La opinión pública ponía en duda las palabras de Gala y lo del embarazo. Alfred y toda su familia y amigos no se creían mucho que estuviera en estado, pues no era el primer caso en este tipo de historias un embarazo y luego perder el niño.
Aunque como su historia iba por capítulos, ella lo solucionó a la semana siguiente apareciendo otra vez, vestida de negro y enjoyada por todas partes (iba de luto, entendedla pobrecita) mostrando los informes médicos que demostraban que había estado embarazada, algunas visitas ginecológicas y un certificado de aborto (que Alfred la había obligado a hacerse). Todo eso adornado con falsas lágrimas y el apoyo de su madre que llamó al programa por teléfono diciendo lo triste que estaba por como Alfred había tratado así a su pobre hija.
Alfred llamó a Gala después de su aparición. Ella le confirmó que su embarazo y posterior aborto eran verdad, lo único que era mentira era que él la obligara a hacerlo. Al escuchar eso, él colgó para no volver a hablar nunca más con ella.
A Alfred le afectó saber eso, pero a una de las personas que más lo quería le afectó más, la presión mediática mandó a su padre otra vez al hospital. Alfred se quedó en Miami ensayando su gira. Iba a ser muy importante y la discográfica le "recomendó" centrarse en su trabajo allí para no armar más revuelo en España con su presencia. Eso molestó a su familia. Él otra vez volvía a ser el Alfred que había intentado cambiar desde ese viaje en avión.
Amaia se volvía loca en Barcelona al ver que Alfred no la llamaba. En ese momento, necesitaba que él la necesitara. Ella no pensaba llamarlo directamente (a su parecer, se tendría que tragar su orgullo) así que, como mujer valiente, decidió llamar a Vinyet, por si indirectamente le podía sacar algo:
Am- ¡Hola cariño!
V- Hola Amaia –dijo con un tono apagado-.
Am- Uy, que voz más triste ¿Qué tal todo por ahí?
V- Mal, el yayo (Vinyet queria a los padres de Alfred como si fueran sus abuelos) está enfermo y no me quieren decir que pasa con el tío Alfred, aunque yo ya lo sé. Me han dicho los niños del cole que es malo.
Am- No creas eso, amor. Tú tío no es malo. No creas a la gente del colegio. Dicen lo que oyen en la tele, y eso es mentira.
V- Ya, pero es "la mo..." Gala quien lo dice.
Am- Pues entonces, no te creas lo que dice ella.
V- Nunca me lo he creído: siempre decía que éramos amigas, que tenía muchas ganas de jugar conmigo... Es verdad, ella dice mentiras.
Am- ¿Ves? No debes escuchar lo que dicen los otros niños.
V- Vale, pero el abuelo...
Am- El abuelo se pondrá bien.
V- No me dejan ir a verlo.
Am- Bueno, eso es porque los niños no pueden entrar al hospital, pero ¿sabes qué puedes hacer?
V- Nooo...
Am- Hazle un dibujo bien chulo y que mamá se lo lleve cuando vaya a verlo ¿de acuerdo?
V- ¡Vale! Le haré un dibujo bien chulo, que le guste mucho y se ponga bien... ¡Y le diré a Lucía que haga también uno!
Am- Muy bien, seguro que eso le hará mejorar.
Amaia volvió a Madrid. Pasaba tres días allí y ya se iba a América. Esa noche había quedado con Mario para que le contara eso tan importante.
Ahora sí estaba realmente preocupada por su retraso. Así que fue directamente a casa de Agoney. Aún no le había contado a nadie lo que pasó en el avión, y eso se la estaba comiendo por dentro.