Incómodo

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Mientras mi mente está preparada para recibir el puñetazo directo del tipo al que le tiré el café encima y mi cuerpo sabe que será menos doloroso que aquello que me atormenta desde hace 2 semanas, el tiempo eterno que espero y el impacto que no llega nunca  me hacen abrir los ojos y mirar el rostro enojado y algo confundido del de  ojos azules.

–No voy a golpearte, no soy un cavernicola.-Dijo el tipo con una voz mucho más tranquila pero no menos intimidante que hace unos momentos durante su justo reclamo.

-Lo siento de verdad, no fue mi...-No alcancé a culminar la frase cuando el me interrumpió exasperado.

–Tengo una cita  de trabajo demaciado importante que no puedo perder y has arruinado mi ropa...

-El me mira de arriba hacia abajo y la verdad no sé que pensar, se que está pensando en decir algo que no me va a gustar.

–¡Vamos a cambiar de ropa ahora mismo y cuando salga de mi entrevista te la devolveré ... Anda! - Eso fue más una orden que una pregunta, de eso estoy seguro.

Tartamudee un poco negando me pero fue en vano, me llevaba a rastras en dirección al sanitario para que cambiaramos de ropa y aunque yo no quería hacerlo mi conciencia me dictaba que era lo justo.

El se quitó un saco y una camisa azul claro, miré su cuerpo y sentí una punzada debajo de mis pantalones y es obvio que mi mente estaba trabajando demaciado rápido y bastante pervertido, así que quité mi vista de su torso y pecho bastante ejercitado y demaciado atractivo... Sé quitó los zapatos y me miró, así que volteé mi cara disimuladamente.
–¡MALDITA SEA, DESVISTETE... SÉ ME HACE TARDE! - Gritó apresurado.

-Si, ya voy.-Fué todo lo que pude decir y comencé a desvestirme...

Cuándo volteo, automaticamente mi vista se detiene en sus glúteos, me sonrojo demaciado por que otra punzada mucho más fuerte casi me delata, me volteo dándole la espalda y le doy mi pantalón, la camisa y mi saco y un chaleco en conjunto.

-Maldita sea, por qué me pasa esto a mi... estoy viendo su enorme bulto.
Me pierdo un segundo ahí, el se dá cuenta y tengo una tremenda ereción, el se hacerca a mi y me mira demaciado sensual, literalmente me está comiendo la boca me quiero morir.. Sé siente taaaan...

-¿HEY, ESTÁS BIEN? - Pregunta el de ojos azules y me doy cuenta que solo imaginé estos últimos segundos, si vi su bulto...
Luego la fantasía se apoderó y es una batalla VS. la realidad.

El no me mira y nunca se dió cuenta de mi semi-ereción;
Así que decido ocultarla hacia un lado y me doy cuenta que su ropa me encaja casi a la perfección, el es un poco más alto y sus pantalones me quedan un poco largos pero da igual, también se sienten mojados y están machados al igual que la camisa húmeda e incomoda y con olor a café por mis pendejadas.
El está listo... Mi ropa le queda bastante bien salvo los pantalones... Son levemente más cortos pero así se usan hoy en día.
Es bastante guapo, he de confesar.

–¡Dame tu número... Rápido! - Ordena.

El lo digita en el móvil y marca...
El mío suena y el cuelga.
–Cuándo termine mi cita te enviaré mensaje para que me regreses mi ropa, me tengo que ir. -Dijo a toda prisa.

Veo su espléndido culo salir del baño y me quedo en silencio varios segundos pensando en la momentánea fantasía erotica que tuve y en la realidad que me inunda ahora mismo... Sólo fue una simple fantasía fuera de la realidad

Esto fué incomodo.

No llores por élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora