¿¡Como que no!?

Malas decisiones.

[Día martes: En la mañana después del inesperado despertar.]

(Eren)

Realmente no recuerdo nada, ¿realmente me acosté con Levi?  ¿Qué tiene dios contra mí? Eh sido un buen estudiante, un buen hijo, eh ido a la iglesia todos los domingos, eh ayudado a ancianitos a cruzar la calle, eh recogido más gatos de los que me han permitido en casa… ¿y todas mis buenas acciones me las pagan haciendo que no recuerde como perdí mi virginidad con el hombre que amo?

Ahora mismo estaba encerrado en la habitación, no porque quisiera –ya que yo quería volver al lugar donde había despertado que por obvias razones en ese momento sería el último lugar del mundo en donde seria recibido– ya que Levi lo había encerrado y obligado a no salir de la habitación, diciéndoles que tenía prohibido cruzarse con él, en lo que le quedaba de vida.

Había gritado a todo pulmón desde la puerta cerrada qué no podía dejarlo allí encerrado, alegando que tenía necesidades básicas que atender, una seria comer, la otra ir al baño a la segunda el pelinegro le dijo que lo arreglara con su buena amiga la ventana.

Cosa que no haría por obvias razones, ¿que si estaba orinando por la ventana y la vecina de enfrente le sacaba fotos? su virginal cuerpo solo sería visto por una persona y esa no era la vecina, ¿o si pasaba un avión en esos momentos? ¿La policía? o peor ¿y si orinaba a alguien?, bueno eso sería entretenido para él, pero no para el que lo recibiera.

Sonrió a pesar de todo. Su mente parecía estar pensando incoherencia por el encierro.

Pero volviendo a lo poco que recordaba de la noche anterior –que era casi nada– recordaba haberse levantado de la cama y haber tenido la intención de tomar un vaso de agua porque tenía calor, ¿calor de qué? No tenía idea. Según las noticias ayer en la noche había sido la noche más helada del año. También tenía un vago y bien borroso recuerdo de una espalda bien blanca con una estrecha cintura y lo más fuerte de ese recuerdo…

Se sonrojo de solo pensarlo.

Gruñendo como un animal Eren soltó los negros cabellos y tomando fuertemente las caderas acelero más sus envestidas. 

Un furioso calor lo recorrió desde la punta de los pies hasta las puntas del cabello.

–No tienes derecho a reaccionar así si tu dueño no puede recordar cómo fue que dejaste de ser virgen – le reprochó a su miembro mientras levantaba sus bóxer para mirarse –Ya no soy virgen– susurro, lo susurros unas tres veces más hasta que por fin entendió la magnitud de lo que eso significaba.

Estaba feliz, no porque ya no fuera puro y casto –hecho que por lo cual cierta persona iba a querer matarlo cuando se enterase– si no que su primera vez había sido con el hombre que amaba, a la mierda si solo recordaba esa pequeña imagen de cómo había sido. Al infierno todo, él era feliz con esto, además, ¿quién decía que no habría una segunda vez?

Sonrió maliciosamente…

El haría todo lo que estuviese en sus manos por enamorar a Levi, porque él no quería sexo, él quería hacer el amor con su Rivaille y haría lo que fuese para volver a tenerle entre sus brazos y esta vez los recuerdos quedarían grabados a fuegos en su memoria.

Y los dejaría marcados fieramente en la piel y memoria de Levi, así fuera lo último que hiciese.

(Levi)

Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda y más mierda.

Puto dolor en el culo que no pasaba, llevaba más de medio día tendido sobre su estómago intentando que el dolor mitigara, había tomado pastillas para el dolor de cuerpo y había hecho efecto en la mayor parte, pero pareciese que su culo estuviese fuera de su cuerpo ya que el dolor no había disminuido.