerreros, pero ¿qué pasaba con los chamanes y brujos?, Marian comenzó a preocuparse, puesto que ellos podrían encontrarla, no tenía suficiente Magia para borrar su presencia de ellos, pero si tenía magia para esconderse en el cenote, ese cenote era un punto clave para el escondite, porque el cenote tenía su propio poder mágico, la idea que Marian tenia era ocultarse en el cenote, pero eso no impediría que los hechizos la buscaran y rastrearan en el bosque, en el cenote solo se podía llegar si sabias como, su idea fue ocultar solo el cenote, eso no le gastaría tanta magia.
Tal cual fueron las sospechas de Marian, sintió a su alrededor como los chamanes y brujos estaban en el bosque, como si no tuviera más problemas ahora debía quedarse más tiempo en el cenote e incluso gastar magia para ocultarse unos instantes y conseguir la poca comida que pueda, todo esto para sobrevivir.
En el palacio, el rey ya estaba mejorando, las grandes habilidades medicas le estaban permitiendo recuperarse más rápido, había ordenado una expedición hacia diferentes reinos, la idea del rey era hablar con los gobernantes de otros planetas para advertir de la presencia de Marian, muchos reinos habían acordado una visita con el rey. Esa visita estaba programada en los siguientes 2 días, en esos días el reino de Gemun se quedaría sin sus gobernantes. En la parte del comedor del palacio estaban el rey y Truper.
-Truper es necesario que vengas con nosotros en las reuniones con los otros reinos, Marian podría estar preparando una ofensiva contra nosotros
-Su alteza, pero y si ella está aquí y ataca al pueblo, los ciudadanos pueden caer
-No creo, considero que ella tiene un propósito aun mayor, además alguien de otros reinos podría atacarnos, por eso requiero de tu escolta y siendo tú debes conocerla mejor y alguna pista nos podría llevar a ella.
Después de un intercambio de palabras, el rey había logrado convencer a Truper de que los acompañara a la visita de los otros reinos, la visita se había acordado en 31 días. Los habitantes del reino preocupados por el rey y su vida acordado vigilancias en caso de avistamiento de Marian cerca del reino, por lo que la multitud de gente estaba cerca del castillo en la puerta principal y en la periferia. La reina estaba en la sala del castillo con la princesa en sus brazos, los trabajadores del castillo informaban a la reina que los preparativos para la visita a los reinos ya estaban programados.
-Su alteza, la gente está preguntando por usted y el rey, ¿desea que les diga algo para calmarlos?
-No está bien, solo lleva a la princesa a dormir y yo mismo les diré algo, necesito encargarles que estén al pendiente del castillo.
Ante las palabras de la reina el empleado llevo a la princesa Kazuri a descansar y la reina salió para hablar con la gente, además eso le serviría de distracción, en los últimos días, estaba bajo cierto estrés y el dar un paseo por el reino le serviría bastante bien, pidió a los empleados que la acompañaran. Para el paseo de la reina 3 empleados salieron a acompañarla, ante la visita de la reina por el reino la gente se acercó a ella para preguntarle por el rey y ella.
-Reina, estábamos preocupados por usted. ¿Como esta?
-Gracias, me encuentro bien, agradezco la atención que se toman para conmigo y mi marido
-Escuchamos, que van a ir a otros reinos para buscar a esa mujerzuela.
-Si así es, creo que no es necesario insultar a Marian.
-Creo que es necesario ella…
-No más palabras, les agradezco, voy a dar una vuelta.
La reina siguió con su recorrido, algo de lo que le gustaba a la reina era salir a dar una vuelta y comprar objetos, eso la relajaba bastante. Al pasar unos minutos la reina estaba visitando las tiendas, en una tienda vendían una liga para el pelo, decidió comprarle la liga a su hija, la reina estaba bastante feliz por su hija.

Por otro lado, en el bosque para ser precisos en el cenote, Marian estaba en el agua descansando, en su mente solo podía pensar una cosa, ese planeta ya la detestaba, en los reinos vecinos solo se podía llegar por un portal mágico, era la única manera en la que ella podía escapar y tratar de vivir en paz, al pasar el tiempo encontraría una manera de explicar lo sucedido a su esposo. Marian aún estaba convencida de que su esposo creía en ella. Algo resonó en el bosque, era una trompeta, Marian reconoció ese sonido.
