Hs DxD: The legacy of Seven

Capítulo 1

En algún lugar de Japón se podía observar como una grieta negra acompañada de llamas color morado se hacía presente en el cielo nocturno del país del sol naciente.

Unos dedos algo arrugados pasan a través de la pequeña fisura para luego jalarla y esta se moviera como si de una cortina se tratase.

De un momento a otro, una figura oscura sale del agujero oscuro que fue creado solo para caer al suelo.

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—Haa... ya estoy muy viejo para esto.

De las sombras sale una figura ensangrentada con una túnica negra.

—Sate, sate, sate... veamos cuanto a prosperado el mundo en tantos años —la figura movió un poco su túnica mostrando a un hombre bajo de avanzada edad, cabellos blancos como la nieve, ojos verdes y pálido semblante.

Caminando un rato por el bosque, el hombre fue detenido de su travesía por el aparente llanto de un bebé.

El hombre se debatía si ir o no donde provenía la voz hasta que después de un rato decidió ir.

Una gran sorpresa fue la suya al encontrarse con dos adultos castaños colgado en un árbol, aparentemente se habían suicidado. El hombre bajo la mirada a la entrepierna de la mujer, en la cual salía una especie de hijo de carne hasta topar con el suelo y en el mismo estaba un bebe recién nacido.

La vida nacida después de la muerte, un milagro para muchos...

—Vaya pequeño, tienes una suerte extrema —el hombre cargo al niño mientras con otra mano cortaba el cordón umbilical solo para que los llantos aumentaran. —No llores, los hombres nunca lloran.

Asombrosamente, parecía que las palabras de aquel hombre dieron resultado al ver que el pequeño paró de llorar.

—Sate, sate, sate. Eres un bebé muy listo, a ver dime la tabla del nueve.

El bebé como respuesta vomitó sobre el hombre para luego reír.

—¿Muy gracioso no?... mmmmm, cierto no tienes un nombre —el hombre miro hacia todos lados intentando buscar algo.

El hombre miró al suelo donde encontró una caja pequeña con unas extrañas palabras... "Condones: Issei"

—Bien, Issei, ese será tu nombre. —el bebé como respuesta orinó encima del hombre para luego llorar mientras el hombre tenía una expresión chibi. —Hagas lo que hagas ese va a ser tu nombre.

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Se podía ver a un niño castaño de no más de 5 años correr con una espada de madera hacia una cabaña.

—¡Abuelo ya llegué! —el niño abrió la puerta de la cabaña y en esta se encontraba aquel hombre de avanzada edad dormido en una mecedora.

—Merlin, ya te dije que amo a Elizabeth —decía el hombre en su sueño para luego hacer un rostro pervertido. —Pero, si te nos quieres unir no me molestaría.

—¡Abuelo! —el chico gritó tan fuerte que logro hacer que el hombre despertara.

—¡¡¡Elizabeth es mejor que Elaine!!! —gritó el hombre alzando su puño.

—La edad ya te dejo senil... —contestó el niño en forma chibi.

—Oye muchacho, más respeto, así como me vez, en mis tiempos tenia a las mujeres haciendo fila —contestó el hombre de forma orgullosa.