Cat [MinJoong] (MinGixHongJoong) ATEEZ

Capítulo 20

HongJoong maldijo el momento en el que salió del dormitorio sin su abrigo. La noche estaba tan fría que todo su cuerpo tenía escalofríos, ¡estaba temblando prácticamente! Y todo por esperar a que MinGi llegara en la planta baja. Ni siquiera era necesario, bien podría quedarse únicamente en la sala, cómodo y abrigado, en la espera del alto rapero, pero no, HongJoong quería estar afuera.

Sólo quedaban cinco minutos, y HongJoong todavía seguía sin saber nada del menor.

—Joder, Song, enserio no te dejaré salir a estas horas de nuevo — murmuró HongJoong.

Sus párpados pesaban, y todo su cuerpo estaba entumecido por cruel aire frío que soplaba en esa noche, pero sólo debía aguantar cuatro minutos más, y si MinGi no llegaba, HongJoong podría regresar a su tibia cama y dejar que el rapero durmiera con la basura.

—¡Hyuuuung!

MinGi había llegado finalmente a los dormitorios después de haber corrido desde el río Han hasta ese lugar, y no esperaba que fuera tanta la distancia. Demonios, cuando caminaba con los demás miembros no parecía ser tanta.

Estaba casi empapado de sudor, y no se esperaba encontrar a HongJoong en la entrada de los apartamentos, pero el alto pudo visualizarlo desde hace un buen rato en su corrida hacia dicho lugar.

—¡Ya estoy aquí!

—Shh, ya lo sé. No seas tan escandaloso.

—Hyung, ¿qué hace aquí? Creí que me esperaría en la sala.

HongJoong tosió, no porque de verdad tuviese tos, sino para que el menor se callara.

—Quería asegurarme de que llegaras en el tiempo que era. Como sea. Vámonos.

—HongJoong, estás temblando. ¿Por qué no trajiste un abrigo? Hay muchos en el perchero.

—Yah, sólo vamos.

—Ten.

MinGi dejó su mochila en el suelo para sacarse su chaqueta y envolver los hombros de HongJoong con ella, para luego volver a tomar su preciada mochila para regresarla a sus hombros.

HongJoong sintió la cálida mano de MinGi tomar la suya, para entrelazar sus dedos. Ahora que lo pensaba, no había notado antes lo pequeños que eran sus dedos a comparación de los de MinGi, por favor. Esto era ridículo.

—Yo también me fijé. No eres el único — MinGi rió juguetón.

—No estaba viendo eso...

—Claro claro.

Y por si fuera poco, la diferencia de altura era inevitable notarla. HongJoong seguramente se veía tan pequeñito al lado de MinGi, que era jodidamente gigante.

—¿Todavía tienes frío?

—No. Y no te pegues tanto a mí, sigues sudado de tanto correr.

—Vamos, Hyung, un abrazo para que entre en calor.

—¡No!

Aunque HongJoong se removiera con fuerza, de igual manera MinGi lo atrapó en un cálido abrazo, mientras esperaban a que el ascensor llegara a la planta baja. MinGi escuchó un suspiro frustrado, y sintió como HongJoong paró de luchar para aceptar el abrazo.

No era por MinGi, sólo era que se trataba de una noche fría.

—Eres tan suave.

—Callate.

—Y tan arisco.

—Ugh. Ya llegó el ascensor, vamos.

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