El sonido solo anunciaba una cosa, anunciaba que los reyes saldrían de visita a otros reinos, las posibilidades de Marian se estaban reduciendo, al salir los reyes anunciarían que ella es una traidora y no podría escapar. Lo que Marian desconocía era cuando saldrían los reyes, cada vez Marian se sentía más cansada y con hambre, las posibilidades de conseguir alimento se iban reduciendo, los arboles de la zona no proveían de mucho alimento, Marian era una vegetariana desde que empezó a practicar la magia, por eso ella no casaba animales solo con fines mágicos, pero no los sacrificaba solo les tomaba alguna pluma en caso de ser ave y algo de pelo etc. Al pasar las horas y caer la noche Marian sintió un mareo repentino, y había empezado a vomitar, desconocía Marian él porque del vómito, su única realidad quizá eran las vallas y frutas que había encontrado.
Al terminar su vomito Marian tenía unas plantas medicinales y había preparado algo de té, eso había aliviado el malestar de Marian. Al pasar las horas Marian se había dormida entre sueños, Marian tenia algunos sueños, uno de los sueños de Marian tenía que ver con su infancia, en ese sueño recordaba a sus padres y una bella época que paso. Otro de los sueños tenía que ver con su boda, para Marian ese había sido el día más feliz que tuvo, desde que era niña soñaba con casarse y formar una familia, había sido más perfecto su día al haberse casado con uno de los mejores guerreros.
Los sueños que Marian tuvo fueron agradables hasta el tercer sueño, en ese sueño Marian recordó el ataque del rey hacia ella, soñaba cada imagen y cada sonido y gesto que el rey había hecho, desde el sueño Marian lo veía en tercera persona como si ella fuera un espectador, por más que tratara de despertar esa imagen se guardaba. El cuerpo de Marian se movía y producía sonido de gritos aun dormida, Marian despertó cuando el sol empezaba a salir. Lo primero que escucho al despertarse fue el paso de unos caballeros a todo galope y las conversaciones de ciertos personajes
- ¿Escuchaste esos gritos? 
  -Sí, deben ser los de esa maldita, no esta tan lejos
-Estará escondida en el bosque
-Los conjuros de los magos la deben estar afectando, eso impedirá que salga esta semana.
-Ese un punto clave, para evitar que escape y así advertirles a los reinos
Esas palabras eran los caballeros del rey, Marian había escuchado, eso había indicado que estaban cerca del cenote y eso preocupaba a Marian iba a llegar un punto en el que descubrirían el cenote, y eso le afectaría bastante, los sueños de Marian no los podía controlar ella y menos los gritos de sus pesadillas era la primera vez que le sucedía, pero eso no quería decir que sería la última vez, si la pesadilla de su ataque se hacía recurrente estaría en problemas.
Ya habían pasado los días establecidos para que los reyes partieran a visita de los otros reinos, los portales ya estaban abiertos y los reyes ya se dirigían, a medio camino la reina se desvió porque quería antes visitar cierto lugar, la reina se había detenido en la casa de Truper y Marian, antes de entrar a dicha casa miro la casa y después de un respiro entro a la casa y dejo cierto objeto. Después de haber hecho eso regreso con su marido, Truper y su hija, quienes la esperaban en uno de los portales. Los habitantes del pueblo los estaban despidiendo y deseaban un buen viaje, ellos habían prometido cuidar del castillo, en el viaje de los reyes parte del ejército había ido con ellos en caso de ataque o emergencia, Truper era bueno, pero no podría con todo un ejército, caso de ataque Marian podría atacar por sorpresa con alguno de los guerreros de los pueblos.
Al irse los reyes la gente del pueblo había regresado a sus actividades diarias, en esa época del pueblo los niños estaban descansado y en vacaciones, en este planeta se educaba a los niños y niñas en ser guerreros, curanderos y otras artes, la magia no entraba en la escuela eso solo se enseñaba de manera particular, pero no en esta época las calles estaban llenas de los niños y gente. Los campesinos llevaban sus cosas a vender al pueblo, llevaban frutas, verduras, semillas y productos frescos era un pequeño planeta, pero bastante productivo, en el pueblo se acercaba una celebración y la mejor manera de adelantarla era a esperar el regreso de los reyes que habían partido a otros reinos en la mañana.
Por su parte en el primer reino a los que los reyes habían ido a visitar acababan de llegar y estaban siendo recibidos.
-Bienvenidos sean los reyes de Gemun Raído y Morgan con su pequeña hija Kazuri. Acompañados de Truper comandante del ejército y su ejercito
-Gracias por la presentación, es un honor para mí y a mi esposa que nos reciban en el reino
-Pasen a sentarse Raído tú y tu familia, infórmame de tu visita el reino.
-Bueno rey Ixtle, la situación es un ataque a mi persona y una posible refugiada
El rey Raído informaba al rey Ixtle del reino Balas de que Marian se podía haber ocultado en el reino, a decir verdad era la primera visita por un asunto de negociación política, porque en caso de que ese reino hubiera dado refugio a un traidor lo correcto es que el traidor fuera enviado al reino de origen y ser castigado a  las leyes del planeta, los reyes estaban conversando y llegando a negociaciones, los dos reinos no tenían problemas y a decir verdad eran amigos desde hacía tiempo, en esta visita en caso de ataque de un habitante al reino de Valas o viceversa en caso de ataque de un habitante de Valas atacara Gemun estos reinos se ayudarían para atraparle, por eso era importante que supieran la situación en la que estaba el reino de Gemun. Parte importante era evitar que Marian divulgara lo sucedido a alguien de ese reino, por eso el rey Raído estaba bastante preocupado.
-Dime Raído ¿en verdad es tan peligrosa esa mujer?  
-Si claro, la prueba está en que intento matarme
-Bueno, te conozco, pero su razón debió tener, ¿menciono alguna?
-No, a decir verdad, lo desconozco, quizá algo relacionado con el reino a algún ritual
-Ya veo, me alegra que hayas venido a contarme la situación, ten por hecho de que si se algo mandare a mis hombres a capturarle.
-En verdad te lo agradezco, esa falta cometida hacia a mi es grave, pero también ofendió a mi guerrero Truper pisoteando su orgullo como ninja y samurái
-Comprendo, creo que deberías quedarte unos días para que mi gente conozca las señas particulares de esa mujer
-En verdad te agradezco tu ayuda, no hubiera venido si la situación no fuera grave
-Te comprendo, temes por la vida de tu hija, yo también estaría en esa situación, porque para un padre o madre no hay nada más importante que la vida de su hija
Al terminar la plática los reyes pasaron al comedor, la reina Morgana acababa de acostar a Kazuri que estaba dormida y ella estaba en el comedor principal con su esposo y los reyes de Valas. Así llegaba a su fin ese día de visita de los reyes de Gemun a Valas.
Mientras tanto en Gemun Marian que estaba en el cenote llevaba 2 días sin comer y con las misma pesadillas interminables, ante la poca actividad de guerreros que había escuchado ese día Marian decidió salir a escondidas del cenote y aprovechar que no había tantos soldados, estaba evitando las trampas, soldados y tenía que salir rápido para evitar que los conjuros la detectaran, los soldados estaban más concentrados en el palacio, la gente del pueblo dormían en sus casas, Marian había caminado sin ser escuchada por los soldados, al entrar al pueblo principal Marian sabía que tenía que preocuparse menos su única preocupación era ser escuchado por los ciudadanos, camino hasta su casa, Marian estaba feliz creyendo que ahí encontraría a su marido dormido, pero algo repentino paso. Al abrir la puerta y entrar la cara de Marian cambio por completo, lo primero que noto fue que un rincón iluminado por la poca luz de luna estaba el anillo de matrimonio de su esposo clavado con una estaca y un mensaje de odio hacia Marian, Marian se acercó al anillo y las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, la única persona en la que podía confiar ya no estaba con ella.
Marian cerro sus ojos hincándose para llorar, las lágrimas caían sobre el piso, los lamentos de Marian estaban silenciosos, pero se podían notar por la forma en que mordía sus labios para tratar de evitar hacer ruido cuando una voz la hizo levantarse.
-Marian que sorpresa verte
-Eres tú.
-Sí, yo ya no te creía aquí
-Por favor no le digas a nadie
-Tranquila, yo no diré nada, a decir verdad, no creo mucho en los discursos y cosas que dice el rey y el pueblo
-De verdad puedo confiar en ti
-No creo en el rey, pero hay una fuerte recompensa por tu cabeza sabes
-No por favor, no
-Descuida estoy jugando, pero anda Marian, levántate, ¿Qué haces aquí?
-Vine por unas cosas
-Ya veo, mira no sé qué paso, pero no se necesita ser un genio, mira voy a tratar de ayudarte en lo que pueda, espérame aquí voy por algo
El hombre salió de la casa de Marian, mientras ella se levanta y secaba las lágrimas de sus ojos, en la mesa de su casa encontró un objeto sobre la mesa con un recado que decía “Marian dejo este objeto en la mesa como una muestra de amistad que aún tenemos, dudo de tu inocencia, pero créeme, alguien te obligo a hacerlo y sé que no es tu culpa te quiere tu amiga Morgana”. Marian tomo el objeto el cual era un pequeño moño, tomo una pequeña canasta donde coloco el moño, ciertos talismanes, libros, otras cosas poniendo por ultimo algunas prendas de vestir. Marian tenía miedo pues no sabía si confiar en su visitante inesperado, así que se ocultó en su casa, su visitante llego después de unos minutos.
-Marian sigues aquí. Tranquila no fui con nadie, te doy mi palabra
-Si estoy aquí.
-Me alegro, mira te traje estas plantas y algunas cosas de los mercaderes que dejaron en el centro y otras cosas que te doy de mi parte, lo hice parecer como un robo, tu tranquila, además me planteé ayudarte de otras maneras, solo dime en qué posición te escondes
-Me escondo en el bosque en...
-Eso no es necesario, en el bosque ok, mira deja un tallo en el árbol y ahí sabré que esta la seña, cuando pueda te dejare algunas cosas.
-Gracias, pero porque haces estas cosas por mi
-Te aclarare algo, no me gustas ni me siento atraído por ti, solo te diré que lo hago porque no creo en el rey
-Gracias ya me voy, ¿Estas plantas que trajiste para qué son?
-Son para corregir dolores
- ¿Dolores?
-Mira no soy tonto, algo en ti, vas a estar mareada y te recomiendo no hacer movimientos muy bruscos, pero evitara tener pesadillas. Pero bueno lo mejor será que regreses a esconderte y corregir los errores antes de que sea más tarde.
Ante las palabras de esa persona que no era nadie más que el vendedor que le había vendido las velas para su ritual de cumpleaños, mientras Marian regresaba a su casa pensaba en las palabras que este último le había dicho sin llegar a comprenderlas del todo, el viaje de regreso a su escondite fue fácil, pues los caballeros estaban dormidos, y Marian por su cuenta haría lo mismo. Al llegar al cenote empezó a examinar las cosas que le habían regalado, entre las cosas había bastante comida, eso era lo primordial para Marian, pues tenía días sin comer, Marian había tomado el alimento y lo había racionado en porciones, ese alimento le debía durar 3 meses como mínimo, si tenía suerte más tiempo, tomo sus medallones también era primordial, uno de los medallones, le permitía abrir portales a otros planetas y los demás objetos que había conseguido no eran relevantes aún.
