Dark Pride

Capitulo 1

-Nos vemos la próxima semana, Cara.
-Si si, como digas-cerré la puerta sin mirar atrás y salí de ese lugar.

"Te amamos pase lo que pase, no lo olvides nunca"

Pasaron 10 años y aún tengo que ir a un psicólogo. Al parecer el "trauma" sigue en mí. ¿Es en serio? Obviamente no voy a poder olvidarlo, nunca en la puta vida podré olvidar que fui testigo de más de mil muertes a la vez. Según la doctora Sordo, tenía angustia por el accidente. Angustia. Pffff. Claro, ¿Cómo iba yo, una chica que presenció la muerte de sus padres? Sí, que idiota fui.

Entré al aparcamiento buscando mi minivan Ford, iba a abrir cuando mis temblorosas manos dejaron caer las llaves. Estúpida. Siempre que iba a ahí me pasaba lo mismo, no soportaba el recuerdo y me exasperaba estar sentada ahí 50 minutos.

Puse la radio y antes de arrancar le mandé un texto a Tate: 
«Señor Sloshi en 30»
Su respuesta fue inmediata: 
«No puedo ahora, Ciruelita, estoy ocupado. Después nos vemos. Bss»
"Ciruelita" Esa sola palabra me sacó una sonrisa.

Otro mensaje.

<Cuando salgas ven para casa, Cara>

Lily.

Mi abuela, que por cierto, no le gusta que le diga "abuela". Dice que le hace quedar muy vieja o algo por el estilo.

Yo sé que me quiere, pero pienso que verme le afecta, decía que era igual a mi madre, así que eso debe ser un recordatorio constante de lo que perdió... De lo que perdimos. Antes amaba Montverde. Calor. Un mes de juegos. Diversión. Verano. Helados. No más esa ropa abrigada. Y después volver a Denver, con mis padres. Pero eso fue antes... Mis padres. Los extraño tanto. Las canciones de mama. Los abrazos de papa. No voy a seguir martirizándome con eso. Voy a seguir adelante. Mucha gente no se me acercaba por el accidente, algunos me seguían mirando con lastima, pero nada de otro mundo. Me falta un año y voy a poder salir de este pueblo sin futuro.

Cuando llegué fui al living y ahí estaba Lily viendo las noticias:

"El dueño del bar de la ciudad reportó, ayer hubo una pelea entre dos clientes del local, fue un escándalo para la ciudad. Según cuenta, habían bebido lo suficiente para no ser consciente de lo que hacían. Un joven, nuevo en la ciudad, se metió entre ellos y les pegó a los dos, dejándolos sangrando. Luego, se fue sin dar explicac..."

Ayer a la noche yo había estado en ese bar. Me fui unos minutos después de eso. Apagó la tele antes de terminar el reportaje. La miré.

-Cada día es peor, los adolescentes están descontrolados. No necesito seguir escuchando estas cosas.-Se levantó.- ¿Cara, vas a salir con tus amigos?-me miró esperanzada.

A veces, me daba pena. Lo único que quiere es mi bien. Que tenga amigos, que salga los fines de semana y esas cosas.

Asiento con la cabeza.

-Bien, no vuelvas después de las 10.

-Ajá

Subí a la camioneta. ¿Salir con amigos? Claro, si Tate no estuviera ocupado. No era antisocial ni nada de eso. Solo que me costaba mucho confiar en las personas y al único que consideraba mi amigo era Tate.

Tenía hambre, así que fui a comer una hamburguesa al Señor Sloshi. Aparqué el vehículo y entré en el lugar. Me paré frente al mostrador, y ordene. Mientras esperaba la comida mire el lugar. No había mucha gente, un par de personas en algunas mesas. Ah, y unos chicos en el fondo haciendo demostraciones de afecto. Los ojos de ellos se posaron en mí y me di cuenta de algo que antes no había visto. Tate era el chico que estaba compartiendo saliva con... ¿otro chico? ¿¡ESPERA QUE!? ¿¿¡¡TATE ERA GAY!!??? No puede ser. Una ola de enojo recorrió mi cuerpo de un lado a otro. Mis pelos se tensaron y me puse dura. Mis ojos se clavaron entre sus bocas. No tenía nada en contra de la homosexualidad, pero realmente me enfadaba que nunca me lo había dicho. Tragué saliva. Tate y su... compañía salieron rápidamente del lugar. Me quedé sentada por un rato mirando la puerta. ¿Por esto me había dicho que no podíamos vernos? Habíamos sido amigos desde que llegue a Montverde, y él sólo no me había contado nada. A parte, que yo recuerde él había salido con un par de chicas. 

-Su pedido- dijo la mesera.

Le pagué y lo tomé. Lo primero que paso por mi cabeza fue tirarla e irme, pero después pensé que en serio tenía hambre. 

-No me puedo enojar contigo- y la comí. 

Lo sé, estoy media loca para hablarle a una hamburguesa.

Cuando termine salí de ahí. Encendí el auto y arranque. Fui a fondo con la minivan, podía escuchar los sonidos del motor gruñendo por la presión. Me pasé de largos los pocos semáforos que había (lo sé, soy muy mala.) Estaba oscuro, las luces del coche iluminaba y no había nadie en la calle. Estaba segura. Sin embargo de un momento al otro, una persona apareció de la nada en el medio de la calle. Pisé freno y despacio cedió. El motor chilló. El vehículo quedó a centímetros de su cara cuando finalmente paró.

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V & Z