A Marian le había sorprendido ese regalo de Morgana nunca se había imaginado que ella le dejara algo como eso y también había recordado el anillo de bodas, cuando el pensamiento del anillo paso por su mente se entristeció de nuevo y algunas lágrimas le cayeron la razón era simple, la única persona en la que confiaba no le creía, nunca se había imaginado eso. Después de comer los alimentos pensó en las plantas que le habían regalado, no entendía por qué se las habían dado, conocía el uso de esas plantas, pero no había entendido la referencia, Marian se quedó en silencio y se fue a dormir, como todas las noches pasadas seguía teniendo las pesadillas y a esta nueva noche se sumó la pesadilla de su marido, esa pesadilla parecía tan real que realmente ella no sabía si estaba en un sueño o estaba en el mundo real
Cuando el viento de un nuevo día anuncio su llegada Marian despertó ante nuevas nauseas que la hicieron vomitar de nuevo, esos vómitos y náuseas y aumento de apetito no eran normales, pensó en que podía ser ese cambio drástico pero no entendía que le pasaba, preocupada por el hecho de que alguien la pudiera estar manipulando con algún hechizo tomo sus cartas para ver si en alguna adivinación las cartas pudieran decirle algo, en las tiradas de cartas que hacia la respuesta a su pregunta que era ¿alguien me está haciendo un conjuro? La respuesta siempre era negativa, analizando las cartas por unos minutos cambio la pregunta, pero ahora la respuesta no fue ni falsa ni verdadera las cartas arrojaron la combinación de números 5,13,2,1,19,1,27,16. La combinación de números sorprendió a Marian, porque además de eso en las cartas apareció cierto personaje con cierto objeto el 1 de oros y la carta de la autoridad esto hizo que Marian estuviera en silencio y en su expresión se dibujara una cara de sorpresa.
La pregunta que Marian había formulado fue ¿Qué me pasa? Y la respuesta que dieron las cartas fue en números y cada número es una letra del alfabeto resumiendo el primer número fue 5 equivalente a la E, el numero 13 equivale a la letra M, el numero 2 corresponde a B, 1 es A ,19 es R 27 corresponde a la última letra Z y el numero 16 corresponde a la O que si juntas las letras formas la palabra EMBARAZO.
Marian estaba embarazada la revelación de sus cartas dejo de impacto a Marian quien cubrió su boca, la sorpresa que se llevó la había dejado afónica. Guardo silencio por unos minutos, Marian estaba feliz, pues esa sorpresa la lleno de alegría era uno de sus mayores sueños formar una familia, estaba segura de que su padre era Truper y con eso podría regresar con él.
Nuevamente Marian leyó las cartas y algo no coincidía, por más que las cartas salían la carta que no salía era la Familia, eso preocupo a Marian, una de sus dudas y peores miedos era real, al salir las cartas salía la justicia y el oro.
Al salir la justicia y el oro juntos solía podía indicar una cosa, el hijo o hija que Marian llevaba dentro no era de Truper, siendo el único hombre que había estado con Marian que no era su esposo, lo único que quedaba era el rey. Ante las cartas la cara de Marian cambio de alegría a enojo y miedo, un solo ataque del rey había sido suficiente para arruinarle su vida, Marian enojada golpeaba el piso con tal ira y lo golpeaba y lo golpeaba hasta que sus nudillos se abrían y de ellos goteaban sangre los nudillos de Marian estaban destrozados, los huesos de Marian empezaban a fisurarse, ella continuaba golpeando  hasta que uno de sus huesos termino por finalmente romperse, en ese momento ella no lloraba por sus huesos, lloraba por coraje, se sentía humillada.
En ese momento de ataque de ira sabia para que le habían dado esas plantas, sin previo detenimiento molió una de las plantas que le habían dado la introdujo en su boca, pero algo la detuvo. Escupió las plantas molidas y tras unos breves segundos pronuncio ciertas palabras colocando sus manos en su vientre
-Lo que estaba a punto de hacer es lo mismo que el rey hizo conmigo, me alegra haberme dado cuenta del error que estaba cometiendo, tu criaturita no tienes la culpa. Voy a encargarme de que crezcas bien
Ante las palabras Marian se levantó y con sus ropas vendo sus manos que había destrozado en su momento de ira, Marián observaba sus manos y cambiando su cara a una cara de felicidad comenzando a reír, Marian había comprendido que su hijo o hija debía crecer en un planeta mejor que Gemun, aún no estaba segura si sería niño o niña, después de reflexionar por unos minutos Marian se dio cuenta de que a partir de ese momento debía cuidarse más en su alimentación y en salud, los pocos víveres que tenía debía racionarlos a la mitad por el simple hecho de que debía estar mejor alimentada y que no podía arriesgarse a tener problemas de salud con su cuerpo y ese ataque de ira no le venía bien.
En el reino de Valas la búsqueda de Marian tenía sus puntos de partida, los caballeros de Valas pegaban carteles de búsqueda de Marian con una recompensa de por medio Marian había sido clasificada como una criminal de nivel 2 y su estado de peligrosidad estaba en nivel rojo.
-Raído, estamos buscando a Marian en el bosque y los ciudadanos han sido advertidos de que cualquier pista que nos puede llevar a ella serán recompensados.
-Estoy agradecido de que hayas recibido mi llamada de ayuda
-Los otros reinos también ya fueron informados, esperan tu visita en los próximos días, ¿Cuánto tiempo piensas quedarte?
-Me voy a ir hoy, entre más rápido les advierta a los reyes del peligro que representa Marian mejor para nuestros acuerdos de paz.
-Cuenta con ellos, lo mejor será volver al palacio y dejar mis hombres trabajar y hablando de eso ¿Dónde está tu guerrero Truper?
-Está cuidando de mi esposa y Kazuri
-Entiendo, lo mejor será regresar
En el palacio de Valas se encontraba Truper, y el guerrero Samurái Ticon, era el comandante del ejército de Valas, la relación entre ellos no era amistad, pues carecían de los mismos puntos de vista.
-Dime Truper, en verdad no pudiste capturar a una mujer
-No, conoces a Marian ella es diferente es bastante astuta
-Astuta que te dejo cierto.
-Estas en asuntos personales, y ciertamente eso no te incumbe.
-Debo saber exactamente a que me enfrento
-Pues si estas con esa actitud a mi
Ambos guerreros cruzaron la mirada y haciendo un movimiento rápido ambos guerreros sacaron su espada y ante un movimiento rápido las espadas de ambos se encontraron, las palabras de Ticon hicieron enojar a Truper por el hecho de su creencia esa creencia de que Marian lo había usado solo como un objeto. Ante la situación de los guerreros la reina Morgana hizo eco
-Truper que manera de comportarse es esa, estamos en territorio amigo, y no nos comportamos de esa manera, igual tu Ticon esa es manera de tratar a los invitados.
-Mis disculpas reina, solo era una conversación entre samuráis aquí entre Truper y yo, nada personal
-Truper, retirémonos, ya es hora de salir debemos llegar a los otros reinos.
-Claro señora
Truper y la reina caminaron hasta el jardín principal, donde estaban el rey Raído y el rey Mixtle los caballeros del reino Gemun abrieron camino hasta los portales donde se moverían al siguiente reino, el viaje por los portales los llevaría cerca de 2 días, el siguiente reino era un reino no aliado a ningún otro, pero prefería aislarse, pero en caso de ataque contra un rey era un tema importante.
En Gemun, los aldeanos extrañados por el robo de los víveres que tenían en la bodega, el robo sucedió en la noche y no hubo ningún testigo que diera crédito a los hechos.
En el robo se habían perdido sacos de arroz, frutas frescas y algunos quesos, los ciudadanos estaban molestos por la perdida, era casi imposible que nadie notara el robo o escuchara algún ruido y nadie viera absolutamente rastros del ladrón en cuestión.
Pero no fue un robo, el mercader que había ayudado a Marian había tomado esos sacos de la misma gente que acusaba a Marian, él tenía su propio propósito para ayudar a Marian
-Dime en serio no viste nada Input
-No, estuve despierto, pero no escuche nada
-Mira debes entender tu como mercader como nos sentimos
-Sí, pero en serio no escuche nada
-Le diremos al rey que hay ladrones que aprovecharon para escapar
-Quizá tuvieron alguna razón
Input era el vendedor quien había entregado las cosas a Marian, esa hora del día cuando la gente sale a realizar sus actividades Input estaba muy tranquilo pues su robo salió muy perfecto.





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⏰ Última actualización: Apr 26, 2019 ⏰

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